Clara Martínez ha estado cinco años al frente de El Limpia del Tubo, pero quería dar el salto a un local más amplio, luminoso y con terraza, así que se decidió por Morrete, que dirige desde hace tiempo el hostelero Javier Rada.

El 1 de abril tomó las riendas del negocio dejando atrás la trayectoria en El Limpia, que espera nuevos inquilinos. Durante unos meses, ella y Javier compartirán argumentos culinarios.

En esta nueva etapa de Morrete ya ha habido cambios importantes que se reflejan en la carta, con gran protagonismo de las elaboraciones sin gluten. En ese capítulo se incluyen los bocatines que son seña de identidad de la cocina de Clara Martínez. Triunfaron en el Tubo y la idea es que ahora suceda lo mismo. El de pastrami y el sabroso son dos de los más populares. Sobre todo este último, de ternera y papada a baja temperatura, cebolla pochada y salsa cheedar.

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Los bocatines invitan a un viaje gastronómico por el mundo: desde el chan chan cubano al australiano, pasando por Corea para terminar en el rodolfino, que sobre una base de lechuga incorpora langostinos y salsa tikka masala. Estos dos últimos se presentan en formato bagel.

El costillar de cerdo con auténtica salsa Jack Daniels es otra de las incorporaciones. De nuevo se sigue el mismo patrón: cocina a baja temperatura para que los alimentos conserven todos sus jugos. Es la versión moderna de la cocina de las abuelas.

Clara Martínez también ha incorporado a esta nueva aventura hostelera el papapico (patata asada, picadillo de Soria y mojo picón), el plato más popular de El Limpia. Además, la carta conserva propuestas del anterior Morrete, como las raciones de piquillos con ventresca, alitas fritas, huevos rotos y papas bravas.

¿Dónde está Morrete?

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