De tapeo

Casa Lucía: salazones, 'guardias civiles' y mucho más

Esta cervecería ha encontrado su hueco en una zona residencial de Zaragoza alrededor de una propuesta de tapeo más propia del Tubo.

Javier Muniesa, en la bien surtida barra de Casa Lucía.
Salazones, 'guardias civiles' y mucho más
ALMOZARA

Por mucho que en los últimos años este bar haya visto cómo a su alrededor abrían establecimientos nuevos, da toda la impresión de que tanta competencia apenas le ha hecho daño. Situado en el distrito Universidad, justo enfrente del centro comercial Aragonia, su propuesta de tapeo es tan diferente a la que se percibe en los aledaños, que en esa diferencia ha encontrado su hueco y a una clientela muy fiel.


Casa Lucía encajaría perfectamente en cualquier esquina del Tubo, donde podría ser uno más. Sin embargo, en esta zona residencial de Zaragoza, de grandes bloques y urbanizaciones con un nivel adquisitivo medio-alto, supone todo un aliciente. Hoy, su fuerte, como hace cuatro años cuando abrió, son los salazones. Entre sus propuestas estrella hay una peculiar versión del 'guardia civil' (2 euros) en la que el tomate ha sido sustituido por bonito en escabeche, acompañado en el bocatín por la sardina de cubo o rancia, pepinillo y pimiento del piquillo en sus dos versiones, picante y sin picar.

La materia prima y el tratamiento de los salazones es realmente bueno, especialmente en la anchoa salmuera que aparece sobre pan recién tostado, bañada en vinagre de Módena rebajado en vino blanco, aceite y perejil. La ventresca de atún también se puede degustar en salazón y tampoco suelen faltar la mojama, las huevas de maruca o el conocido como 'capellán', una variedad de bacalao desmigado que se presenta sobre una cama de almendras y aceite. En todos los casos el precio de estas tapas es de 1,50 euros.


En la lista de especialidades de Casa Lucía hay que hacer referencia a las raciones para compartir dos personas (entre 2,50 y 3 euros) donde, de nuevo, se mira mucho el producto de calidad: torreznos y picadillo de Soria, chorizo ahumado de León, migas con piña… No faltan tampoco las croquetas (1,50 euros) en su versión más tradicional (jamón y bacalao) o buscando nuevos sabores (de marisco y manzana, y de queso roquefort con pasas), pudiendo culminar el picoteo con media docena de tostadas entre las que la estrella, sin duda, es la de foie con rulo de cabra y azúcar caramelizado.

Pero en esta cervecería no se deja de innovar constantemente y en esa línea de ofrecer nuevas propuestas encaja el plato del día (6 euros, con postre y bebida) donde pueden aparecer un pastel de carne, una lasaña o un arroz. Los fines de semana, además, se ofrecen hasta 5 arroces diferentes (8 euros la ración) y han empezado a asar pollos rellenos con ciruelas, huevo y boloñesa de carne (8 euros). Y el sábado y el domingo siempre hay una tapa o una ración especial, como las papas con mojo picón o las migas con gelatina de moscatel. En fin, que ilusión y ganas de trabajar no faltan en Casa Lucía.


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