Reivindicando el papel de la cerveza en la cocina y en la mesa

Reivindicando el papel de la cerveza en la cocina y en la mesa

A lo largo de sus 118 años, la cervecera independiente Ambar ha hecho de Zaragoza una de las ciudades de referencia para los amantes de la cerveza. Pero ha sabido ir más allá y elevar el concepto de esta como lubricante social al de protagonista en los fogones para el disfrute de los paladares más exquisitos.

Antonio Fumanal, maestro cervecero, y Angel Campo, beer somelier.
Antonio Fumanal, maestro cervecero, y Angel Campo, beer somelier.
Beatriz Pitarch

Cuando uno fantasea con tomarse una cerveza, la mente construye una imagen casi idílica de una copa llena de líquido ambarino, con la medida exacta de espuma resbalando por el límite del recipiente. Un sueño que requiere compañía, pues no hay mayor placer que disfrutar de esta bebida rodeado de aquellas personas que convierten este sencillo acto en un ritual que apetece repetir con asiduidad. Claro que todo mejora si la copa perfecta se puede maridar con un surtido de tapas, un revuelto de setas de temporada, unas chuletas de Ternasco de Aragón o un rape a la marinera.

Zaragoza, una de las ciudades cerveceras por excelencia, tiene la suerte de poder disfrutar de ambos placeres en cualquier momento; aunque el certamen Tenedores Cerveceros de Ambar, que se celebra del 23 de noviembre al 2 de diciembre, es la excusa perfecta para ello. Durante diez días, más de 40 establecimientos de la capital aragonesa ofrecerán menús especiales elaborados y maridados con cerveza. Estas jornadas son así un punto de encuentro entre los mejores restaurantes de la ciudad y las más de veinte referencias de la fábrica más antigua de España.

Es allí donde Antonio J. Fumanal, maestro cervecero, y Ángel Campo, ‘beer somelier’, consiguen crear una cerveza perfecta que se disfrute en barra y también en mesa, pues su dilatada experiencia con esta bebida milenaria les sirve para confirmar el papel tan importante que juega en los fogones y durante el maridaje de cualquier plato. Y no es para menos, pues las propiedades de la cerveza son capaces de potenciar los elementos y la intensidad de cualquier elaboración que uno pueda imaginarse, consiguiendo que cada bocado sea una experiencia gastronómica mágica.

Antonio J. Fumanal, maestro cerveceroPregunta: Ahora mismo, ¿qué se llevaría a la boca? 

Respuesta: Un par de langostinos con huevo duro, rociados con mayonesa y salsa de soja.

P: ¿Y algo que pudiese comer sin llegar a aburrirse 

R: Nunca me canso de unas verduras aliñadas con un buen aceite de oliva.

P: ¿Cuál sería el aroma de la infancia para usted?

R: El fuego de leña... Hay mucho de este recuerdo en Ambar Mari Castaña.

P: ¿Qué libro le da hambre?

R: ‘Los pilares de la Tierra’, de Ken Follet.

P: ¿Y qué película le da sed?

R: ‘Mad Max’, protagonizada por Mel Gibson.

P: ¿Qué elegiría para regar su última cena?

R: Una Ambar Especial.

P: ¿Cuál sería un tesoro gastronómico infravalorado?

R: Los espárragos de punta morada.

P: En un picoteo rápido para el aperitivo, ¿qué elige?

R: Olivas negras, longaniza de Graus y almendras tostadas. Si es festivo, le añado una Ambar Export.

P: ¿Tiene alguna manía cuando se pone a cocinar?

R: Abusar del aceite de oliva.

P: ¿Cuál es su definición de pegarse un homenaje?

R: Disfrutar de un plato de borraja con almejas, un chuletón gallego y un yogur artesano de Villa Villera con un poco de chocolate negro.

P: Si abre la despensa, ¿qué tres productos encontraría?

R: Aceite de oliva, chocolate y tomates rosas. Y, por supuesto, tres tipos de cerveza.

P: Atrapado en el Día de la Marmota, ¿con qué cerveza le pillan en la mano?

R: Dependiendo... Si es por la tarde, una Ambar Especial, pero si es al mediodía, la 0,0.

P: ¿Se anima a confesar una herejía cervecera?

R: ¡Tomarme una Radler!

Ángel Campo, beer somelierPregunta: Ahora mismo, ¿qué se llevaría a la boca?

Respuesta: Pulpo a la brasa, aceite de oliva y unas patatas asadas.

P: ¿Y algo que pudiese comer sin llegar a aburrirse?

R: Soy de comer de todo... y siempre con una cerveza.

P: ¿Cuál sería el aroma de la infancia para usted?

R: Entrar a la casa del pueblo después de un tiempo, que huele a cerrado y a humedad.

P: ¿Qué libro le da hambre?

R: Lo que más tengo son libros de cocina y cualquiera de ellos me abre el apetito.

P: ¿Y qué película le da sed?

R: ‘Resacón en las Vegas’.

P: ¿Qué elegiría para regar su última cena?

R: Si supiese cuál es mi última cena, me gustaría llegar creyendo que he tenido una vida plena, una vida de diez, así que elegiría una Ambar 10.

P: ¿Cuál sería un tesoro gastronómico infravalorado?

R: La patata. ¿Imaginas un restaurante donde sirven comidas sin este ingrediente?

P: En un picoteo rápido para el aperitivo, ¿qué elige?

R: Un salmón ahumado con un poco de aceite de oliva y eneldo.

P: ¿Tiene alguna manía cuando se pone a cocinar?

R: Hacerlo yo mismo.

P: ¿Cuál es su definición de pegarse un homenaje?

R: Hacerlo no depende solo de lo que comes o bebes, sino de con quién lo haces.

P: Si abre la despensa, ¿qué tres productos encontraría?

R: Hay verduras y hortalizas, queso y cerveza.

P: Atrapado en el Día de la Marmota, ¿con qué cerveza le pillan en la mano?

R: Con una Ambar Especial, de trago fácil y de disfrute.

P: ¿Se anima a confesar una herejía cervecera?

R: Mezclar cerveza: a veces el resultado tiene un punto bastante interesante.

- Ir al especial 'Tenedores Cerveceros de Ambar'.