El resurgir de las agencias de viajes tras el ajuste sufrido por la pandemia
Más especialización y digitalización en un negocio muy atomizado y de rentabilidades no muy altas es lo que buscan los agentes de viajes que han sobrevivido a los duros años de la covid.
En pleno auge. Así están las ganas de viajar después de un 2023 muy positivo en el que la mayoría de agencias de viajes en Aragón han recuperado las cifras de facturación de antes de la covid y ante un 2024 con buenas expectativas.
«El sector está ahora saneado tras una pandemia que nos hizo mucho daño», reconoce José Manuel Clúa, presidente de la Asociación de Agencias de Viajes de Aragón (AAVA). «Los clientes tenían viajes pagados cuando llego la covid, pero a las agencias ni las compañías aéreas ni los cruceros ni los hoteles nos lo querían devolver por lo menos de inmediato. Entonces, o tenías solvencia o te quedabas muy pillado», confiesa, recordando el tremendo esfuerzo que supuso que «todo el dinero tuviera que salir directamente del bolsillo de las agencias de viajes».
«Aguantamos como pudimos, pero el sector sufrió muchísimos cierres no solo de agencias sino de grandes mayoristas como Politours», recuerda Clúa. «Había agencias que antes tenían empleados y ahora no tiene ninguno salvo el propietario. Y muchas fueron directamente a la quiebra y cayeron», lamenta.
Jorge Moncada, director general de Turismo y Hostelería del Gobierno de Aragón y propietario de Viajes Área, calcula en un 35% la reducción sufrida por el sector en Aragón. «Antes de la pandemia había más de 200 agencias de viajes y ahora quedan unas 174. La criba ha sido muy importante y del ajuste sufrido han salido grandes cadenas de viajes con diferentes marcas y agencias locales, independientes y muy especializadas que han resistido».
El futuro del sector, advierte, «está más que asegurado siempre que vean a internet como un aliado y no como a un enemigo».
«Las agencias de viajes presenciales van a existir siempre. Hay y habrá necesidad de ellas», afirma Clúa. «Vamos a pasar a ser más asesores de viajes que agentes», señala.
La principal ventaja de acudir al punto de venta, recuerda el presidente de AAVA, al frente de Viajes Godó desde los años 90, es «la seguridad que proporciona al cliente comprar un viaje cara a cara y saber que ante cualquier problema en destino van a tener un teléfono al que llamar y una persona atendiéndole, algo que no ocurre cuando se adquiere ‘online’ un billete o una estancia».
El ahorro de tiempo (hay mucha gente que no lo tiene para planificarse un viaje) y evitar riesgos son otras ventajas, apunta, y pone como ejemplo la estafa sufrida por unos clientes que se sacaron un visado por internet, lo pagaron y aún lo siguen esperando: «Hay muchos casos de páginas web oficiales clonadas», dice.
«Hoy por hoy el sector tiende a la flexibilización. Tenemos un internet que ofrece muchas alternativas y desde las agencias de viajes físicas tenemos que darlas igualmente al cliente», asegura Javier Ariza, vicepresidente de AAVA y experto asesor de Viajes Zanzibar.
«Durante la pandemia el sector tuvo que hacer sacrificios muy grandes que tardó en recuperar. Fue un momento delicado de tesorería que se llevó a muchas agencias por delante, pero otras sobrevivieron y han resistido en un negocio que no es de rentabilidades muy altas», apunta. Afortunadamente, admite, «la demanda es grande y como en el mercado asiático hay mucho movimiento, esa presión de la propia demanda está haciendo subir las tarifas no solo de las compañías aéreas sino de las hoteleras».
Javier Lozano, ‘travel planer’ y director de Marketing y Comunicación de Air Horizont, indica que lo que la pandemia ha traído al sector es la oportunidad de digitalizarse a gran velocidad y hacer en dos años lo que hubiera tardado diez.
Fundador de Viajes Orienta Siete Mares, una agencia de viajes de incentivo para empresas e instituciones que llegó a emplear a más de 20 personas y que desapareció en 2012 por la crisis financiera, asegura que tras la pandemia quedan «muchas menos agencias de las que había y que no sobrevive el más fuerte, sino el que se sabe adaptar y ofrece un valor añadido».
Hay agencias, comenta Lozano, hiperespecializadas en viajes de aventura, otras en solteros o en destinos» y utiliza un aforismo de Guy Kawasaki ‘o eres barato o eres diferente’ para advertir que ahí está la clave.
