economía

Una zaragozana acaba arruinada tras endeudarse por un falso novio en internet

Un juez ha concedido a la mujer la segunda oportunidad que le permite liberarse de todas las deudas que contrajo por la presunta estafa.

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Ciudad de la Justicia de Zaragoza
Francisco Jiménez

Una zaragozana que cayó en las redes de un supuesto pretendiente en internet se ha visto arruinada tras vender un piso y acumular una mochila de deudas difícil de aligerar, además del daño emocional. La confianza que puso en un falso novio que conoció a través de internet le hizo responder con dinero a sus peticiones de ayuda. Un juzgado le ha concedido ahora la segunda oportunidad, que le permite liberarse de las deudas que llegó a contraer.

La mujer acumuló una decena de préstamos que sumaban en total unos 90.000 euros, además de perder el dinero de la venta de un piso que entregó al presunto estafador y que nunca recuperó, según expuso su abogada, Irene Romea, en la memoria económica del caso. Su situación financiera se tornó tan complicada que recurrió al juzgado para solicitar el concurso de acreedores de persona física para declararse en quiebra. Este concluyó "sin masa", es decir, sin bienes con los que pagar los préstamos que debía. Después solicitió la exoneración del pasivo insatisfecho, conocida como segunda oportunidad, que le ha concedido ahora el juez para poder seguir adelante sin deudas.

"Depresión, culpa y vergüenza"

El juzgado número 1 de lo Mercantil de Zaragoza ha dictado un auto en el que reconoce que se cumplen los requisitos de la ley concursal para el perdón de los préstamos. La deudora carece de bienes y se trata de una deudora de buena fe sin ningún condicionante en contra. El juez resuelve que dada "la naturaleza de la deuda principal derivada de presunta estafa, es procedente acordar la exoneración, al no apreciarse excepción alguna".

En el escrito presentado por su abogada, esta argumentaba que la causa de insolvencia fue "simple y llanamente, haber sido víctima de una estafa 'online', que le ha hecho endeudarse en la creencia de ayudar a una persona y de buena fe". Le habría estado enviando dinero durante nueve meses. La mujer, de 49 años y con formación universitaria, pese a ser la víctima, une al daño económico, como suele ocurrir en estos casos, la "depresión, culpa y vergüenza" que sintió tras ser consciente de que había sido víctima de un engaño. Entonces acudió a interponer una denuncia a la Policía.

Así conseguía sacarle el dinero el presunto estafador

Según la documentación que aportó su abogada, el supuesto admirador urdió una compleja trama para justificar las peticiones constantes de dinero. En todos los casos eran situaciones en las que las transferencias de la zaragozana eran vitales y urgentes. De una primera toma de contacto en Instagram pasaron a escribirse mensajes. Le dijo que era estadounidense y que vivía en Turquía por motivos laborales, ya que era piloto privado. Pronto comenzó a pedirle dinero y ella empezó prestándole cantidades de sus propios ahorros.

Las peticiones fueron a más y ella llegó a vender una vivienda para ir entregándole el dinero, según el escrito de su abogada. Entre las historias que llegó a contarle el hombre había algunas dignas de un guión cinematográfico, por lo que llegó un momento en que empezó a sospechar la víctima, pero el estafador siempre iba buscando una explicación para responder a sus dudas. Entre ellas, que necesitaba el dinero para salir de una prisión en Tailandia donde estaba detenido, ya que había ido a dicho país asiático a, supuestamente, comprar una aeronave, según detalla su abogada en la memoria del caso.

Ante las dudas de la mujer, cuando la deuda ya superaba los 100.000 euros el estafador le mandó un pantallazo con una supuesta transferencia a un banco en un paraíso fiscal para devolverle parte del dinero que le había dejado, que nunca llegó. Y así ocurrió con otros envíos, a medida que se iba complicando el modus operandi con pagos en criptomonedas y peticiones de dinero para "desbloquear" la cuenta donde él había dejado el dinero para devolverle los préstamos. 

"Hay que tener mucho cuidado en prestar dinero a personas desconocidas", ha alertado Romea. "Gracias a la ley de segunda oportunidad se ha hecho justicia con esta mujer", ha concluido la abogada. 

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