Pocas cosas hay tan gratificantes como saciar el apetito del cuerpo después de haber alimentado el espíritu con los más bellos paisajes que uno puede encontrar en el siempre sorprendente Pirineo aragonés.

Lo último casi siempre está asegurado, en cualquiera de los múltiples valles en los que el viajero puede adentrarse a lo largo de la cordillera pirenaica. Lo otro no está tan claro, con lo fácil que es hacer una cocina honesta aprovechando el producto y la temporada.

Un claro ejemplo de lo bien que se puede comer en nuestras montañas después de haber disfrutado de una excursión, de haber descendido por un precioso barranco o de distraerse en el parque faunístico de Lacuniacha es el restaurante del Albergue Bosque del Betato, en Piedrafita de Jaca, en pleno corazón del valle de Tena.

Hace pocos meses que este establecimiento cambió de gestión, pasando a manos de una pequeña sociedad empresarial en la que el cocinero Esteban Ruiz es la cabeza visible y en la que están también su esposa, Cristina, el empresario Pedro Cubero y su mujer Loles. Ruiz es un chef que sabe lo que tiene que hacer en los fogones, como ha puesto de manifiesto a lo largo de su carrera (antes gestionó con gran acierto el establecimiento zaragozano De Roble, en la calle del doctor Casas).

En Piedrafita han puesto en marcha una atractiva oferta gastronómica sustentada en un producto de calidad –muchas de las materias primas provienen de la zona– elaboradas siguiendo el recetario tradicional. Y, lo más importante, a un precio más que razonable. Si a eso añadimos un marco incomparable, un servicio profesional y una carta de vinos más que notable, el éxito entre la clientela está asegurado.

Buena muestra de ello es que durante el poco tiempo que lleva abierto con el nuevo equipo, el restaurante ha registrado unos altos índices de ocupación.

El menú del día resume muy bien esta filosofía. Por 12 euros (el menú infantil cuesta 8), se puede elegir entre cinco o seis primeros, otros tantos segundos y varios postres. Incluye el vino, un cosechero riojano muy rico que sale de la bodega Conde Valdemar, algunas de cuyas referencias están también presentes en la carta de vinos.

Hay platos de pasta, ensaladas o gazpacho –entre los primeros– y segundos a base de pescado y de carne (exquisitas las chuletillas de cordero a la brasa con patatas fritas caseras). Como colofón, no faltan los helados o propuestas caseras, como la tarta de queso o la panchineta.La carta de Bosque del Betato

Algunos de los platos del menú derivan directamente de la carta o se aproximan mucho. Por ejemplo, las chuletillas de cordero se sustituyen por costillas en esta última. O las bien conseguidas migas a la pastora con huevo o con uvas tienen a veces su hueco en el menú del día. Entre los entrantes, a destacar el revuelto de queso de Gabás, el gazpacho casero o el paté de hígado de oca a la campaña.

Entre los segundos predominan las propuestas carnívoras. El ovino y el vacuno copan la mayor parte de ellas y no falta el steak tartar que tan bien sabe preparar el chef o los pescados que llegan cada día del Cantábrico. Hay que anotar, además, las fondues –de queso o de carne–, que han tenido una acogida inmejorable entre los parroquianos y cuya demanda irá para arriba cuando llegue la temporada invernal y los esquiadores hagan un alto en el camino para recuperar fuerzas en este establecimiento.

En otoño se podrán disfrutar los platos de setas con jornadas gastronómicas que ya se están programando. Entre tanto, hay tiempo de disfrutar de su terraza veraniega, con unas vistas espectaculares de la sierra de la Partacua, y en la que los niños pueden campar a sus anchas.Restaurante Albergue Bosque del Betato

Calle de Costareta, 3. Piedrafita de Jaca (Huesca) Teléfono 974 09 04 03 www.elbetato.com Horario de apertura: ininterrumpidamente, de 8.00 hasta cierre, después de las cenas y copas. Abierto todo el año, no cierra por descanso semanal. Dispone de terraza con juegos para niños.

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