AGRICULTURA

Los huertos alegales recortan un 40% las ventas de los hortelanos en Zaragoza

La Asociación de Hortelanos de Zaragoza denuncia la competencia de las grandes superficies, la proliferación de explotaciones sin ningún control y robos en sus cultivos.

Borraja, alcachofa, espárragos y coles, son algunas de las especies que se cultivan en Ranlllas
Plantes y desplantes en la huerta zaragozana
P. Z.

Como si de una plaga se tratase. El sector hortelano de Zaragoza acusa unas pérdidas del 40% en sus ventas durante el último año. Esto supone una merma de unos 400.000 kilos de fruta y verdura, de los cuales casi 100.000 son robados. En una sola noche, los ladrones pueden llegar a sustraer entre 300 y 400 coles o 300 kilos de borraja.


Además de los robos, la Asociación de Hortelanos de Zaragoza se muestra indignada por la indefensión que sufren ante la competencia de grandes superficies y la explotación sin ningún control de varios cultivos de la ciudad.


En la capital aragonesa existen varios terrenos dedicados al cultivo de verduras y hortalizas en espacios urbanos. Al margen de la proliferación de huertos alegales, en la periferia de la ciudad, estos cultivos tienen como finalidad acercar al ciudadano la agricultura: a través de la docencia, en huertos escolares: y el aprovechamiento y cuidado por entidades sociales, como el centro de mayores de San Blas, el colegio Santo Domingo y el centro de tiempo libre Cadeneta, en la calle de las Armas.


Este céntrico huerto forma parte del proyecto 'Estonoesunsolar', que recupera solares degradados del la ciudad para darles un nuevo uso. En este caso, el huerto es un éxito y en el asoman ya lechugas, tomates, cebollas y acelgas.


También existen iniciativas similares en el barrio de San José, Miralbueno, los minihuertos de la carretera de Castellón y Monzalbarba (de carácter privado), o la futura concesión de huertos sociales en Parque Goya.


En el Parque Luis Buñuel, junto al jardín botánico, se encuentra un extenso terreno con gran variedad de verduras,  y hortalizas: espárragos, lombardas, habas, alcachofas, acelga, cardo, patata, lechuga, espinaca, repollo, borraja..: Y hierbas aromáticas como lavanda, orégano, cebollino, hierbaluisa, salvia, romero, hierbabuena, ajedrea y romero...


Según fuentes municipales, este huerto está a disposición de los viandantes y usuarios que quieran hacerse con alguno de sus productos, previa petición a los jardineros que cuidan de este espacio, ya que «hay que tener experiencia para recolectar los cultivos». Allí acuden algunos ciudadanos incondicionales que vigilan el crecimiento de cada especie, aunque también «hay gente que no respeta nada y arrancan lo que quiere, a plena luz del día, incluso cuando estamos trabajando», afirma uno de los jardineros.


Las cosechas que no se recolectan se dejan «a modo de exposición». En general, las verduras y hortalizas de estos cultivos no se donan a entidades sociales porque «no son variedades de mucha calidad para el consumo», explican desde el Consistorio.


Para Manuel Calle, presidente de la Asociación de Hortelanos de Zaragoza, esta proliferación de huertos, tanto de uso público como privado, no le parece mal siempre y cuando su aprovechamiento «se destine a fines sociales y no a la comercialización fraudulenta, como está sucediendo en algunos casos». Calle incide en que «el sector hortelano en Zaragoza está sufriendo las consecuencias de una situación ya de por sí complicada« y que, ahora, tienen que enfrentarse a la proliferación de huertas alegales que venden sus productos a particulares y comercios sin someterse a controles ni asumir los costes que este gremio tiene que soportar; por lo que la competencia es desleal.


El auge de este tipo de huertos sociales se extiende en los barrios zaragozanos como una iniciativa que busca armonizar el entorno urbano y las relaciones vecinales y que, hasta ahora, no supone ninguna fricción con la Asociación de Hortelanos de Zaragoza. La protesta de este colectivo se centra en la mala práctica comercial que hacen algunos propietarios de huertos privados, por lo que exigen a la administración su colaboración para erradicar los huertos ilegales y la inmediata aplicación de las normas municipales de comercialización.