El puerro, una hortaliza que previene enfermedades

Hay decenas de viejos remedios que lo incluyen entre sus ingredientes por su acción curativa.

Puerros recién cogidos de las Cinco Villas y listos para enviar
El puerro, una hortaliza que previene enfermedades
A. G. C.

El puerro casi fue antes un medicamento que un alimento. De hecho, en Europa, durante la Edad Media, se convirtió en una de las hortalizas más consumidas y salvó de la hambruna y de enfermedades como la peste a muchas personas. Hay decenas de viejos remedios que lo incluyen entre sus ingredientes. Hipócrates ya observó su acción curativa entre los enfermos con hemorragias nasales, que los griegos llamaban hemoptoicos.

Desde entonces hasta nuestros días, se le han atribuido numerosos poderes que van desde "hacer más fecundas a las doncellas" hasta curar las mordeduras de serpientes, pasando por la neutralización de hongos, el alivio del lumbago o de la embriaguez.


Al margen de estas consideraciones, su bajo valor calórico permite incluirlo en dietas de control de peso siempre que se cocine a la plancha, al horno, rehogado con poco aceite o en el microondas. Además, por su elevado contenido en fibra, aporta sensación de saciedad.


Los mejores y la mejor forma de consumirlos

?A la hora de consumir los puerros conviene seguir algunas pautas. El bulbo blanco y alargado se corta en sentido longitudinal para separar bien sus láminas y eliminar la tierra que queda entre ellas. Las hojas verdes se pueden utilizar para la elaboración de sopas o clarificar caldos.


Los de otoño e invierno son los más gruesos y de un sabor más fuerte, mientras que los de verano son más pequeños y suaves pero suelen tener un corazón leñoso que rebaja su calidad. Cuando el tallo se endurece hay un truco para hacerlos comestibles. En una sartén tapada, con un buen trozo de mantequilla, se deja que suden sin prisas. Durante este proceso los almidones caramelizan lentamente y, al final, resultan muy dulces y delicados.


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