Horeca alerta de la falta de camareros ante el inicio de la temporada de bodas y banquetes

Fernando Martín, presidente de la Confederación de Empresarios de Hostelería y Turismo de Aragón, habla del "problema estructural" que sufre el sector y que se agudiza con el paso del tiempo. 

Imagen de 2022 de veladoresen la plaza de España de Zaragoza.
Imagen de 2022 de veladoresen la plaza de España de Zaragoza.
Javier Belver

"El problema de falta de camareros es notorio y muy grave", asegura Fernando Martín, presidente de Hostelería de Aragón, ante la llegada de la temporada de bodas y banquetes. "Hay que decir que no a algunos eventos que te piden los clientes porque no encontramos profesionales", señala este empresario al frente del hotel y restaurante El Patio de La Almunia de Doña Godina. En su caso, tiene a 35 trabajadores en plantilla y "necesitaría 5 o diez más para poder cubrir los fines de semana que vienen ahora en mayo y en verano, pero no los encuentras", dice.

"El problema se agrava con la llegada de la campaña de verano donde todavía es más difícil encontrar camareros y también cocineros, además de personal de la limpieza", recalca. "El problema no es de ahora, pero se agudiza cada vez más: se van jubilando profesionales y no encuentras gente que sepa del oficio". No ayuda tampoco, dice, que se haya perdido la figura del aprendiz y el hecho de que  la FP dual sea todavía algo muy residual ya que solo representa el 2,4% de los estudiantes de Formación Profesional".  

Sin una estimación de los perfiles que necesita cubrir el sector en Aragón (es muy difícil tenerla, asegura el máximo responsable de Horeca, porque "el tejido empresarial se compone de mucho pequeño establecimiento"), Martín se muestra partidario de intentar atraer a más trabajadores de fuera. "Los inmigrantes son los únicos que quieren trabajar", ironiza. Les gustaría, añade, traerlos de Perú, México o República Dominicana, con más experiencia en hostelería y un idioma común, pero entonces, afirma, "se topan con las trabas burocráticas y lo difícil que resulta obtener todos los permisos". 

Es más, subraya el presidente de Horeca, "ni siquiera aparece la profesión de camarero entre las de difícil cobertura que marca el ministerio de Trabajo", con lo que resulta inviable "poder traer contingentes" de Sudamérica. Emplearían si pudiera, añade, a profesionales de Bulgaría o Rumanía que suelen contar con experiencia en hostelería, pero aquí la barrera es el idioma diferente. 

La Administración tendrían que solucionar, advierte el repesentante de la patronal hostelera, el desajuste que hay entre oferta y demanda en el mercado laboral. "No puede ser que haya 50.000 parados en Aragón y no encontremos camareros. Hay pocas ganas de trabajar", señala, a la vez que califica de "populista" el argumento de que el sector no encuentra gente porque pagan mal. "Acabamos de subir el 9% el salario de camarero en dos años en el último convenio y rondará los 1.600 euros brutos. Han mejorado también los horarios con el tardeo y la actividad en los bares ya no se alarga tanto por la noche", indica.

Aún reconociendo que en este sector, en plena pujanza que ha doblado la generación de empleo en España (al pasar de 900.00 trabajadores a 1,8 millones en los últimos 20 años), se tendrían que mejorar más las condiciones laborales, Fernando Martín insiste en la necesidad de "prestigiar y dignificar la hostelería"

Este oficio, subraya, "ha de profesionalizarse: lo que estamos haciendo es coger a personas sin experiencia y formarlas", pero "debería existir" como llevan tiempo reclamando una "escuela de hostelería privada adaptada a los requerimientos de las empresas" y así paliar un déficit de profesionales que "nos ha obligado a los establecimientos a convertirnos en centros formativos". 

"Tendrían que agilizar todo el papeleo para que los inmigrantes pudieran incorporarse antes a trabajar en bares y restaurantes y hacer formaciones mucho más efectivas", coincide por su parte Carlos Orgaz, gerente de la Consultora Expertos en Hostelería y presidente de las Asociaciones de Maitres y Barman de Aragón. "El sector está batiendo récords en facturación y empleo y no hay gente para trabajar", asegura. "Y vamos a peor porque cada vez hay menos personas dispuestas a trabajar en fin de semana. El servicio extraordinario se paga a 70 euros", advierte.

Orgaz reconoce que el convenio de hostelería de Zaragoza, que se firmó el pasado 21 de febrero, "no es malo comparado con otras provincias, pero el problema de falta de personal es cada vez más acuciante". Máxime, añade Orgaz, cuando llega esta temporada de bodas y banquetes en que aumenta la demanda de personal por parte de muchos establecimientos. 

"Estamos preparando un curso para formar a una veintena de chicos en el Aura", pero "el sector necesita muchos más profesionales y "les resulta muy difícil cubrir las medias jornadas y los fines de semana". No favorece tampoco a los emprsesarios el sistema de fijos discontinuos, ya que se les disparan los costes si quieren contratar un camarero solo por un sábado.

A juicio de Orgaz, los inmigrantes tienen que ser parte de la solución de un problema que va a ir a más si no se invierte más en formación para resolver este déficit de camareros, cocineros y personal de limpieza en la hostelería.  

    

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