Vegetales con sello ecológico y de calidad

La Huertaza acaba de cumplir un año ofreciendo verduras y hortalizas de cercanía y recuperando algunas variedades en riesgo de desaparición.

Beatriz Hurtado, encargada de La Huertaza.
Vegetales con sello ecológico y de calidad

El proyecto de La Huertaza nació hace poco más de un año con las ideas muy claras: ofrecer productos hortofrutícolas de calidad y cultivados en las proximidades de Zaragoza; apostando por el sello ecológico, por ofrecer un precio justo a los agricultores y recuperar variedades locales que se habían ido perdiendo.


A la conquista de estos objetivos se embarcaron varias familias de agricultores y de consumidores y el resultado más visible fue la tienda que abrió en el barrio del Rabal (calle Jardines Aguilar de Ebro), en una zona de nuevo desarrollo junto a la Estación del Norte. Una de las socias, María Martínez, comenta "la necesidad que vimos de ofrecer productos frescos ecológicos a diario, ya que los mercados agroecológicos que se celebran cada 15 días no cubren esa demanda".


Desde ese punto de partida se empezaron a encajar todas las piezas. Al proyecto se sumaron Sebastien, Mario y Víctor desde Movera recuperando la casi desaparecida huerta zaragozana, y donde antes había cereal o alfalfa cultivados con agroquímicos plantaron hortalizas y verduras libres de pesticidas. Desde Perdiguera, en los duros Monegros, Fernando y Gerardo ofrecen sus patatas, cebollas, puerros, borrajas, tomates… aprovechando el agua del subsuelo gracias a la energía del viento. Y desde Tarazona, Carlos llega toda las semanas con la rica y variada cosecha de la ribera del Queiles.


Su apuesta es por el producto de temporada y de cercanía, pero David Olmo, que colabora en tareas de sensibilización, explica que "también hay que tener en cuenta lo que demanda el consumidor y en esta época, por ejemplo, que en Aragón no hay pepinos ni tomates, contamos con un grupo de agricultores de Málaga que nos abastece; también de cítricos, que en nuestra zona no se pueden conseguir". En este sentido, se trabaja directamente con los productores, "planificando las plantaciones para no quedarnos desabastecidos y, además, cultivando aquellos productos que más piden los clientes".


Y es que el agricultor es uno más de esta gran familia, el que cosecha las verduras y hortalizas y en apenas unas horas las ofrece a los consumidores sin intermediarios y sin haber pasado por las cámaras de frío, en el momento óptimo de maduración para su consumo.


El interés por recuperar los sabores que antes ofrecían las frutas y verduras es otra de las grandes apuestas. "El año pasado –explica María– tuvimos 15 variedades distintas de tomates que en algunos casos estaban a punto de desaparecer y que solo se podían encontrar en nuestra tienda".


Supermercado ecológico

Con el paso del tiempo, lo que nació como una verdulería ha ido creciendo con la presencia de otros productos ecológicos. Primero fue en un pequeño rincón y hoy ocupan casi la mitad de la tienda. Desde conservas, cereales, vino, aceite, frutos secos, zumos o leche hasta geles o cremas para el cuidado personal y alimentos preparados para bebés. "Los padres con niños pequeños, aunque no consuman ecológico, parece que están más sensibilizados con la idea de ofrecer a sus hijos una alimentación sana –comenta David Olmo– y la verdad es que son productos que tienen una gran demanda".


De momento, La Huertaza solo cuenta con una tienda en la margen izquierda, donde se puede ver físicamente todo lo que se ofrece y hacer la compra. Como alternativa, funciona un servicio de reparto a domicilio (976 207 321) que cubre Zaragoza y los barrios rurales. Tras realizar el primer pedido, los clientes reciben todas las semanas un correo con la disponibilidad de productos, de forma que cómodamente pueden hacer la compra y recibirla en casa con un pequeño suplemento (3,5 euros).


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