Cómo cocinar las croquetas

Deben freírse con mucho aceite, limpio y bien caliente.

Croquetas, una preparación que permite aprovechar restos pero que exige dedicación y cariño en la cocina
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ALMOZARA FOTOGRAFíA

Uno de los riesgos que se corre con las croquetas, si la masa queda muy fina, es que se abran, sobre todo si hay que moverlas para freírlas. Para evitarlo, hay que incorporarlas a la sartén o a la freidora con el aceite limpio y bien caliente, y a ser posible que las cubra por completo para que se hagan al mismo tiempo por todas partes.


La croqueta tiene que estar dorada, pero en ningún caso se tiene que llegar a quemar. Sobre qué aceite utilizar, el chef Iván Puyuelo apuesta por uno con poca potencia aromática "para que no altere los sabores, aunque el de girasol también es una buena opción". Una vez fritas, hay que escurrirlas bien y ponerlas sobre papel absorbente que empape la grasa. Como mejor apreciamos sus características es recién hechas, aunque respetando unos minutos de reposo, ya que si están muy calientes no se disfrutan igual. 




Buenas y malas prácticas

En relación a las croquetas, hay algunas buenas y malas prácticas que también conviene tener en cuenta. En relación a las primeras, por ejemplo, dejar reposar la masa de un día para otro antes de freírlas. A la hora de empanarlas, los cocineros consultados se decantan por utilizar solo huevo y pan rallado, ya que, a su juicio, no es necesario cubrirlas previamente de harina. Ni, por supuesto, recurrir a un doble empanado. Al chef Iván Puyuelo le gusta utilizar harina fuerte (se suele usar en pastelería) y leche entera, ya que liga mejor la masa. 


En cuanto a las malas prácticas, una que desaconseja totalmente la cocinera Mari Carmen González es la de recurrir a una pastilla de caldo para potenciar su sabor. "Es lo peor que se puede hacer porque solo van a saber a esa preparación y apenas vamos a percibir los ingredientes que hemos utilizado", concluye.


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