EMPLEO

España echa más horas para producir mucho menos que el resto de Europa

La reducción de jornada que prevé el Gobierno puede dañar aún más la productividad, que lleva años estancada y muy alejada de otros países.

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Un trabajador frente al ordenador.
Pixabay

La productividad española, ese factor clave para el impulso de la economía, lleva años, décadas, estancada. Es, junto al elevado desempleo, ese talón de Aquiles que ningún Gobierno ha conseguido resolver y, ni siquiera, mejorar de forma significativa. Es más, está muy, pero que muy alejada, de otros países cercanos como Francia, Alemania, Italia, Bélgica, Países Bajos, Irlanda. E incluso la brecha con Europa, lejos de acortarse, se agranda. Y eso que dedican más horas a trabajar.

Hay muchas formas de medir la productividad, diferentes índices que analizan su evolución, pero, se tome el que se tome como referencia, el resultado puede variar ligeramente pero no la conclusión: España tiene un serio problema con su productividad, que prácticamente no ha mejorado en las últimas décadas pese a los grandes progresos tecnológicos que ha habido.

Durante el periodo 2014 a 2022 apenas ha crecido tres décimas, una tercera parte de lo que se ha impulsado en el conjunto de Europa (0,9%), según el índice elaborado por Eurostat. Así, en 2022 el PIB nominal por hora trabajada en España era un 76% del valor registrado en la eurozona y solamente el 63% de Alemania, una brecha de trece puntos porcentuales que es idéntica a la que existía ya en 2000, según destaca un estudio publicado recientemente por Caixabank Research.

Irlanda, a la cabeza mundial

Y tampoco mejoran estos datos si se utilizan las estadísticas de la OCDE publicadas esta misma semana. De los 37 países que forman parte de este club de las regiones más desarrolladas, 19 están por delante de España. A la cabeza de la productividad, Irlanda, que duplica con creces la tasa española, seguida de Luxemburgo y Noruega. Y no solo eso, sino que España está por debajo de la media de la OCDE, que incluye a países emergentes como Colombia, México, Sudáfrica o Costa Rica -que rebajan mucho la media-, y su crecimiento en la última década ha sido aproximadamente la mitad que la media de esta organización.

La OCDE está preocupada por ello y advirtió la pasada semana al Gobierno en un informe que si no se hacen "esfuerzos vigorosos" para impulsarla, el margen para lograr un mayor progreso económico y social y para financiar las políticas necesarias se verá "seriamente limitado".

Pero, además, España se puede enfrentar ahora a un reto aún más complicado: elevar su productividad al mismo tiempo que reduce las horas de trabajo. Esta es la receta milagro que propone el Gobierno en funciones: producir más pero con una jornada laboral de 37,5 horas a la semana en lugar de las 40 actuales, algo que puede "poner en aprietos" a actividades tan importantes como la hostelería y el comercio, tal y como advierte Marcel Jansen, economista de Fedea, que augura una contención de los salarios por esta medida en sectores ya de por sí precarios. "Hay que regular lo urgente y no solo lo conveniente políticamente", critica Jansen, que pide al Ejecutivo que dedique "todos los esfuerzos" a reducir el paro y alcanzar el pleno empleo.

Desde UGT, sin embargo, su vicesecretario general de Política Sindical, Fernando Luján, defiende con ahínco la reducción de horas y argumenta que todos los experimentos que se han hecho en este ámbito han dado muy buenos resultados. Y aboga por emular a Francia y Alemania, ejemplos de producir mucho trabajando menos.

Pero los factores que explican la "débil" productividad de España no son las horas de trabajo, sino -tal y como apunta la OCDE - la "mala asignación" de la producción, es decir, trabajadores con mucho talento desperdiciados y otros con menos en puestos directivos; la baja proporción de empresas innovadoras y el predominio de pymes y micropymes; la baja inversión en I+D; la poca formación de los trabajadores españoles; un gasto público insuficiente en educación y un stock insuficiente de capital TIC, entre otros.

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