La subida del salario mínimo interprofesional (SMI) no asociada a la productividad, la reducción de la jornada laboral y otros cambios normativos dictados por el Gobierno, unidos a una inflación que sigue elevada y al encarecimiento de materias primas y otros productos están asfixiando a las pequeñas y medianas empresas y comprometiendo su continuidad. Así lo ha denunciado este martes la presidenta de Cepyme Aragón, María Jesús Lorente, que ha recalcado en un encuentro con periodistas la enorme desigualdad existente entre las grandes empresas y las pequeñas. "Los beneficios se están yendo a grandes empresas que crecen, mientras las pequeñas trabajan con escasos márgenes o incluso a pérdidas", ha señalado. En 2023, Aragón perdió 5.529 microempresas, según ha reseñado la organización, donde crece el malestar por el cierre de pequeños negocios, especialmente en zonas menos pobladas.

El balance general planteado por Cepyme Aragón recoge que en los últimos tres años la Comunidad ha perdido 6.729 empresas, pasando de 90.682 en 2020 a 83.953 en 2023, con las pymes y micropymes como grandes protagonistas de una mortandad que se acentuó en el último año. En 2023 desaparecieron en conjunto 5.423 empresas respecto al ejercicio anterior, de las que el 96,3% son sin asalariados, es decir, autónomos. La organización que preside Lorente recalca lo preocupante de los datos, especialmente si se tiene en cuenta que nuestro tejido empresarial está formado en un 99,1% por micropymes y pequeñas compañías (las que tienen menos de 50 trabajadores).

La presidenta de Cepyme Aragón se ha mostrado muy dura con las medidas impulsadas desde el Ministerio de Trabajo que dirige Yolanda Díaz y que no han contado con el consenso de los agentes sociales, ya que han dejado al margen de los acuerdos firmados con UGT y CC. OO. a CEOE y Cepyme. Se ha referido en concreto al SMI y a la reducción de la jornada, que complican la gestión de las empresas más pequeñas. "Pedimos que se pactara teniendo en cuenta el territorio y el tamaño, pero no se nos ha hecho caso", ha asegurado.

La desaparición de 5.423 empresas en la Comunidad el año pasado da lugar a "5.423 dramas económicos  y sociales y nos hace tener un sentimiento de tristeza", ha dicho María Jesús Lorente, que ha incidido en las dificultades de las pymes para acceder al crédito y para llevar adelante nuevas inversiones, así como en las subidas de la cotización a la Seguridad Social. "Insistimos en que se nos tiene que tener en cuenta, en que sin pymes no hay territorio y por eso pedimos al Gobierno que piense en verde y apoye a los pequeños", ha recalcado.

Benito Tesier, presidente de la Federación de Empresas del Metal de Zaragoza (FEMZ) y vicepresidente de Cepyme Aragón, ha destacado en el encuentro con la prensa la pérdida de competitividad que España está registrando respecto a otros países de Europa como consecuencia de las medidas llevadas a cabo por el Gobierno de Pedro Sánchez. Según su punto de vista, estamos perdiendo el denominado 'círculo virtuoso' de las empresas, que consiste en que al trabajar con productividad consiguen competitividad, lo que genera confianza en el futuro y, por tanto, nuevas inversiones, lo que acaba redundando en la generación de oportunidades y en la creación de empleo de calidad.

Fernando Luna, presidente de CEOE Cepyme Huesca, ha reconocido una pérdida de productividad generalizada en Aragón y que el constata en su provincia, una realidad que puede acabar pasándonos factura. "Si no somos competitivos, el futuro se plantea difícil e incierto", ha dicho antes de llamar la atención de un problema que está afectando al conjunto del tejido productivo de la Comunidad, que es la falta de personal cualificado para los puestos que ofrecen las empresas. "Hace poco faltaba mano de obra técnica y cualificado, ahora hace falta de todo"", ha mencionado.

María Jesús Lorente y Benito Tesier han sido críticos con el Gobierno central pero no con el autonómico. La presidenta de Cepyme Aragón ha señalado que esa ha sido las tónica siempre en la región, y ha precisado que la interlocución fue siempre buena con Javier Lambán como presidente y ahora lo es con Jorge Azcón. Luna, en cambio, sí ha querido transmitir su descontento con el Ejecutivo regional, en concreto por la excesiva burocracia del Inaga y del Instituto Aragonés del Agua, que "están frenando cualquier tipo de desarrollo". También se ha referido a la consejería de Agricultura, cuyo titular (Ángel Samper) fue su compañero en la organización agraria Asaja. "Ya que tienen una PAC impuesta, debe apostar más por políticas de desarrollo rural y por la incorporación de más mujeres y jóvenes al sector".