Crac: buscando diferencias en los huevos rotos

En este local, esta popular elaboración se personaliza al máximo.

Pol Ballester y José Antonio Iranzo, del Crac.
Pol Ballester y José Antonio Iranzo, del Crac.
V. Castellano

Eliges una clase de huevo, decides cómo lo quieres cocinado, seleccionas la patata y, por último, los ingredientes para combinar y preparar unos huevos rotos personalizados. Es la fórmula del restaurante Crac, que se ha especializado en esta elaboración tan popular que busca diferenciarse en la capacidad de decisión que se le deja al cliente.

Esto último se evidencia, sobre todo, a la hora de elegir los ingredientes que acompañan a los huevos y a las patatas. Los hay clásicos, como los de trigueros y jamón, o con gulas, pero la gracia de sentarse a la mesa en este local reside en dejarse llevar por la imaginación y sentir en la boca, por ejemplo, la mezcla de turrón y wasabi (aporta el punto de picante justo y siempre se puede añadir más).

También se juega con la combinación de dulce y salado. Ahí están los huevos rotos de morcilla con chocolate y piquillos, o los de torrezno con membrillo. Del mar hay varias referencias, como la mezcla de bacalao y berberechos, además de los mejillones de lata, que se presentan con madejas. En otras versiones también se le da protagonismo a los frutos secos: foie, trufa y avellanas, y espinacas, queso cheddar y nueces.

En cuanto a los huevos, se ofrecen de gallina normales, ecológicos, camperos, trufados y los más especiales, de oca, pato y avestruz. Este último, para 8 o 10 personas. A la hora de cocinarlos se pueden elegir fritos, pochados y a baja temperatura, y también seleccionar las patatas fritas, panadera o en puré. Así que aunque la opción de comer huevos rotos parece muy trillada, en este establecimiento han sabido adaptar sus ingredientes y las distintas preparaciones a una forma de comer que, por ejemplo, en los países asiáticos se estila mucho aunque alrededor de otro recetario.

En cualquier caso, en Crac hay más opciones. La carta de picoteo incluye tres ensaladas; la más diferente, sin duda, la de bacalao con turrón de Jijona, salsa griega y vinagreta de piparra. Entre las verduras están muy conseguidas las que se presentan en tempura con cous-cous de langostinos y romescu, y el tataki y el tartar de atún, y el cremoso de pollo al curry con delicia de Aragón son algunos de los pescados y carnes que aparecen.

Además, entre semana se ofrece un plato del día (4 euros con bebida y pan), con recetas muy bien presentadas de pasta, legumbres o la hamburguesa de los miércoles.

Crac

Paseo de Fernando el Católico, 54. Zaragoza. Teléfono: 633 797 009. Horario: lunes, de 8.00 a 16.00. De martes a sábado, de 8.00 a 16.00 y de 20.00 a cierre. Descanso: domingo, cerrado.- Ver otros restaurantes recomendados

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