economía

¿El pollo a 10 euros el kilo? Alerta sobre el impacto de la Ley de bienestar animal

La organización agraria COAG ha advertido sobre el aumento de costes que supondrían las modificaciones que estudia actualmente la UE, todavía sin fecha.

Eloy Ureña, responsable del Sector Avícola de UAGA y también de COAG.
Eloy Ureña, al frente de una granja en Fayón (Zaragoza) y responsable del Sector Avícola de UAGA y también de COAG.
UAGA

En un momento en el que los precios de los alimentos siguen subiendo por la escalada de la inflación, por encima del 10%, llegan nuevas amenazas para la cesta de la compra. Desde la organización agraria se ha alertado estos días de que uno de los alimentos más asequibles hasta ahora para el bolsillo de las familias puede triplicar su precio si siguen adelante los cambios que prepara Europa en la Ley de Bienestar Animal. La carne de pollo será una de las más afectadas por las nuevas pautas que se marcarán para los productores de la Unión Europea, según han avanzado desde la organización.

El origen de este nuevo susto para el bolsillo de los consumidores se encuentra en el coste que puede suponer para los ganaderos adaptarse a la nueva normativa para las granjas que se estudia en Bruselas. Las recomendaciones que se podrían incluir vienen en un informe de la EFSA (Autoridad Europea de Seguridad Alimentaria). Estos cambios se encuentran en fase de negociación y se incluirán en la nueva 'Normativa Europea Reguladora del Modelo de Producción de Carne', todavía sin fecha, pero sobre la que la Coordinadora de Organizaciones de Agricultores y Ganaderos (COAG) quiere alertar.

El punto que más preocupa a los productores es la prohibición de las jaulas en la producción de carne de pollo, entre otros animales.

Entre las principales recomendaciones presentadas por la EFSA los ganaderos consideran la "más impactante", la propuesta de reducir la densidad de población de pollos de engorde convencionales a un máximo de 11 kg/m². Esto supondrá tener que hacer "importantes inversiones en las granjas" y, a la vez, reducir en un 72% el número de aves en las granjas. 

Eloy Ureña, productor de Fayón (Zaragoza) de 48 años, tiene una explotación que se considera pequeña en el sector, con 18.000 animales para engorde. De aplicarse "tendría que pasar a 6.000 más o menos y con eso directamente cierro la granja", asegura. Actualmente trabaja con 33 kilos por metro cuadrado. 

Critica que no se haya hecho un estudio de la situación actual de los animales. "Cómo sabe la EPSA que no hay bienestar animal como estamos criando", apunta. "Nos dicen que los pollos vivirán bien, pero igual están viviendo bien ya", añade. Las explotaciones ya han ido haciendo cambios para adaptarse a la Ley de Bienestar Animal y critica que aquí las exigencias son mayores que en otros países, donde se permite llegar a los 42 kilos por metro cuadrado.

El productor destaca que las naves actuales están preparadas con sistemas de calefacción, sistemas de refrigeración y sistemas de ventilación que aseguran en todo momento y en todo tipo de circunstancias climáticas, unas condiciones óptimas de temperatura y calidad de aire. En este sentido, afirma que "criar a menos densidad no es sinónimo de tener estos parámetros mejor controlados", ha subrayado el también responsable del sector avícola de COAG y la aragonesa Unión de Agricultores y Ganaderos (UAGA).

"Tiene que ser sostenible la crianza del pollo, porque si para tener bienestar tenemos que cerrar todos, a ver qué hacemos", plantea. "Esa ley implicaría desabastecer a Europa de una carne que es propia", advierte. En este sentido, señala que la organización agraria defenderá "que no entre un kilo de carne de terceros países si no se rige por las mismas medidas sanitarias". 

Habría recomendaciones similares para las gallinas ponedoras. Como ejemplo, el sindicato agrario señala que para la reconversión que permita cumplir todas las exigencias y normativas para una granja de 8.000 ponedoras, supondría un desembolso para el ganadero de 141.426 euros.

Impacto en una granja

Desde COAG se pone como ejemplo que en una granja típica de 1.800 metros cuadrados, que permite criar a 33 kg/m2, según la normativa española, bajar a los 11 kg/m2 supondría pasar de tener 33.000 a 11.000 pollos. Esto significaría perder 22.000 plazas o hacer una inversión de un millón de euros para construir nuevas naves. 

"El impacto económico, a precios actuales, sería de una bajada de una tercera parte de los ingresos para el granjero", calcula la organización. Por ello, advierten de que esto llevaría a "un aumento de precio desorbitado para perjuicio del consumidor" si tiene que pagar una tercera parte más de lo que está pagando ahora. "En estos momentos, en los lineales el precio es de 3,25 €/kg el pollo entero, se estima que podría llegar a los 9,75 €/kg, casi al mismo precio que el pollo campero", calculan. 

Ante esta situación, COAG ha iniciado una ronda de contactos con las autoridades comunitarias y españolas para presentar un informe de impacto socio-económico de la revisión normativa en materia de bienestar animal propuesta por la Comisión Europea.  

Ureña alerta también del daño a la vertebración del territorio si cierran explotaciones, situadas en zonas rurales. "Si se cargan nuestro sustento, al final se cargarán todo", alerta. 

Desde COAG han afirmado que los ganaderos "siempre hemos considerado positivas todas las iniciativas para mejorar el bienestar animal en granja. Sin embargo, estas normas tienen que estar basadas en evidencias científicas independientes, que tengan en cuenta el impacto socioeconómico de las medidas propuestas y que considere los riesgos, costes y necesidades que implica la eliminación total de las jaulas”.

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