Economía

La negociación en Figueruelas se enreda sin avances en ningún campo

OPEL

Obviando las amenazas de la dirección, el comité estudia cómo protestar por el calendario.

El cielo está cargado en General Motors España. Después de que la dirección avisara el martes a los trabajadores de 'os riesgos' que acarrea su oposición al acuerdo sobre las externalizaciones alcanzado por Europa (de cara a nuevas adjudicaciones, por ejemplo), el comité parece querer dar una nueva vuelta de tuerca, aunque aún reflexiona sobre el método. Todos los sindicatos mostraron ayer su oposición a la estrategia empleada el martes por los responsables de GM España para imponer el calendario de vacaciones de verano, después de infructuosas conversaciones con las centrales. Pero nadie quiso dar un paso definitivo y pospusieron su reacción hasta el próximo martes.


Como primera respuesta se baraja la posibilidad de judicializar el calendario, llevándolo a un proceso que podría durar dos meses; la segunda opción es emprender movilizaciones y la tercera, presentar otra oferta para repescar el proceso y lavarle la cara.


CC. OO., en el ojo del huracán


La mayor parte de las centrales culpa a CC. OO. de que el proceso (iniciado en febrero) se haya congelado de nuevo, con los problemas que esto ocasiona a los trabajadores, que siguen sin poder planificar sus vacaciones, expusieron concretametne tanto en UGT como en OSTA. La vista se vuelve hacia CC. OO. ya que a principios de año acordaron con UGT las condiciones para aceptar el calendario de GM (basado en dividir la plantilla en dos turnos de vacaciones de tres semanas cada uno), unas condiciones que, según UGT "se han asumido en su gran mayoría". Sin embargo, CC. OO. rechazó el mes pasado aceptar el plan y solicitó ayer posponer cualquier decisión al análisis de sus asesores jurídicos, aunque creen "que no se puede aceptar así la imposición" de la compañía.


Una tercera alternativa, que no diferiría mucho de la anterior, podría ser la vía por la que opte Comisiones. Su portavoz, Antonio Carvajal, descartó la convocatoria de huelga por este motivo "porque sería matar moscas a cañonazos".


"Ahora estamos en el mismo punto que en febrero, después de las vueltas de CC. OO., en el mismo punto, pero en el mes de mayo, y esto sí que es una faena", señalaron en OSTA, abogando por iniciar nuevas acciones de protesta, como dejar de trabajar los sábados extraordinarios. CGT y USO tampoco impulsaron en la reunión del comité de ayer acciones propias y pospusieron su decisión al martes ya que, según reconocían fuentes del comité, "de haber presentado algo, cualquier propuesta hubiera salido adelante con los votos de una sola formación". Por otro lado, fuentes de la UGT expusieron que "cuando nuestro sindicato no marca la línea en el comité, nadie se atreve a dar el paso y a hacerlo", explicaron, en referencia a la situación creada.


En la reunión también se abordó la redacción de una serie de principios de 'solidaridad' entre plantas de la misma plataforma para impedir que las plantillas compitan entre sí por los modelos, una situación que ya se generó en la llamada 'batalla del Meriva' que Zaragoza ganó. En este aspecto, también hay discrepancias sindicales sobre la utilidad del acuerdo.


Todo esto ocurre en el marco de la negociación del convenio de la planta, y en un horizonte en el que se han anunciado más de 900 salidas de trabajadores este año.

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