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'Antes mesa que sencilla': decoraciones espectaculares con lo que tienes por casa

La zaragozana Cristina Banzo reúne en un libro trucos para poner una bonita mesa. En este canto al placer y al valor de cuidar los detalles, la autora defiende que con imaginación, mimo y práctica es una tarea más fácil de lo que parece.

'Antes mesa que sencilla’ (Oberón) no es un manual de cómo recibir en casa. La zaragozana Cristina Banzo, coautora del libro junto a Isabel Rodríguez, lo remarca porque su intención no ha sido la de ilustrar sobre cuestiones de urbanidad, sino sobre otras que tienen más que ver con el puro placer de compartir mesa y mantel, con el mimo y los detalles decorativos que, a su juicio, completan y mejoran una experiencia gastronómica, sobre todo si es compartida: "Poner una mesa bonita es cuidar a la gente que sientas en ella".

En este afán, la imaginación y la audacia creativa son elementos tan importantes como vajillas, cuberterías y manteles. "Decorar una bonita mesa no es algo para lo que necesites grandes vajillas, ni grandes cuberterías. Es jugar con el color y disponer los elementos de manera armónica. En el libro muchas de las mesas están decoradas con manteles de loneta o platos de grandes superficies, no hacen falta cosas muy complicadas". Y, muy importante para las autoras, están pensadas para que resulten cómodas al anfitrión, que habrá de levantarse a menudo para servir.

Cristina Banzo.
Cristina Banzo.
Heraldo.es

En su libro, Banzo y Rodríguez siguen la escuela de la mesa francesa, esa en el reverso de una de las tendencias decorativas más duraderas y extendidas: el minimalismo nórdico.

La idea de mesa ideal bebe para Banzo del más es más y está presidida por el hedonismo. Se trata de llevar el placer de una bonita mesa a la vida cotidiana: "Usar la vajilla buena solo en ocasiones especiales me parece un desatino, porque la buena es la que te hace disfrutar". Va más allá: "La mesa bonita hay que ponerla todos los días, con más o menos esmero, hasta cuando viene Glovo: hay mesas para todo".

Admite que parte del éxito del minimalismo es que "combinar colores y estampados no es sencillo", pero "se aprende": "Mientras practicas, tus ojos se educan", se dice en el libro. Contra lo que pueda parecer, "lo más difícil de montar es una mesa con un mantel blanco porque hay que currarse mucho más lo que pones encima para que sea vistoso". Una apuesta por la mezcla y la espectacularidad que no debe estar reñida con el arte de lo posible. Banzo tiene de mantra una frase de Philip Roth: "Hice lo mejor que pude con lo que tuve".

Antes mesa que sencilla
Antes mesa que sencilla
Heraldo.es

Así, para una mesa colorida y apetecible, la autora del libro recomienda las flores naturales, pero en su ausencia, ¿por qué no recurrir a la fruta que tenemos por casa? Dispuestas con gracia en un frutero pueden servir de centro de mesa. O sueltas, a modo de bodegón: uvas, manzanas, una granada partida por la mitad...

Una colcha de mantel

Otro truco al que Cristina recurre con frecuencia es al de mantel y servilletas de distinto color. "Se rompe con la uniformidad". "Cualquier tejido bonito puede servir como mantel, siempre que tenga buen lavar". En su colección de manteles ("mi debilidad"), hay desde antigüedades de hilo hasta colchas.

"Siempre que sea bonito, a una mesa se puede incorporar todo: jarrones, figuras de porcelana y un toque de improvisación. ¡En una de mis últimas mesas puse un gato de escayola! Tenía el día friki". Por eso, la zaragozana es habitual en rastros, tiendas de almoneda y hasta apps de segunda mano, donde encuentra elementos originales para sus mesas. Muchos de ellos aparecen en su cuenta de Instagram @cristina_in_domus

Sobre las vajillas, dice: "Antes se compraban enteras, de muchísimas piezas, pero ahora se pueden adquirir por unidades sueltas y apañarse perfectamente con platos planos y de postre, lo que permite jugar un montón. Más que tener muchas vajillas, lo que hay que hacer es coordinar piezas". Más color: con cristalerías que no sean transparentes, que además se conservan mejor.

A una mesa creativa y teatral debe sentarse también el sentido común: "Los elementos no deben molestar al comensal, deben dejar comer cómodamente, permitir verse, la conversación".

Entre los "pecadillos": servilletas de papel (por muy monas que sean, "para mí son para una emergencia o fiestas infantiles y además no son sostenibles"). O candelabros a la luz del día: "Hay que huir de las cosas impostadas".

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