"He buscado recetas económicas para todos"

Esta carnicera en paro mallorquina de 31 años se desveló pensando en el menú que prepararía si llegaba a la final del concurso. "Tenía claro que iba a meter los espárragos de mi padre", dice.

Pepe Rodríguez entrega el trofeo a la ganadora. Vicky se lleva 100.000 euros y publicará un libro.
"He buscado recetas económicas para todos"
RTVE

Que Jordi Roca, el mejor repostero del mundo, acabe asombrado después de probar el postre de un cocinero amateur solo pasa en 'Masterchef' (TVE). Y es que Vicky, la carnicera en paro mallorquina de 31 años, sorprendió en la final del concurso (el miércoles) a propios y a extraños cuando se convirtió en la ganadora gracias a su 'mousse' de guacamole y piña y sus esferificaciones de alcaparras. Pese a su reciente fama y el libro de recetas que va a publicar este lunes, su proyecto de restaurante va a esperar: "Primero tengo que aprender".

Fueron 9.000 candidatos y usted ha sido la primera.

Pensaba que ni me iban a seleccionar en el castin. Ahora hago hasta esferificaciones. Si entrar ya es chungo, ganar es lo mejor. Mi familia y mis amigos están emocionados, la mayoría no lo sabían y ya tenía muchas ganas de decírselo. ¡Está Mallorca revuelta!

Sorprendió a los hermanos Roca en la final.

Cuando les vi entrar fue demasiado. Siempre soñaba con llegar a la final y por eso tenía claro que los espárragos de mi padre iban a formar parte del menú, estaba cantado. Pero sorprender al jurado requiere que te comas mucho la cabeza, no podía ni dormir pensando en el menú, es una locura.

Y el mejor repostero del mundo puso una cara…

Estaba un poco preocupada cuando le di a probar el postre porque estaba basado en el suyo, me podía haber dicho simplemente que estaba bueno para salir del paso pero puso una cara de satisfacción… No sé, fue muy guay.

¿Hemos visto a la Vicky real?

Se me ha visto tal como soy. El público me ha visto enfadada, alegre, de cachondeo... A mí, además, no me ha importado salir guapa o fea. Estoy segura de que habrá gente a la que le caeré mal.

¿Su mayor rival?

Desde el principio apunté en mi diario, con fecha y todo, los que yo creía que iban a quedar primeros. Mi apuesta eran Mateo, Emil y Cristóbal, y casi acierto. Les veía los más fuertes, no me equivoqué.

¿Qué le pasaba cada vez que Jordi Cruz se le acercaba?

Es el más duro de los jueces y el chico guapo, y eso me imponía mucho. Me daba mucha vergüenza que se me acercara cuando estaba cocinando… ¡Como si tuviera quince años!

¿Qué receta no va a faltar en su libro de cocina?

Sobre todo, he buscado recetas económicas que todo el mundo pueda hacer. Caldereta de rape y marisco, que entra muy bien. Por supuesto está la mousse de aguacate de la final. De entrante hay un plato de mi padre, un plato que hacía él con huevos de codorniz y pimiento. Es un libro de cocinillas.

No hay ninguna con flor de ajo.

(Risas) No, no hay ninguna. Pero esa flor se le puede incorporar a todo lo que tenga ajo…¡Pero solo una, que empacha mucho!

¿Piensa en abrir restaurante?

Primero quiero aprovechar el curso en Le Cordon Bleu y luego seguir con la gastronomía. No me quiero dedicar a otra cosa y si en un futuro se puede montar un restaurante pues lo montaré, pero primero hay que aprender.

¿De quién se lleva mejor recuerdo?

De mis compañeras de habitación, Lorena y Milagrosa. También he compartido bastantes momentos con Emil y con Mateo. Pero con los que más me he reído ha sido con Miguel Ángel y Cristóbal.

¿Qué le pareció el regreso de Gonzalo en la final?

No lo esperábamos, hubo un poco de rifirrafe con los temas pasados, pero él se tenía que despedir de todos. Yo me llevaba bien con Gonzalo.

Ese día vimos las primeras imágenes de la convivencia.

Había mucha gente que se escaqueaba siempre de la limpieza... Milagrosa era la que más fregaba, yo pasaba de cocinar en la casa porque había demasiada gente en la cocina siempre, una locura.

¿De dónde le viene el gusanillo por la cocina?

Siempre me ha gustado pero no quería entrar a trabajar en un restaurante porque no me gusta que me manden. Además, son muchas horas y está muy mal pagado.

Por eso llevaba mejor las pruebas en las que era capitana...

Al principio me costó, luego mejor. Me gusta mandar.


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