Se dice en diferentes ámbitos de la vida que en la humildad está muchas veces la excelencia y, en el complejo mundo del vino, esa máxima no es una excepción. Un claro ejemplo de ello es el primer vino embotellado que sale de la bodega Hermanos Torcal, ubicada en Cariñena y acogida a la denominación de origen.

Es el primer vino que embotellan pero esta empresa familiar cuenta con una larga tradición vitivinícola hasta el punto de que actualmente está al frente la quinta generación de la familia. Hasta ahora, vendía toda su producción, de un millón de litros anuales como media, a granel. Tiene alrededor de 120 hectáreas de viñedo en propiedad, con algunas fincas a una altitud de 680 metros y con las variedades garnacha, syrah, cabernet, tempranillo, cariñena, y las blancas macabeo y chardonnay.

En cuanto al vino en cuestión, para empezar, el diseño de la botella es elegante, original y enraíza claramente con la simbología aragonesa, en concordancia con el nombre tan aragonés con que ha sido bautizado, Cachirulo. Se hace con un 'coupage' de vinos de garnacha y syrah y tiene una gran potencia olfativa, con aromas limpios de fruta fresca que recuerdan el ambiente que se vive en las bodegas en épocas de vendimia. Tiene una entrada potente en la boca, en la que el vino despliega una sensación envolvente para dejar un final suave con un largo recuerdo. Muy adecuado para acompañar tapas, pastas, arroces y cualquier plato de carne e incluso pescados grasos.

El precio de cada botella está en torno a los 5,50 euros, muy razonable para las prestaciones que ofrece este nuevo producto.

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