Tres días de pruebas en los que habrá tres rondas clasificatorias con diferentes distancias, recorridos de entre 250 y 500 metros y una final a doble ‘fetch’. Estos serán los ingredientes del primer Open de Perros Pastores de Teruel, una cita que se celebrará entre el 8 y el 10 de marzo y que pretende poner en valor el papel clave de estos animales en el día a día de la ganadería.

La masía El Chantre, centro de referencia de la innovación y mejora en la ganadería gestionado por la Diputación de Teruel (DPT), impulsa el certamen, que servirá de reconocimiento a una tradición milenaria que supone un método efectivo para disminuir las pérdidas de ganado causadas por la depredación de carnívoros silvestres. Convertidos ya en el mejor ayudante del pastor, estos perros se dedican a salvaguardar, juntar y mover al unísono al rebaño, vigilando el entorno.

La iniciativa surgió de la mano de varios pastores de la Asociación del Border Collie de Trabajo, de Teruel, con el objetivo de fondo de reivindicar la labor de estos profesionales que, como el sector ovino y primario en general, están en una situación "crítica", tal y como apunta Fernando Guillén, veterinario, técnico de El Chantre y jefe de los Servicios Agropecuarios de la DPT. "Al ganado ovino hay que sacarlo a pastar y no hay relevo generacional. Los jóvenes no quieren sacrificarse y este es un problema muy importante que tenemos en Teruel", añade, señalando que para resolverlo es fundamental que se incentive que el ganadero se quede en los pueblos, haciendo que la gente joven se involucre también, y buscando fórmulas que compaginen el trabajo con "momentos de libertad".

La explotación agropecuaria El Chantre, soporte físico del centro de mejora ganadera del mismo nombre, ocupa una superficie de 145,24 hectáreas, de las que 83,23 se catalogan como tierra de labor en secano –enfocadas sobre todo al cultivo de cereal–, 35 se explotan en régimen de regadío y 58,53 se conceptúan como erial a pastos. El fin fundamental de los trabajos que allí se realizan, y que se llevan a cabo en colaboración con asociaciones en explotaciones y administraciones en otros puntos de la provincia, es mejorar genéticamente razas de ovino, porcino, bovino de la serrana negra y avícola autóctona serrana de Teruel.

Cabe destacar que este 2023 se cumplen 45 años desde que la masía se puso en marcha como servicio agropecuario. "La labor que hacemos es de mantenimiento de las razas autóctonas de ovino, sobre todo de la rasa aragonesa, pero también de la maellana, la cartera y la ojinegra, para lo que tenemos unas 550 hembras con las que trabajamos en la mejora de índices productivos como la fertilidad con el fin de obtener reproductores machos y hembras que entregaremos a los ganaderos de ovino de la provincia para que ese trabajo se plasme en sus rebaños. Los machos son de alto valor genético y ese semen provoca un impulso de los citados índices. Con ello, intentamos mejorar la rentabilidad para que a estos profesionales les salgan los números", explica Guillén.

Los corderos que seleccionan se venden en venta directa en el propio centro y también a través de subastas. Otros se dedican a la inseminación artificial de las ovejas en las explotaciones, con dosis de semen obtenidas de machos bien valorados genéticamente por su prolificidad y que están seleccionados por las entidades gestoras de los libros genealógicos de la provincia. A lo largo de toda su andadura, el centro ha suministrado más de 10.000 machos y entre 10.000 y 11.000 hembras de ovino a ganaderos. Además, El Chantre participa en el programa de mejora ovina de la DPT, que cuenta con un concierto con 20 explotaciones para la atención de machos y hembras en su centro de recría. 

Gallinas y jamón de Teruel

Por otra parte, cuenta con un núcleo de ejemplares de la gallina serrana, una raza autóctona de las tierras altas de la provincia con la que trabajan –junto a la Asociación de Criadores de Gallina Serrana de Teruel (Avigaster)– para que incremente sus miembros y mejore su productividad, evitando así su desaparición.

Reflejando otra de las muestras del peso que la actividad de El Chantre ha tenido en el territorio, Guillén recuerda que fue el origen de la Denominación de Origen Jamón de Teruel en los años 80. "Todos los estudios de alimentación y mejora genética de las razas del porcino que la componen se hicieron aquí", rememora, agregando que en los años 90 desarrollaron un potente centro de testaje de porcino para obtener machos de raza duroc en óptimas condiciones y entregarlos a ganaderos.

Por otro lado, su labor sirve para facilitar la integración de personas con discapacidad, a partir de un contrato con el centro especial de empleo Atadi para colaborar en los trabajos de la finca.