Orgulloso de trabajar ahora para una empresa innovadora como Air Horizont, considera que el «cliente se ha vuelto muy infiel» en el buen sentido de la palabra. «Busca y compara mucho», máxime «cuando los precios están subiendo de forma escandalosa en vuelos y algo menos en hoteles», pero a la vez, es mucho más demandante de viajes que antes de la covid. «La pandemia ha traído esa filosofía de los colombianos de que ‘la vida es un ratico' y que lo que no disfrutes hoy, se pierde».
Noe Travel: "Hemos estado siempre en Las Fuentes"
Aunque los precios de los viajes han subido mucho, la gente quiere salir. Lo dice con conocimiento de causa Noé Larraz Ortega, que junto a su hermano Marcelino, dirigen la agencia de viajes Noé Travel desde hace 30 años en el barrio de Las Fuentes, ahora con dos oficinas. «Los que hemos estado siempre en este sector, ahí seguimos, aunque muchos se hundieron con la pandemia porque al principio las compañías aéreas no devolvieron el dinero», dice.
Tras años de restricciones, «la gente lo que desea ahora es viajar». «El propietario de una agencia de viajes que diga que el año pasado no le fue bien, miente» porque se recuperaron e incluso se superaron las ventas de antes de la covid, comenta.
En aquel momento, recuerda, en Noé Travel, en lugar de despedir a ningún trabajador, se optó por «repartir la jornada e ir reincorporando al personal a medida que se fue reabriendo la movilidad».
Vender viajes, reflexiona, al fin y al cabo, «es vender una ilusión y lo que aportamos es confianza», admite, ya que «si hay problemas siempre estamos aquí aunque el mercado haya cambiado y la gente, en general haya aprendido a viajar». Con una clientela fiel que prefiere a la hora de planificar y comprar un viaje acudir a la agencia de toda la vida, este empresario confiesa que han tenido que adaptarse para ofrecer un producto más especializado junto al tradicional ante la necesidad de diversificar.
Azul Marino: «Ha habido cierres, fusiones y compras"
Armando Bailo, director de Contratación de Azul Marino Viajes, que lleva 40 años trabajando en el sector, subraya que durante la pandemia resistieron con mucho esfuerzo ya que las ventas cayeron a cero al no estar permitido viajar. «Ha habido cierres, compras y fusiones en un sector afectado por una reestructuración que impactó en mayoristas y minoristas».
En su caso, fueron comprados por World2meet, la división de viajes del Grupo Iberostar, que adquirió también Viajes Eroski, convirtiéndose así en una red de agencias que cuenta con 5 oficinas en Zaragoza y unas 20 personas trabajando en el segmento de vacaciones aunque cuentan también con un departamento de empresas.
De las expectativas para este año, indica que el pasado 2023 fue el de la recuperación, con ingresos que alcanzaron los de antes de la pandemia aprovechando el «efecto rebote de toda esa gente que no pudo viajar durante los años de la covid». Ahora, apunta este experto, ese tirón «se ha parado un poco» aunque, en general, «sigue habiendo muchas ganas de salir y las expectativas para 2024 son buenas».
La salud del sector, tras haberse ajustado a la demanda, «no es mala», precisa, pero tiene un problema de falta de personal y de que no hay relevo generacional en un negocio cuya media de edad es muy elevada y ante «un mercado que ha cambiado mucho».
Consultia Travel «El sector está muy atomizado»
Con experiencia en el sector desde 1995, cuando abrió su primera agencia de viajes, Fernando Martínez dirige ahora Consultia Travel en el barrio de San José especializada en organizar viajes acompañados, es decir, agrupan a personas afines y viajan con ellas a destino.
Con un equipo de seis personas y una profesional en Roma que les da soporte para organizar viajes a Italia, asegura que «el sector de las agencias de viajes está muy atomizado y que no todos tienen herramientas para competir con los grandes grupos verticales».
Ofrecer algo diferente y que quiera el mercado es lo que le permite mantenerse y crecer. En su caso, las ventas en 2023 se incrementaron un 50% respecto a 2022 y este 2024 «pinta bien y para 2025 ya hay proyectos», adelanta. Sin embargo, recuerda lo mucho que sufrió el sector durante la pandemia.
«Me pilló en Argentina con un grupo de 20 personas. Era 15 de marzo. Teníamos 12 noches contratadas, pero hicimos solo 8 porque nos dijeron o volvéis ahora o ya no podréis ». Entonces, rememora Martínez, llegó la debacle y como «si tu negocio depende al 100% de la movilidad y esta deja de existir», decidió ponerse como distribuidor de telefonía móvil para tener ingresos durante ese tiempo hasta que la agencia pudo retomar la actividad y atender el deseo de viajar de mucha gente. «Si eres uno más, al final eres uno menos», concluye, ante el imperativo de especializarse.
