Gastronomía

10 alimentos para comer cuando vas a la nieve

En la montaña,  a causa del frío se tiene a comer de más y a beber de menos. ¿El resultado? Que nos sentimos débiles y fatigados y además nos arriesgamos a volver a casa con unos kilos de más. Consejos para asegurarnos de mantener la energía suficiente sin engordar.

Las jornadas de esquí y nieve exigen alimentos que nos aporten energía.
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Un periodo de vacaciones en la montaña tiene efectos positivos sobre el organismo. El metabolismo funciona mejor porque se relaja y se libera del estrés. Pero muchas veces, la semana blanca amenaza con convertirse en un atentado a la báscula. Con el frío se suele comer más y beber menos agua. El miedo a vernos con pocas fuerzas en pista nos hace comer más y encontrarnos a la vuelta con problemas para abrocharnos el pantalón.

1.- Judías blancas y legumbres en general. Son una óptima fuente de proteínas vegetales, energéticos y  muy nutritivas. Las legumbres son ideales para combatir el frío porque son ricas en hierro.

2.- Chocolate. Es una excelente fuente de zinc y selenio, minerales muy valiosos para la salud del organismo. Además son antioxidantes y dan energía. Pero atención a las dosis, para evitar el exceso de azúcar y calorías, lo idean es consumir una porción de no más de 20 gramos de chocolate con al menos 70% de cacao.

3. - Coliflor. Las verduras contienen muchas fibra, sustancias que ayudan a tener a raya los ataques de hambre, Por otra parte, ayuda a la buena marcha de la regularidad intestinal que fuera de casa tiende a ser un poco vaga.

4.- Cebada. Alimento rico de vitaminas, en particular de aquellas del grupo B.

5.- Patatas. Son una auténtica mina de sales minerales, que ayudan a nuestro cuerpo a combatir el estrés físico derivado de las bajas temperaturas.

6.- Pollo. Es una importante fuente de proteínas fácilmente digeribles. Además tiene un elevado contenido de minerales y vitaminas y pocas grasas saturadas.

7.- Nueces. Toda la frutos secos oleaginosos tienen un importante poder calórico y energético y contienen grasas buenas que protegen nuestro organismo. Muy adecuadas para el desayuno pero también para un almuerzo a media mañana ya que además son muy fáciles de llevar mientras esquiamos, para aportarnos la energía necesaria en cualquier momento.

8.- Pan de centeno. Rico en fibras y con un bajo índice glucémico, es ideal para las situaciones que exigen un aporte prolongado de energía.

9.- Yogur. Rico en proteínas y grasas, el yogur blanco es perfecto para el desayuno combinado con fruta fresca o muesli. Supone el aporte justo para afrontar una jornada de esquí.

10.- Miel. Posee un elevado contenido en vitaminas y minerales útiles para descongestionar las vías respiratorias. Por otra parte, gracias a sus propiedades revigorizantes aumenta la resistencia física. La mejor manera de tomarla es poner media cucharilla en una infusión.