‘Goyosa’ es una palabra aragonesa que se refiere a alguien feliz o a la propia felicidad. Y hacer felices a sus clientes es el anhelo de Mateo Sierra, el cocinero oscense que saltó a la fama con su participación en ‘Masterchef’ y que abre su primer restaurante. Se llama La Goyosa y lo ha inaugurado este domingo. En la carta aparecen tapas y platos principales con un denominador común: son productos sin gluten, mezclan la influencia de cocinas de todo el mundo y tratan de presentar una originalidad que entra por los ojos a precios económicos.

Tras su paso televisivo por el programa de talentos, en 2014, la trayectoria del chef se ha ligado a cursos y talleres por todo el país y, sobre todo, ha convertido la cocina para celíacos en su bandera. El año pasado publicó el libro ‘¡Sin gluten! Deliciosas recetas para celíacos’. Un periodo de aprendizaje que sigue con la apertura de La Goyosa. Mateo no considera esta estación como el final de un viaje sino como una etapa más.

“Ha sido todo bastante intenso y rápido. Hablé con Carlos Lardiés, mi socio, y nos lanzamos a este proyecto con la intención de abrirlo en verano y arrancar para las fiestas de San Lorenzo. Es lo que tenía que pasar, acabar con lo que la gente siempre ha pedido desde que salí del programa”, comenta. ‘Masterchef’ marca la trayectoria vital y profesional del oscense. Allí utilizó con orgullo ingredientes de la tierra y en la carta se puede disfrutar, por ejemplo, de la trucha pyrinea de El Grado o de melón con sorbete de lima y albahaca y granizado de lima y limón.

El negocio supone “etapas que se solapan, no es un principio ni un final” y Mateo Sierra espera que “haya muchas más por llegar”. La experiencia de Lardiés y la presencia siempre mediática del cocinero componen “una sinergia que queríamos que funcionase. Cada uno aporta cosas para nivelar la balanza”. Mateo desea que “se disfrute desde la primera ostra hasta el último café, o al menos es lo que vamos a intentar”.

La carta no contiene gluten y alerta en cada variedad de la presencia de alérgenos como crustáceos, soja, lácteos, frutos secos o dióxido de azufre. Para el chef se trata de “llamar la atención del público. Es una oferta que no se encuentra en Huesca. Al final no nos definimos en un matiz o un tipo de cocina; es más una mezcla de influencias y la idea es que con el producto de aquí se puedan elaborar tantas cosas como sea posible”. A Mateo Sierra le inspiran cocineros sudamericanos, matices asiáticos y de Aragón, Cataluña y el sur de España.

No es un bar de tapas al uso ni un restaurante; lo define como de “gastrotapas”. “Puedes comer un plato contundente o picar algo. Jugamos con los dos espacios, la barra y la mesa”, explica. El local se ubica en la plaza de San Lorenzo, en el mismo espacio donde antes se encontraba el Tatau. El equipo de Mateo Sierra cuenta con cuatro cocineros, un camarero de barra y otra persona especializada en vinos. Y le han aconsejado “mil personas” qué era mejor y qué prescindible: “Ha ido todo rodado y esperamos que venga mucha gente del sector, son los más críticos y aprenderemos de ellos”.

La capital oscense suma tres estrellas Michelin con las del Lillas Pastia, Las Torres y el Tatau. ¿Aspira Mateo Sierra a la cuarta? “No me lo planteo. De momento, lo que quería era abrir porque mi idea es trabajar y que la gente disfrute con nuestra cocina”.