Cinco años de renacimiento de la horticultura

La Muestra Agroecológica de Zaragoza celebra este sábado con actividades de sensibilización y una degustación un lustro difundiendo la huerta ecológica y de proximidad.

Muestra agroecológica de Zaragoza
Cinco años de renacimiento de la horticultura

Y ya son cinco años. La Muestra Agroecológica de Zaragoza que cada mañana de sábado acoge la plaza de Sinués Urbiola de la capital aragonesa (detrás del Teatro Principal), celebra este sábado un lustro de vida como punto de encuentro entre agricultores ecológicos locales y consumidores.


De 9.00 a 14.00, una treintena de productores volverán a servir sus productos en una mañana de aniversario en la que habrá actividades infantiles y se repartirán bolsas reutilizables, planteros de tomate y material informativo sobre esta muestra y los beneficios de la producción ecológica.


Con motivo del Día Mundial del Medio Ambiente de hace cinco años se puso en marcha este mercadillo a iniciativa de UAGA-COAG, CERAI y el Comité de Agricultura Ecología de Aragón (CAAE), con la colaboración de la Agencia de Medio Ambiente y Sostenibilidad del Ayuntamiento de Zaragoza y el apoyo de múltiples asociaciones del ámbito medioambiental, vecinal y social. Y con la respuesta de los ciudadanos, que valoraron la alternativa a las actuales formas de producción y distribución: "Hay algunos productores que tienen colas impresionantes, la gente espera hasta una hora, y eso es porque el que va a comprar ve algo distinto", explica Jorge Hernández, miembro de CERAI Aragón y presidente Slowfood Zaragoza.


Al principio la muestra empezó cada 15 días, y posteriomente se consolidó todos los sábados, cuando acuden productores de una distancia inferior a 150 kilómetros, excepto en el caso de naranjas y limones, que no se cultivan en Zaragoza y se permite que vengan desde puntos más alejados.


Albaricoques de Utebo, azafrán de Blancas, aceite de Ráfales, hortalizas de San Mateo de Gállego y de Caspe o pan ecológico de Leciñena son algunos de los productos de esta cesta de la compra ecológica, todos ellos con certificación por el Comité Aragonés de Agricultura Ecológica.


La producción ecológica supone que en el cultivo de frutas y verduras solo se han utilizado fertilizantes orgánicos, y que carecen de residuos químicos de plaguicidas y pesticidas. El llamado canal corto de comercialización, es decir, la cercanía respecto al punto de producción y la ausencia de intermediarios, implica que la recolección se produce en el último grado de madurez, lo que significa más frescura de los productos, ya que no soportan transportes largos ni almacenamientos prolongados.

Demanda urbana

"El reto fue de restituir la horticultura en el Valle del Ebro, y ya empezamos a trabajar en el año 2006 con formación, etc. Pero llegó un momento en que tuvimos que crear lo que se llama la comercialización de productos, por lo que nos planteamos dar un salto a la calle, estar en contacto con el consumidor", explica Hernández, y así surgió esta iniciativa. "El mercadillo ha incentivado que aparezcan nuevos productores de horticultura ecológica- subraya-, además de ser responsable indirecto de la ‘huertamanía’, pues la demanda urbana ha crecido mucho, y cada vez más gente ya se hace sus propios huertos".


Zaragoza se suma así a todo un movimiento global que vuelve la vista a las formas de producción naturales y originarias, que prima la producción local y vela por un consumo responsable tendente a disminuir las tasas de contaminación y emisiones. "Líneas de acción como estas están implantadas en todas las ciudades del mundo. Incluso en Londres hacen huertos urbanos en el interior de las manzanas de las casas". De momento, en España, la muestra de Zaragoza parece estar sirviendo de modelo para otros lugares, pues "Zaragoza es de las ciudades de España que más en onda está con esta mentalidad, y ya se habla mucho de nosotros en otros lugares", concluye.