Economía

Los trabajadores de GM Europa rechazan negociar una reducción de sus salarios

EL FUTURO DE OPEL

Los representantes de los trabajadores de General Motors (GM) en Europa, reunidos en Amberes (Bélgica), han acordado no aceptar los recortes salariales por valor de 265 millones de euros anuales que la compañía espera lograr dentro del plan de saneamiento para sus factorías europeas.


El encuentro del Foro Europeo de Trabajadores de GM Europa, a la que asistió una delegación de empleados de la fábrica de Figueruelas (Zaragoza), también descartó convocar un paro de ámbito europeo hasta que GM detalle sus planes para el Viejo Continente en una reunión que se celebrará el próximo lunes en Rüsselsheim (Alemania).


"No descartamos ningún tipo de acción y la huelga está entre ellas. Pero estamos convencidos de que la negativa a negociar los ahorros tiene más capacidad de persuasión", explicó el representante de CCOO, José María Fernando, que asistió a la convocatoria en Amberes.


"GM pide la ayuda de los empleados y no vamos a dársela" de esta forma, insistió Fernando.


El portavoz del sindicato belga CSC, Luc Van Grinsven, coincidió con su colega español en unas declaraciones telefónicas hechas a la salida del encuentro, que se alargó durante unas dos horas: "No creo que sea el mejor momento para ir a la huelga", dijo.


El presidente del comité de empresa europeo, Klaus Franz, destacó que se necesitan 500 millones de euros para desmantelar la fábrica de Amberes, cuyo cierre fue anunciado la semana pasada por la cúpula de GM, y descartó que los trabajadores contribuyan con su esfuerzo económico a financiarlo.


Fernando también se pronunció sobre las declaraciones efectuadas hoy en Alemania por el consejero delegado de Opel, Nick Reilly, quien aseguró que el plan de reestructuración está listo y confió en lograr un acuerdo con los sindicatos en "las próximas dos o tres semanas".


La empresa espera que, entre otras cosas, los trabajadores participen en el plan de saneamiento con la mencionada renuncia salarial de 265 millones de euros anuales en el próximo lustro.


"Me ha parecido muy sorprendente que logre tener cerrado el acuerdo en pocas semanas. Hay que ser muy optimista al decir eso porque, a no ser que la empresa se retracte del cierre de la planta, estamos muy lejos de llegar a un acuerdo", dijo Fernando.


Además del apoyo sindical, Opel necesitará también el visto bueno de los gobiernos europeos que acogen factorías de la filial de GM para sacar adelante su plan de saneamiento.


Opel ha solicitado ayudas estatales para la reestructuración de la empresa por un monto de 2.700 millones de euros.


El presidente de la Comisión Europea (CE), José Manuel Durão Barroso, afirmó el pasado viernes en Bruselas que sigue "de cerca" la situación de GM Europa y que "se asegurará" de que el gigante automovilístico no reciba ninguna ayuda pública irregular para su viabilidad futura.

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