Jorge San José: "Indra está transformando la industria de la Defensa"

España participa con Francia y Alemania en el FCAS, un proyecto que revolucionará los sistemas de combate. Al frente de uno de sus programas clave está este zaragozano, ingeniero de telecomunicaciones y MBA en el IE Business School, que prevé importantes aplicaciones para el mundo civil.

Jorge San José, en las instalaciones de Indra en Madrid.
Jorge San José, en las instalaciones de Indra en Madrid.
Enrique Cidoncha

¿Qué es el proyecto FCAS?El Futuro Sistema de Combate Aéreo es un programa que pretende garantizar las necesidades de soberanía, disuasión y defensa en un escenario cada vez más disputado. Su principal eje de desarrollo es el programa NGWS, articulado a partes iguales entre España, Francia y Alemania. El objetivo es proporcionar capacidades colaborativas únicas a través de la interacción de sus tres sistemas: nuevo caza de sexta generación, vehículos aéreos no tripulaos y la nube de combate como elemento multiplicador de prestaciones.

¿Y cómo funciona esa nube?
Básicamente genera un espacio común que va a permitir gestionar y optimizar el uso de los recursos compartidos por los elementos que integran una misión, de manera que estén al servicio de todos de forma conveniente (no todos pueden tener el mismo acceso a los datos) y a demanda consiguiendo flexibilizar y acelerar la toma de decisión.

¿Qué ventajas competitivas ofrecerá a los cazas de combate?
La situación actual internacional muestra que la superioridad en la información y el acelerar y anticipar la toma de decisiones son factores clave. La nube de combate pretende dotar de nuevas capacidades a los cazas y en general a cualquier sistema, de tal forma que puedan asumir nuevas funciones de coordinación y potenciar la toma de decisión, procesando más datos .

¿A qué información se refiere? Mapas, situación del enemigo…
Hay un concepto muy práctico que es la conciencia situacional, que básicamente es saber qué tienes a tu alrededor (aliados, no aliados y condiciones de contorno). Gracias a la nube de combate vas a poder tener una foto mucho más completa, porque todos los activos van a compartir todo lo que les rodea. Va a ser una revolución, es algo en lo que está trabajando todo el mundo en defensa.

¿Qué papel jugará la Inteligencia Artificial (IA) en el proyecto? 
La IA tiene que ayudarnos en el proceso de toma de decisión, a identificar patrones y tendencias, descubriendo tácticas no exploradas o ayudando a reconocer todas las identidades a nuestro alrededor. Por buscar un símil, pretendemos desarrollar nuestro Alexa o Siri particular del mundo militar.

Si en algún sector es importante fijar unos límites claros a la IA es en el militar. ¿Habrá garantías?
La tecnología no puede tomar decisiones autónomas sin control humano. La seguridad en los sistemas de defensa es un asunto muy serio, y la aplicación de la IA en este sector requiere de un riguroso análisis de ética, transparencia y control. Estamos trabajando desde ya para definir la nueva regulación que permitirá la adopción de IA con esos límites.

¿Qué retos en ciberseguridad tienen que hacer frente?
Es indispensable una protección eficiente para evitar vulnerabilidades en ciberseguridad, un campo que está evolucionando muy rápido y cuyo principal reto será evitar que haya una contaminación de algún dato y que pueda extenderse a toda la red. Nos centramos en esas medidas de protección, madurando nuevas tecnologías.

¿Qué aplicaciones comerciales puede tener más allá del militar? 
La industria militar siempre es la que más retorno tiene al mundo civil. Pensemos en el GPS, el radar, el motor a reacción o las tecnologías de microondas... En los próximos años vamos a trabajar en cómo poder mejorar la computación distribuida, la IA, los modelos de lenguaje natural... Por supuesto que el mundo civil se va a aprovechar de todas estas innovaciones. En diez años estaremos utilizando nuevas tecnologías que habrán derivado de este programa, por ejemplo, en campos como el coche autónomo o nuevas formas de visualización de datos.

¿Cómo está repercutiendo en el panorama industrial español?
Indra es el coordinador nacional del proyecto y tiene que velar por los intereses del Ministerio de Defensa, la industria española y la soberanía nacional tecnológica. El FCAS es un programa transformador, por la inversión, por el alcance y por capacitación tecnológica que puede proporcionar a España. Nuestro reto es transformar la industria de la Defensa y que este programa tenga una gran repercusión en toda la cadena de valor del tejido industrial español, desde grandes empresas nacionales a universidades y ‘startups’.

¿Cuál es la inversión prevista y en qué plazos?
Tras finalizar dos primeras fases iniciales de concepto, ahora nos encontramos en una de maduración tecnológica que prácticamente abarcará toda la década. El objetivo es tener un primer sistema en serie en torno a 2040. En cuanto a la inversión, solo en el periodo 2023-2028 los países han comprometido 8.000 millones de euros. Todo ello para investigación que muchas veces será aplicable en el ámbito civil.

¿Está dinamizando el empleo especializado?
En Indra somos más de 350 personas trabajando en el proyecto y estamos desarrollando políticas de recursos humanos orientada a generar y retener empleo de calidad, también captando talento fugado, que está retornando de países como Inglaterra, Alemania o los países nórdicos.

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