10 alimentos que nunca caducan

El chocolate negro, la miel, el arroz o las legumbres son algunos de los productos sin fecha de caducidad que pueden durar años en tu despensa.

La miel, si se conserva en las condiciones adecuadas, puede durar muchos años.
La miel, si se conserva en las condiciones adecuadas, puede durar muchos años.
Pixabay

La diferencia entre consumo preferente y fecha de caducidad ha suscitado numerosos debates en los últimos años. El primero hace referencia a la pérdida de propiedades del alimento, mientras que la segunda indica cuándo deberíamos evitar consumirlo porque podría suponer un peligro para nuestra salud. En ocasiones, si un producto lleva mucho tiempo abierto en la nevera, aunque tenga buen aspecto y olor, tendemos a tirarlo, pero lo cierto es que existen comidas no perecederas que, si se conservan en condiciones adecuadas, pueden durar un largo periodo:

1. Miel: seguramente tardes una eternidad en terminar un tarro de miel, porque este dulce suele envasarse en grandes cantidades. Si es así, estás de suerte: tu miel nunca va a caducar. Su alto contenido en azúcares hace prácticamente imposible que los microbios y bacterias se acerquen a ella, por eso mantiene sus propiedades. El azúcar puede cristalizar, pero bastará con que calientes unos minutos el recipiente para que recupere la textura densa que tenía anteriormente.

2. Azúcar y sal: guardado en un lugar sombrío y seco, lejos de la humedad, el azúcar no caduca. La sal, por su parte, utilizada como conservante de muchos alimentos, tampoco tiene fecha de caducidad porque cuenta con una importante capacidad de preservación, aunque es fundamental alejarla de la humedad para que no atraiga a los hongos. Los dos pueden almacenarse en la despensa un largo periodo de tiempo y utilizarse solo cuando sea necesario.

3. Especias: añaden olor, color y sabor a cualquier receta, son versátiles y, además, poco perecederas. Estos condimentos tienen numerosas virtudes, así que guarda tus envases de pimienta negra y orégano porque conservarán sus propiedades los años que hagan falta.

4. Chocolate negro: seguro que las tabletas de chocolate que compras no suelen durar mucho en tu cocina, pero el cacao en su versión más pura es uno de los alimentos que mejor se conserva y carece de fecha de caducidad. El chocolate con leche, por el contrario, puede perder antes sus propiedades.

5. Bebidas alcohólicas: si después de festividades y celebraciones como la Navidad han sobrado esas botellas de vino, cerveza o vodka que compraste 'por si acaso', que no se te ocurra tirarlas. Estas bebidas te podrán servir cualquier año posterior, sobre todo si tienen alta graduación, así que guárdalas en tu despensa como provisión.

6. Café en polvo: la bebida instantánea más indispensable puede conservarse durante un largo periodo de tiempo siempre que se mantenga en un lugar fresco y seco, libre de fuentes de humedad. Puedes comprar grandes cantidades y almacenarlo: así nunca temerás quedarte sin él.

7. Legumbres secas: un alimento tendrá más probabilidades de estropearse cuanto más alto sea el porcentaje de humedad que contiene. Por eso, las legumbres secas, como las alubias, las lentejas o las judías blancas, pueden consumirse en un estado óptimo bastante tiempo después de su compra.

8. Arroz blanco: es un producto básico y puede durar muchos años si está en buenas condiciones. No obstante, si ya has abierto una bolsa de arroz, será necesario que lo cambies a un recipiente hermético para que permanezca fresco.

9. Vinagre de manzana: como la sal, el vinagre se utiliza generalmente para lograr la conservación del resto de alimentos. Como se trata de un líquido tan ácido, la posibilidad de que ciertas bacterias o microorganismos se reproduzcan en él es muy baja, y se puede mantener de manera óptima. Pero, si te da reparo condimentar tus recetas con una botella de vinagre que lleva una larga temporada en tu despensa, recuerda que también puedes utilizarlo como producto de limpieza, disolvente y quitagrasas.

10. Salsa de soja: la salsa que mejor combina con el sushi puede durar eternamente siempre y cuando no se retire su precinto. Aún así, una vez abras la botella, podrá aguantar hasta tres años en tu cocina.

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