Revolución entre hermanos en Casa Pedro

Luis Antonio y Javier Carcas unen platos tradicionales con propuestas de vanguardia para obtener resultados muy reconocidos.

Los hermanos Luis Antonio y Javier Carcas, del restaurante zaragozano Casa Pedro, recibieron su premio de manos de Enrique Novales, director general de Alimentación y Fomento Alimentario del Gobierno de Aragón.
Los hermanos Luis Antonio y Javier Carcas, del restaurante zaragozano Casa Pedro, recibieron su premio de manos de Enrique Novales, director general de Alimentación y Fomento Alimentario del Gobierno de Aragón.
Aránzazu Navarro

La historia de Casa Pedro y de Luis Antonio y Javier Carcas se escribe en clave familiar. Dos hermanos mano a mano en una cocina como los televisivos Torres y los populares Roca que poco a poco se van abriendo paso en un mundo tan complicado como el de la gastronomía a base de una propuesta creativa que une la tradición con la modernidad. Porque no han dejado de evolucionar desde que hace más de una década se pusieron al mando de este enclave gastronómico tradicional de la calle Cadena. Amantes de la cocina desde niños, el galardón les ha pillado por sorpresa. "No nos lo esperábamos. Estamos muy contentos porque es un orgullo", reconoce Javier.

Durante los últimos meses, han ganado el XIII Concurso Nacional de Pinchos y Tapas con su tapa ‘La Mar de Pincho’, un trampantojo de concha de ostra elaborada con masa de empanadilla y rellena con una crema de guiso de tomate, cebolla y mejillones. Además, fueron considerados como los mejores cocineros de Aragón en un certamen en el que cautivaron al jurado con un menú compuesto por una trucha marinada en un jugo especiado de remolacha, pierna de ternasco al curry rojo y un financier de melocotón y borraja con mouse de chocolate blanco y oliva, crema de aceite de Belchite, chutney de melocotón y helado de almendras de postre. Todos estos galardones hacen que Javier considere que ha sido "un buen año que acaba de una gran forma, gracias al premio Con Mucho Gusto".

El presente de esta pareja de chefs no es casual. Su amor por la cocina hace que no dejen de asumir retos culinarios y saben que nadie les va a regalar nada. "El secreto de nuestro éxito es una mezcla de esfuerzo, ilusión y trabajo duro. Fruto de ello llegan los reconocimientos", reconoce Javier Carcas.

De casa al mundo

Esta historia de amor por la cocina comenzó de forma ‘amateur’ y siguió en la Escuela de Hostelería y Turismo San Lorenzo, de Huesca. Antes de aventurarse a montar su propio negocio, aprendieron de los mejores cocineros. Enseñanzas de Martín Berasategui o Carmelo Bosque que hicieron que en 2006 asumieran el reto de ponerse al frente de los fogones de Casa Pedro para convertirlo en uno de los referentes gastronómicos de la ciudad de Zaragoza.

La diferencia de edad, se llevan cinco años, hizo que la aventura de Casa Pedro comenzara con el hermano menor, Javier, trabajando los fines de semana en el restaurante mientras terminaba sus estudios culinarios. Esta circunstancia demuestra que el esfuerzo tiene su recompensa, ya sea a modo de premios o de la sonrisa de las personas que entran por la puerta de Casa Pedro.

La satisfacción con los clientes es para Luis Antonio y Javier Carcas una de las claves de su éxito, ya que son conscientes de que, más allá de los premios, ellos son sus mejores críticos. Para ofrecerles un buen servicio, están en continua perfección de sus creaciones culinarias. "Cada día intentamos hacer las cosas mejor e innovar. El objetivo es que la gente salga contenta de nuestro restaurante", sentencia Javier. Comensales que podrán degustar platos de calidad en los que el cariño puesto por los hermanos Carcas es el mejor ingrediente.

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