García Becerril: "En la operación de las naves, yo no me he llevado nada de nada"

El exgerente de Plaza Ricardo García Becerril acogió ayer su primera condena por malversación en las obras de la plataforma logística como un "palo", ya que estaba convencido de que en el caso Naves iba a salir absuelto. "¿Cómo estoy? Destrozado. En esa operación no me he llevado nada de nada, ni hay una sola prueba de lo contrario", declaró a este diario tres horas después de conocer por sus abogados que le habían condenado a cuatro años de cárcel y a diez de inhabilitación, aunque no había ni querido leerse la sentencia. "Estoy en una situación límite, hasta las narices de todo", dijo.

García Becerril defendió la misma tesis que ha venido repitiendo desde un principio, la de que el único responsable de todo fue otro de los condenados, el exviceconsejero de Obras Públicas, Carlos Esco (PSOE), que también ejerció como consejero delegado de Plaza. "Solo actué por obediencia debida. Al director técnico de la sociedad pública no le condenan, pero a mí sí por poner mi firma, como hice durante años en todos los trámites y expedientes de la plataforma logística", lamentó.

El exgerente, que estuvo al frente de la gestión de la sociedad pública desde su creación en 2000 hasta su destitución en el verano de 2011, insistió en que el "nada tiene que ver" en la malversación millonaria de las naves que se encargaron a Codesport, la constructora de Agapito Iglesias, el tercer condenado. "Llevé unos cheques a firmar a Esco y me dijo que tenía que firmar. Ahí se acabó mi papel y por eso me condenan", dijo en referencia al sobrecoste de 8,7 millones de euros que Plaza abonó a Codesport sin que pasara por el consejo de administración.

Becerril insistió en que en esa operación "ni siquiera" tuvo "participación", por lo que no pudo ocultar su preocupación por la suerte que pueda correr en los otros dos casos penales abiertos en los tribunales contra él. "Ni me iba ni me venía. Estoy muerto, pasándolo muy mal", añadió.

Al igual que el resto, incidió en que los sobrecostes de 8,7 millones respondieron a unas obras extra solicitadas que realmente se ejecutaron por parte de Codesport, un extremo que se ha confirmado en la sentencia.

Mientras tanto, el exdirigente socialista declinó hacer declaraciones, remitió a su defensa y señaló que solo hablará cuando se cierren los casos abiertos sobre Plaza. Su abogado, Juan Monclús, manifestó que en la sentencia no se hace "ni mención" a que los acusados se repartieran dinero como se sostuvo en la instrucción, ya que acredita que la obra ejecutada coincide con los 32 millones de euros pagados por Plaza. "Y no tiene defectos ni mermas en las calidades", subrayó.

La defensa de Esco destacó que la pericial solicitada por el juzgado instructor queda "totalmente desacreditada" y la presentada por Plaza "ni se menciona". También recordó que la cuestión se reduce a si las obras extra solicitadas por su comprador final, Autocity, las debía pagar Plaza. Yenfatizó que el voto particular reconoce que su cliente no tenía atribuidas labores de gestión y sostiene que no está acreditado que conociera ilegalidades en los pagos "ni mucho menos intención de beneficiar de forma ilícita a un tercero".

Por todo ello, anunció que recurrirá ante el Supremo, al igual que harán el resto de acusados. Solo Agapito Iglesias y sus abogados prefirieron no pronunciarse sobre la sentencia.

La defensa del ex director técnico de Plaza Miguel Ángel Pérez Cervantes, ejercida por Carmen Cifuentes, manifestó su satisfacción por la absolución de su cliente. "El pronunciamiento se ha ajustado a la prueba que se desarrolló en el juicio", apuntó.

Cifuentes detalló que queda claro que no hubo desfase porque las obras aprobadas por el consejo de administración están debidamente justificadas. Yañadió que su cliente fue "ajeno" a la tramitación de los pagarés.