Primero vino la carnicería. Luego, la familia Domingo decidió probar a elaborar el jamón y los embutidos en su casa de Villarluengo, en pleno centro del Maestrazgo turolense. Creciendo poco a poco, el matrimonio decidió dejar la carnicería, comprando el solar de detrás de su casa para construir su primer secadero y centrarse en la producción tradicional de jamones y embutidos.

Más de 30 años después, es su hijo, José Antonio Domingo, quien se mantiene a la cabeza de Jamones El Rullo, la tercera marca registrada de la Denominación de Origen de Teruel. José Antonio tenía ganas de trabajar y desde pequeño supo que el universo del salado, secado y la venta de jamones y embutidos sería a lo que dedicaría su vida laboral: "Yo tenía claro que quería seguir con el negocio, soy hijo único, así que sabía que iba a recaer en mí. Empecé con 19, así que llevo 32 años", afirma el villarluengano.

Esas tres décadas han dado para mucho. Y lo que empezó siendo un secadero detrás de la casa familiar, se ha convertido en una auténtica marca de jamones reconocida en toda la región. Y esa es una de las claves que explotó José Antonio desde su comienzo: visibilizar y distribuir el producto. Por eso, su presencia en ferias se remonta a sus inicios. De la mano de la Asociación del Maestrazgo y con Artesanos de Aragón, recorre la región desde entonces para que todo el que quiera pueda probar sus productos.

De hecho, esta es una de las características más destacables del salado y secado natural: que cualquiera puede comer sus productos. "Le damos más tiempo al curado porque es natural y, aunque le cueste más, se nota en la calidad. Además, al utilizar solamente la sal para conservar, cualquier persona con alguna intolerancia puede comer", asegura José Antonio.

Sabor a Maestrazgo

El secreto de este jamón no reside en su proceso de salado, sino en su secado. Como manda la elaboración tradicional de la zona, se seca a ‘ventana abierta’: "El clima que tenemos es propicio, el secado requiere un clima seco y una altura de, aproximadamente, 1.200 metros, así que el Maestrazgo es ideal", señala . Las características de la tierra turolense también permiten la elaboración de cecina y otros embutidos y, la compra, hace cuatro años, de un secadero en Mata de los Olmos ha permitido diversificar en chorizos, salchichones y paletillas, además de la longaniza de pascua: "Somos de los únicos que las hacemos con tripa natural", afirma el turolense.

Pero, aunque el aire del Maestrazgo caracterice sus productos, Domingo tenía claro desde el principio que no quería acotar su distribución a la zona. Él mismo comenzó de vendedor ambulante por los pueblos: "Mi primer objetivo era vender el producto al cliente final. Por eso, hacemos hasta pedidos telefónicos, porque me gusta tener un trato personalizado con los clientes, conocer sus gustos y fidelizarlos". Atenderlos siempre de la mejor manera posible es una de las ocupaciones que más valor tienen para esta empresa familiar, lo que, a su vez, requiere un mayor esfuerzo. Por eso, para Domingo, "lo tienes que llevar en la sangre, porque cada vez lo intentas hacer mejor, así que hay que adaptarse a las circunstancias". Él se ha movido con los tiempos y, si antes se compraba un jamón entero, ahora se ha ajustado a la demanda y los ofrece loncheados, en tacos... "o como demande el cliente".

Gracias a todo el esfuerzo y trabajo que todo ello conlleva, Jamones el Rullo cuenta con tres tiendas, una en Villarluengo, otra en Zaragoza y una última en Andorra (Teruel). Ahora, está explorando la posibilidad de sobrepasar Zaragoza y asentarse también en Huesca. Aunque sus productos están ya a la carta en la tienda online de su página web (www.jamoneselrullo.com).

Productos marca de la tierra

Sus jamones y embutidos no son lo único que se puede encontrar en las tiendas de El Rullo. En ellas, Domingo también quiere dar a conocer productos agroalimentarios de calidad de la provincia de Teruel: "Desde aceites de oliva, pasando por vinos, hasta miel, sí, son productos que, además, pueden acompañar perfectamente a los nuestros", afirma el jamonero.