Heraldo del Campo

El peso de lo ecológico en la cesta de la compra

Los alimentos ecológicos buscan su hueco en la compra, aunque su adquisición sigue siendo aspiracional para la mayoría de los consumidores.

Los productos ecológico no son precisamente los que más proporción ocupan en la cesta de la compra.
Los productos ecológico no son precisamente los que más proporción ocupan en la cesta de la compra.
CAAE

Las protestas agrarias que desde hace dos meses han tomado las calles y las carreteras de toda España están evidenciando el "hartazgo" del sector hacia las aspiraciones medioambientalistas de las autoridades comunitarias. Unas aspiraciones que tiene como principal motivo luchar contra el cambio climático y lograr una producción de alimentos más saludable y respetuosas con el medio ambiente y que han situado a la agricultura ecológica en lugar prioritario. De hecho la nueva estrategia de Bruselas para la agricultura europea incluye entre sus objetivos que para 2030, al finalizar el próximo período de ayudas de la Política Agraria Común (PAC 2022-2027), al menos el 25% de la superficie agrícola europea esté cultivada en ecológico.

Parece una cifra complicada dados los porcentajes actuales que presenta esta práctica agraria, que se caracteriza por el cultivo basado en la utilización óptima de los recursos naturales, sin emplear productos químicos sintéticos u organismos genéticamente modificados en ninguna parte del proceso. Pero la cuestión no es solo cuánto se produce sino también el comportamiento de los consumidores hacia este tipo de alimentos y el hueco que están haciendo en su cesta de la compra.

Es lo que analiza el estudio presentado por Aragón Ecológico (Comité Aragonés de Agricultura Ecológica) en el que se disecciona el perfil y comportamiento de los consumidores de productos de alimentación ecológicos, sus productos ‘preferidos’, la frecuencia con la que los adquieren, el nivel de gasto o el establecimiento en los que realiza la compra. Un estudio, explican sus responsables, que tiene como objetivo obtener indicadores que permitan conocer la evolución de los hábitos de consumo mediante una comparativa bienal.

El análisis evidencia que el grupo más numeroso entre los consumidores de ecológico son aquellos considerados "principiantes". Que la salud y el cuidado del medio ambiente motiva las compras de este tipo de ciudadanos, aunque el precio es razón de peso, en la mayoría de los casos, para su adquisición. Y pone de manifiesto que la compra de este tipo de alimentos es "aspiracional" y que un 48% de los consumidores llenan su cesta de la compra con apenas un 15% (o menos) de ecológicos.

Los productos ecológicos no son, por el momento, los grandes triunfadores de la cesta de la compra, ni siquiera en las de aquellos ciudadanos que se declaran consumidores de este tipo de alimentos.

Lo dice el estudio realizado por Aragón Ecológico, que destaca que la demanda de este tipo de alimentos continúa estando muy segmentada. De hecho, solo un 6% de los encuestados afirma que en su cesta de la compra ocupan la misma proporción (50%), o incluso algo más, los productos ecológicos que los que no son. Un 12% llenan la cesta de la compra con entre un 31% y un 50% de este tipo de alimentos, un porcentaje que ha caido en un 12% respecto a las cifras de 2021. Son un 34% los que dedican entre el 16% y el 30% de su cesta total a lo ecológico, mientras que el 48% apenas les deja un hueco que representa el 15% de su compra total. Dicho de otra manera, "ocho de cada diez consumidores llenan su cesta de la compra con un 30% o menos de productos ECO", destaca el estudio.

Según el estudio de Aragón Ecológico, ocho de cada diez consumidores llenan su cesta de la compra con un 30% o menos de productos ECO.

A la mayoría de ellos, un 90%, le gustaría incrementar este porcentaje, lo que demuestra, señalan los responsables del documento, que la compra de productos ecológicos sigue siendo aspiracional para la mayoría de los consumidores. Lo prueba también, explica el análisis, que dicha cifra se ha incrementado un 7% respecto a la de 2021.

Aquellos que afirman que no aumentarían su apuesta por estos alimentos lo justifican haciendo referencia a su elevado precio (un 62%), a que no consideran que sea necesario comprar todo con esta certificación (30%), y aunque son los menos (5%), los hay que se excusan asegurando que se topan con muchas dificultades para poder encontrarlos.

Eso sí, la inmensa mayoría de ellos, un 70% de los encuestados, tiene claro que prefieren aquellos productos que lucen un sello de certificación local, un porcentaje que se mantiene invariable frente a los resultados obtenidos en similar análisis en 2021.

