Vinos
Un vino cogido a mano y pisado con tradición
Pagos del Moncayo consigue este vino que se consigue con trabajo de biocultivo.
Pisado de la forma tradicional para obtener el máximo carácter del mosto flor, minimizando el daño a pieles y pepitas. Ese es uno de los ragos de Prados Syrah, una atractiva propuesta que llega de Vera de Moncayo. "Es el primer varietal 100% syrah cultivado en Campo de Borja", lo definen desde Pagos del Moncayo.
Procede de la Loma en Bisimbre, en una zona baja de la denominación, que se encuentra a entre 350 y 450 metros de altitud.
Al igual que el resto de vinos de esta bodega, su elaboración es artesanal, con una vendimia manual en pequeñas cajas de menos de 20 kg. También es de biocultivo y cuentan con un control de rendimiento que hace que no se sobrepasen los 6,000 kg/Ha. "Se descarta el 50% de los racimos para asegurar la máxima calidad de las uvas restantes", explican desde esta bodega vereña.
En cuanto a la maceración y fermentación alcohólica a baja temperatura en lagares abiertos de tres toneladas, durante una semana. La fermentación maloláctica es durante diez meses en barrica.
En la copa se encuentra una paleta de intensos tonos cereza picota con ciertas irisaciones violáceas. Cuando se prueba se encuentra un vino sabroso, en el que persuaden los aromas profundos a frutas silvestres, una fruta llamada cassis, mermelada de ciruelas, grosellas negras y zarzamora.
Desde la bodega también determinan que se pueden encontrar ciertos matices a aceitunas negras y trufas. En boca es potente, con cuerpo, de textura sedosa.
En Pagos del Moncayo consideran que todo ello le "dota de un carácter potente, con cuerpo y textura sedosa". Prados Syrah –de 16,95 euros– aconsejan servirlo a una temperatura de 14 ºC. "Es el vino perfecto para acompañar asados y carnes rojas", lo propone para maridar la bodega.
Además del brindis de los aragoneses, este vino atesora altos puestos en algunas de las clasificaciones más reputadas del sector. "¡Un syrah auténtico!", concluyen en Pagos del Moncayo.
