LA COMPAÑÍA PRESENTARÁ UN ERE

Cierra la planta Wrigley en Tarazona y deja sin empleo a 160 trabajadores

Aunque la fábrica está trabajando al 25% de su capacidad, los empleados no se esperaban el final de la actividad. El consejero de Industria Aliaga recibirá al comité de empresa.

La planta que Wrigley tiene en Tarazona cierra de forma inminente. Responsables de la compañía así lo comunicaron ayer a sus empleados. El total de los 160 trabajadores se quedarán sin empleo y parece que esta misma semana se comenzarán a negociar las salidas.


La compañía comunicó sus intenciones a los empleados y al comité de empresa. La totalidad de la plantilla se verá afectada por el Expediente de Regulación de Empleo (ERE) que se pondrá en marcha en los próximos días para cerrar la factoría.

“Sabíamos que la cosa iba mal, como en todas las fábricas, y que había bajado la producción, pero no nos esperábamos un cierre así, sin más. La gente se lo ha tomado muy mal porque llevamos muchos años, nos conocemos todos y es una mala noticia sea donde sea”, dijo la presidenta del comité de empresa, Ana Carmen Kummerow.


En la planta turiasonense se produce caramelo depositado (Solano) y chicle con azúcar (Boomer and Hubba Bubba) para su venta en España y otras zonas. Durante los últimos años se han reducido de forma significativa los volúmenes de producción como consecuencia de un importante descenso en la demanda de estos dulces, lo que supone que la fábrica esté actualmente trabajando tan solo al 25% de su capacidad. “A pesar de las importantes inversiones realizadas en la fábrica y la mejora de los procesos productivos, no ha sido posible frenar esta tendencia”, aseguraron fuentes de la compañía mediante una nota de prensa.


Poca información

No se conocen más datos, ni plazos ni condiciones del ERE. “Saber no sabemos nada, solo nos han dicho que se va a cerrar la planta, que la información irá llegando en los próximos días. Pelearemos sobre todo por trabajo, y si no queda otra opción, porque las condiciones de los trabajadores sean las mejores posibles a la hora de irse de la fábrica”, confirmó Kummerow.


Desde el comité insistieron en que “la valoración es muy negativa”. “Tenemos que ir con mucho tiento porque esto no ha hecho nada más que empezar. Asumimos esta noticia con mucho miedo, no solo por la pérdida de los puestos de trabajo, sino por cómo se queda el sector de alimentación en Aragón y la situación que atraviesa nuestra comarca”.


El alcalde turiasonense, Luis María Beamonte, se reunió ayer mismo con el consejero de Industria, Arturo Aliaga. El primer edil de Tarazona mostró su disgusto por el cierre de la planta pero también su indignación “por la forma en que se ha producido”. “Le he pedido al consejero que la DGA vigile el ERE porque hay circunstancias que hacen dudar de los motivos de la empresa para cerrar”, indicó Beamonte.


Además, Aliaga se comprometió a recibir al comité de empresa, una decisión que trasladará el propio alcalde a los representantes de los trabajadores en una _reunión programada para hoy.


Con el anuncio de la fábrica de Wrigley, el futuro se presenta incierto para las familias de Tarazona. Y es que apenas han pasado unos días desde que otra de las grandes empresas que hay en la ciudad, Faurecia, anunciara un ERE de extinción que afectará a 60 trabajadores.


Representantes del sindicato UGT en la comarca calificaron la noticia como “catastrófica, porque recuperar todos estos empleos va a costar un montón de años, salvo que ocurra un milagro, es una situación para echarse a llorar”.


Por su parte, OSTA consideró que la decisión parece ser fruto de una “estrategia empresarial sin causa productiva justificada” y creen que “esta maniobra responde a un claro síntoma de deslocalización de la producción” hacia puntos con costes menores.