Los críticos entregan sus premios

Los miembros de la Asociación Española de Periodistas y Escritores del Vino (Aepev) entregaron la pasada semana sus premios a los mejores vinos y espirituosos de España en un acto celebrado en el Museo del Vino de Valdepeñas (Ciudad Real). El acto, presentado por el presidente de Aepev, José Luis Murcia, y por el director gerente de la asociación, Ernesto Gallud, contó con la presencia de la mayoría de bodegas galardonadas. Durante el acto se hizo entrega también del Premio Tácito a la cultura del vino, que recayó en Martín Códax por su apoyo al desarrollo de la música popular. Quedaron finalistas Bodegas Juan Gil por su apoyo a bandas sonoras de películas y el CSIC por sus trabajos e investigaciones en torno al mundo del vino. El acto fue presentado por el vocal de Cultura, José Luis Jiménez. La Aepev presentó también su Manifiesto ‘Vino es cultura’.

Los socios de la Aepev han elegido los mejores vinos y espirituosos de España en una votación a doble vuelta en la que participaron la mayor parte de sus miembros, que tuvieron que decidir entre las 655 marcas propuestas en la primera fase del concurso, de las que pasaron a la final un total de 127 vinos y 42 espirituosos en los 11 capítulos a los que optaban.

Andalucía, con ocho vinos y espirituosos, fue la comunidad autónoma más galardonada, seguida por Castilla y León, con cinco marcas; Castilla-La Mancha, Cataluña y Galicia, con cuatro marcas; Comunidad Valenciana, Extremadura y Navarra con dos marcas, y Aragón, Canarias y La Rioja, con una marca en cada caso. El vino más votado, con 135 puntos, fue el PX Gran Reserva Toro Albalá 1986, que recibió el Gran Premio Aepev. El Premio Lavinia al generoso más votado recayó en Manzanilla Pasada Solear.

Tres Picos

El único vino aragonés galardonado en estos premios ha sido el tinto de garnacha Borsao Tres Picos 2016, de la D. O. Campo de Borja.

Es ya un clásico entre los varietales de garnacha aragonesa, con un color cereza picota muy intenso con tonos morados. En la fase olfativa, muestra una gran concentración de aromas de frutas rojas maduras con matices florales.

A su paso por la boca se presenta con una gran estructura, sobre la que se sustentan complejos sabores a moras, ciruelas y fresas muy maduras, con algunas referencias del roble, como tonos de cuero y vainilla. En la huella que deja, sobresale un tanino dulce y muy sedoso, con un final largo y una sensación redonda y de total equilibrio.

Los representantes de las bodegas de los vinos premiados, con sus respectivos diplomas.

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