San Lamberto 2000 es una empresa de distribución que cuenta con más de 1.000 clientes entre bares, restaurantes y tiendas de alimentación. La mayoría están en Zaragoza y en el resto de Aragón, pero su radio de acción se extiende a 250 kilómetros alrededor de la capital aragonesa. Muchos de ellos se acercaron el lunes a Cuarte, donde tiene su sede esta empresa, para participar en la cuarta edición de la jornada gastronómica en la que 50 proveedores y un gran número de clientes se pusieron cara y disfrutaron de la degustación de un amplio catálogo de productos.

Asistieron empresas de toda España con sus novedades, así que la cita se convirtió en una gran cata degustación de productos gourmet. Ejercieron de anfitriones Joaquín y Alberto Gracia, la nueva generación que dirige San Lamberto 2000. "Ha sido un éxito rotundo –comentaron–, año a año tenemos que ampliar la ubicación porque cada vez vienen más proveedores y clientes con ganas de mostrar y conocer de primera mano nuestras señas de identidad: productos diferentes, innovadores y de calidad".

Durante la jornada, llamaron mucho la atención las conservas de pescado de Cantdelimar. Milagros Poza se desplazó desde Cantabria con una amplia variedad. "Empezamos con el pudin de cabracho, nuestro buque insignia, pero luego han llegado los de centollo o merluza con pimientos de piquillo y el changurro", informó. Pero la joya de la corona, sin duda, fue el pastel de pulpo a la gallega. Literalmente se lo quitaron de las manos.

A su lado, Jordi Terol, de Globalfoie, reivindicaba la calidad de su hígado de pato. "Hemos cambiado todos los protocolos de cría y cebo, sobre todo del maíz, adquiriendo uno en el Banco Mundial de Semillas del que tenemos un label para protegerlo". El resultado, un foie de un color amarillo espectacular que no necesita pasar por la plancha.

La idea de innovar estuvo muy presente en todos los expositores. Desde Toledo, Paloma González, de Torrecaza, mostró los que en apariencia eran unos vistosos bombones, una especie de guindas al marrasquino. "Es otra forma de degustar la caza; los tenemos de toro al vino tinto, de pato con mango y foie y de ciervo al romero". No fue la única novedad que llamó la atención, ya que también presentó un trampantojo de Ferrero Rocher, pero hecho de toro a la cordobesa, para comer después de freírlo.

Las mejores sardinas gallegas se vieron en el expositor de Montse Piñeiro, cuya empresa familiar, El Pescador de Villagarcía, está en Valladolid. Sardina ahumada, con ajo y perejil y en escabeche. Solo llevó estos tres productos pero levantaron gran expectación por la lustrosa presencia de unos lomos sin rastro de espinas.

Productos sin gluten. Entre las empresas que acudieron por primera vez se encontraban Mariscos Maresmar, Gran Cardenal, La Traiteur de París o Conservas de Navarra Dantza. También Dr. Schär, dando a conocer sus nuevos productos sin gluten para celiacos. Muy buena acogida tuvieron los formatos monoporción para restaurantes que no se quieren complicar la vida elaborando recetas sin gluten. Su propuesta: una solución con un menú completo con los ingredientes perfectamente aislados para evitar contaminaciones cruzadas.

En la nave de San Lamberto 2000 también estuvieron alumnos de la escuela de hostelería Topi, como Adrián Vela, preparando unas zamburiñas, o los cocineros Beatriz Allué y Óscar Viñuales, del restaurante El Origen de Huesca. Elaboraron un risotto con verduras y mollejas de pato para Brazal. Además, mostraron unos novedosos ‘snacks’ con arroz inflado de tinta de calamar, pimientos de piquillo y curry. Y, por supuesto, no faltaron los dulces y los helados y sorbetes naturales. El catálogo de productos de Sarrate, sin duda, fue uno de los que más triunfó.

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