La fusión de BBVA y Sabadell estrechará más el margen de elección de los clientes de banca

Concentraría el poder de tres entidades en depósitos y créditos aunque el sector insiste en que hay una "feroz" competencia..

Foto del banco Sabadell en Sant Cugat del Vallés
Foto del banco Sabadell en Sant Cugat del Vallés
Nacho Doce

El goteo de desaparición de bancos que ha vivido España desde que la burbuja inmobiliaria estallara en 2008 se ha llevado por delante no solo decenas de marcas reconocidas en sus territorios de toda la vida. También ha arrollado, en buena medida, con la posibilidad de tener más entidades para elegir a la hora de contratar un crédito, firmar una hipoteca, buscar un buen depósito o simplemente abrirse una cuenta. Los procesos de concentración conllevan "amenazas", tal y como ha indicado en varias ocasiones la Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia (CNMC). Y en ese riesgo de una menor capacidad de elección reside uno de los principales focos de la operación por la que BBVA ha anunciado que quiere hacerse con Banco Sabadell.

De salir adelante la integración, daría como resultado al segundo banco de España, muy cerca de CaixaBank y por delante del Santander. Entre las tres corporaciones abarcarían prácticamente tres cuartas partes del negocio financiero en España. El otro cuarto del pastel se lo repartirían entre no más de siete entidades que aún mantienen su actividad, no sin la tentación de unirse. Para la CNMC, uno de los organismos que tendrán la última palabra en la operación si finalmente llega a buen puerto, será primordial analizar la presencia de esta entidad en determinadas regiones. Y es que el banco resultante puede ser el único con presencia física en hasta medio centenar de códigos postales. Así es cómo Competencia mide el grado de invasión. Por barrios.

Limitaciones de la CNMC

En la última gran fusión bancaria que se produjo en España, la CNMC identificó 86 zonas en las que CaixaBank y Bankia tendrían una posición que rozaba el monopolio. Según el análisis del organismo, la nueva firma iba a ser la única entidad con oficina en 21 de esos códigos; y en el resto de localizaciones se encontraría en una situación de escasa presión competitiva. Por eso, la CNMC obligó a la entidad a que mantuviera durante tres años a los clientes de Bankia de esas zonas afectadas las mismas condiciones y términos que tuvieran suscritos en sus productos.

En la unión entre Unicaja y Liberbank, el organismo presidido por Cani Fernández detectó amenazas (también las denominaba así) para los clientes en varias zonas de provincia como las de Cáceres. Y aquí también obligó a que mantuvieran las condiciones, a que no empeoraran los precios con respecto a la competencia, instando a facilitar información transparente al cliente más afectado. Esto es, al que solo tenía un banco donde vivía.

Para Antonio Pedraza, presidente de la Comisión Financiera del Consejo General de Economistas, "este tipo de concentraciones producen un deterioro de la competencia y una exclusión financiera". En el primer caso, recuerda lo que ha ocurrido con la remuneración de los depósitos bancarios en estos dos años de subidas de tipos de interés: "Huele a oligopolio", insiste en su análisis, al apuntar que los intereses del ahorro en España se han mantenido en mínimos frente a lo que ha ocurrido en el resto de Europa donde, afirma, hay más competencia. Además, Pedraza señala otra realidad: la exclusión financiera que deriva de la alta concentración de los bancos. "Se da el caso de que no todo el mundo puede abrirse ya una cuenta, porque no tienes solvencia, no tienes informes favorables. Una cuenta pequeña estorba", explica. "La exclusión no solo es que no haya oficinas, sino que ya no son apetecibles una parte de clientes con baja aportación de fondos" para el banco.

"Hay alta competitividad"

Pese al riesgo de que ese intenso proceso de consolidación termine por desterrar del mapa a determinados clientes y regiones-con especial preocupación por las zonas rurales-el sector financiero defienden que el grado de competencia de la banca en España es todavía "feroz". Recuerdan que las pequeñas y medianas empresas (pymes) "se financian más baratas" de lo que lo hacen las alemanas.

También explican que cada vez son más los bancos 'online' que operan en España y que suponen una apertura del mercado con nuevas ofertas y productos bancarios frente a las grandes entidades. "Son jugadores relevantes que están ganando cuota de mercado de manera agresiva", indican en el sector. Además, en BBVA apuntan que la fusión permitirá ampliar la oferta de productos a los clientes gracias a la complementariedad de BBVA y Sabadell.

En la práctica, la posible fusión dejaría a los clientes con una opción menos para elegir, por lo que los supervisores seguirán muy de cerca la operación en esa compleja búsqueda del equilibrio entre la creación de entidades más grandes, capaces y sólidas, sin que eso implique un empobrecimiento del servicio.

El propio Banco Central Europeo (BCE) lleva años llamando a esas fusiones en el sector, aunque en términos transfronterizos que resultan imposibles de cumplir sin la existencia de una verdadera unión bancaria, en la que la falta de un fondo de garantía de depósitos común complica las uniones entre bancos de distintos países. En todo caso, el supervisor de los bancos europeos vería con buenos ojos la operación entre BBVA y Sabadell, ya que la entidad resultante sumaría para plantar cara a los competidores estadounidenses -y algunos asiáticos-, auténticos monstruos financieros que han dejado muy atrás a los grupos del Viejo Continente en términos de negocio.

Un difícil equilibrio

Pero la sombra del oligopolio en el que cada vez menos entidades copan un mayor peso de la actividad preocupa desde hace años. "La consolidación del sector bancario tras la crisis financiera ha sido más intensa en España que en otros países de su entorno", indica la agencia de rating Fitch. Sus expertos coinciden en que la fusión entre BBVA y Sabadell "aumentaría todavía más el poder de fijación de precios" de los mayores bancos del país.

Las cifras así lo revelan. La suma de BBVA y Sabadell implicaría que las tres principales entidades (CaixaBank, el banco resultante de esta posible fusión y Banco Santander) sumarían más del 75% de los depósitos y préstamos en España. Según los datos analizados [que comparan las cifras del balance de actividad de cada entidad con el total del saldo vivo de créditos y depósitos del Banco de España] estas tres entidades principales dejarían ya muy atrás a su más inmediato competidor, Bankinter, que se quedaría con una cuota del 7%.

La entidad ahora comandado por Gloria Ortiz ha sido la única -y con bastante éxito- que ha logrado sobrevivir sin 'casarse' con nadie durante estos 15 años de agitación bancaria, en los que España ha pasado de contar con 55 entidades operando en solitario a apenas una decena.

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