Las verduras y las frutas son los productos estrella con los que les gustaría incrementar sus compras a los consumidores. Lo afirman el 81% de los encuestados, pero también es significativo el interés que despiertan los lácteos y las carnes, aunque esta categoría ha perdido algo de atractivo (ha caído un 4%) respecto a las preferencias mostradas hace dos años. Patatas, huevos y arroces y leguminosas, son, por este orden, los alimentos a los que los consumidores querrían hacer un mayor hueco en su cesta de la compra.

Ante todo la salud

Es la salud el motivo que prima entre los consumidores que se inclinan por poner en su mesa alimentos producidos de forma ecológica. Sin embargo, según recoge el estudio, la proporción de ciudadanos que esgrime este argumento es un 7% menor a la que lo hacía en 2021.

Aunque es la principal, no es esta la única razón. Los hay que optan por este tipo de productos porque no quieren consumir alimentos para cuya producción se ha utilizado pesticidas y fertilizantes químicos de síntesis.

La conciencia medioambiental también figura entre los argumentos que esgrimen los consumidores de ecológicos, convencidos de que con esta aportación contribuyen a cuidar la naturaleza y a proteger los ecosistemas.

El bienestar animal y la garantía de que el ganado ha sido criado con productos naturales engrosa también la lista de motivos que llevan a los ciudadanos a adquirir productos biológicos.

El paladar tiene mucho que ver con la decisión de los consumidores en la compra de productos ecológicos, ya que aseguran que estos tienen mejor sabor y textura

Pero también tiene mucho que ver el paladar en esta elección, ya que hay consumidores que prefieren estos alimentos porque aseguran que tienen mejor sabor y textura.

No todos los consumidores de ecológico realizan un gasto similar cuando adquieren este tipo de productos. El documento refleja que un 40% desembolsa 50 euros o menos, aunque el gasto medio en esta franja se sitúa en los 34 euros. Hay un 17% que gasta entre 50 euros y 100 euros, un porcentaje que ha aumentado un 2% respecto a 2021, mientras que disminuye en un 5% el número de consumidores que adquiere productos por un valor de entre 100 y 300 euros, por lo que la cifra se sitúa en el 33%. Solo un 10%, destaca el análisis realizado por el Comité Aragonés de Agricultura Ecológica, gasta más de 300 euros en este tipo de alimentos, un dato que se ha incrementado en un 2% si se compara con el que había hace dos años.

Si se compara con el pasado ejercicio, un 46% de los encuestados por Aragón Ecológico asegura que su gasto se ha mantenido, el 33% destaca que ha aumentado y un 15% reconoce que es menor que en dicho ejercicio. Un descenso que este segmento justifica especialmente por cuestiones económicas, ya sea porque su poder adquisitivo se ha reducido, ya sea porque consideran que estos alimentos se han encarecido excesivamente.

Y vuelve a ser el aumento de los precios y la situación económica las que explican, según los responsables del estudio, "la actitud conservadora" que muestran los consumidores cuando se les pregunta cuánto estarían dispuestos a gastar mensualmente en la compra de alimentación ecológica. "La predisposición al gasto en todos los grupos ha disminuido notablemente", advierten los autores del documento.

Más edad, más gasto

Como ya sucedía en 2021, conforme aumenta la edad aumenta también el gasto mensual y la intención de gasto en la compra de productos de alimentación ecológicos. Pero lo cierto, según los datos recogidos en dicho informe, es que en todos los segmentos de edad se confirma un gasto mayor que en 2021. Los responsables del documento no lo achacan precisamente a una predisposición mayor de compra sino a que probablemente el incremento se explica por el aumento de los precios. Y lo normal es que todos ellos realicen una compra "semanal" de productos ECO.

No hay excesivas diferencias entre los lugares en los que los consumidores adquirían estos productos en 2021 y en los que los compran ahora. Pero si hay matices. El supermercado tradicional es el establecimiento más habitual en el que los ciudadanos incluyen sus alimentos biológicos en una cesta de la compra en la que los biológicos comparte espacio con los que no se producen con estas prácticas naturales.

Lo prueban las cifras. Según la encuesta realizada por el comité, siete de cada diez consumidores compran los alimentos ecológicos en el mismo establecimiento que en el resto de la alimentación: en el supermercado.

Sin embargo, también ocupan lugar destacado las tiendas de barrio o los establecimientos especializados en este tipo de oferta, pero se observan ligeros incrementos en las compras realizadas en puestos de mercado, en detrimento del supermercado ECO y tradicional que se anotan leves bajadas.

Y ya sea en uno u otro establecimiento, los mayores gastos se realizan en productos frescos, con la verdura, la fruta, la carne y el pollo, que se sitúa como losalimentos estrella para los consumidores habituales de ecológico, destaca el informe.

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