Gastronomía
El Candelas y sus novedosos arroces
Se ofrecen de rape y gamas, de pollo y curry y de guiso de manitas con caracoles.
Las jornadas del arroz (38 euros) del restaurante El Candelas son un clásico que anima el caluroso verano gastronómico zaragozano. Este año llegan un poco más tarde de lo habitual, pero durarán hasta septiembre.
Las jornadas presentan bastantes novedades, aunque hay clásicos que se mantienen. Para abrir boca se inicia la degustación con dos aperitivos. El chupito de gazpacho es un fijo. No así la tostada de gallina trufada de Melsa, que se incorpora por primera vez.
Para los entrantes se ha optado por una propuesta con la que siempre se acierta: ensalada de tomate rosa con bonito escabechado casero, cebolla de Fuentes de Ebro y olivas del Bajo Aragón.
Para el otro entrante, a mesa completa, se puede elegir entre estas opciones: los callos de Teresa, la madre de la propietaria, y dos recetas nuevas, cecina de León con pan artesano untado con tomate y chipirones a la plancha con piparras en tempura.
Por supuesto, el plato fuerte es el arroz. En todos los casos se utiliza el de la variedad maratelli de Brazal, que coge muy bien el sabor de los fondos que se emplean y queda suelto.
Este año se ofrecen tres propuestas y no hay problemas para elegir diferentes arroces en una misma mesa. Los tres que se incluyen para este verano son novedosos. Uno de ellos es seco -una versión del señorito- de rape y gambas con brandada de bacalao y alioli.
En otras ediciones se ha propuesto para estas jornadas el arroz de callos de Teresa, pero en esta se ha cambiado por uno de guiso de manitas con caracoles a la antigua y crujiente de alcachofa. Finalmente, la opción más novedosa tal vez sea la del arroz de pollo de Poleñino al curry rojo con verdinas.
Todos siguen la línea de cocina con sabor e historia del restaurante El Candelas, cuyas puertas están abiertas desde 1961. En cierto sentido se puede hablar de arroces contundentes. Especialmente los dos últimos. En el de manitas, la melosidad de este producto contribuye a ligar todos los ingredientes. En cuanto al de pollo y curry, tiene un punto picante muy interesante y las verdinas aportan la untuosidad que pide el plato.
Para el postre se da la opción de elegir sorbete de limón o tarta de la casa, aunque realmente se puede degustar cualquiera de los postres caseros que se elaboran.
El maridaje del menú llega de la mano de Bodega Laus. Se ofrecen tres vinos modernos, frescos y fáciles de beber: blanco chardonnay con la novedad de un pequeño porcentaje de garnacha blanca, rosado en el que combinan a partes iguales las variedades garnacha y syrah, y tinto joven que encaja a la perfección con los arroces.
