Las familias acumulan 11.700 millones en crédito fácil para llegar a fin de mes tras el verano

El saldo en tarjetas 'revolving', con intereses disparados por encima del 18%, se incrementa ante la pérdida de poder adquisitivo.

Fachada del Banco de España.
Fachada del Banco de España.
EP

La subida de precios en el actual entorno inflacionista ha obligado a muchas familias a recomponer sus finanzas del día a día para hacer frente al encarecimiento de la cesta de la compra, la factura del gas o la cuota hipotecaria. Sin embargo, en la temporada estival y al no disponer de ahorro suficiente, muchos hogares han preferido endeudarse antes que seguir ajustándose el cinturón, optando por contratar crédito fácil y rápido como último recurso para pagar las vacaciones y hacer frente a la cuesta de septiembre con la vuelta al cole más cara de la historia.

Las estadísticas del Banco de España reflejan esta tendencia en la que se ha vuelto a recurrir con fuerza a productos como las tarjetas 'revolving' que tantos quebraderos de cabeza judiciales han generado en los últimos años por unos intereses considerados en muchos casos abusivos. En concreto, el uso de este tipo de plásticos se ha incrementado más de un 2% en lo que va de año, hasta rozar los 11.700 millones de euros. Se trata de niveles máximos desde diciembre de 2019, antes del estallido de la pandemia. Y también supera los 11.395 millones que suponían en febrero de 2020, justo antes de la sentencia del Tribunal Supremo que calificó de usurarios los intereses 'revolving' que fuesen "notablemente superiores al interés normal del dinero".

Los más caros

Es cierto que las entidades han ido moderando el tipo aplicado desde entonces y tras una larga batalla judicial que a día de hoy sigue vigente para muchos afectados por la enorme bola de deuda que en ocasiones genera su uso. Pero los intereses medios siguen por encima del 18,07%, en máximos del año y subiendo desde el 17,99% de principios de ejercicio, según el Banco de España. La evolución es similar en los préstamos al consumo de más corto plazo. A menos de un año -donde las solicitudes son más compulsivas y suelen destinarse a productos como viajes- acumulaban un saldo vivo de 35.612 millones en julio, un 7% más que en el mismo mes de 2022. Y eso que se pagan al 4,63%, desde el 3,40% de principios de año y del 3,79% hace doce meses.

El encarecimiento se observa en todos los plazos. De hecho, el tipo medio ponderado de todo el crédito al consumo supera ya el 8%, cifra que tampoco ha frenado el saldo vivo, que bate ya los 97.000 millones de euros, casi 2.500 millones más que a principios de año. "La importante subida de tipos de interés debería llevar aparejada un descenso en las peticiones y a posponer las decisiones de financiación; pero el porcentaje de consumidores que manifiestan tener intención de pedir un préstamo en los próximos seis meses se sitúa en máximos del 32,3%, un 3% más que en 2022", apuntan los expertos de Asufin en su último Barómetro sobre el crédito al consumo.

Además, no hay que olvidar que los propios bancos también han encontrado en este producto todo un filón comercial frente a la dura contracción que sufren las hipotecas, donde la restricción general es más evidente. Los requisitos son mucho más exigentes y los consumidores tampoco están dispuestos a asumir la subida de intereses que se ha producido al calor del reciente repunte del euríbor.

Con este telón de fondo, y ante las señales de ralentización en el crecimiento económico tras el tirón del turismo en verano, todo apunta a que la evolución al alza del crédito al consumo se mantendrá en los próximos meses. Sin ir más lejos, y según un reciente informe de la firma Intrum, el 83% de los progenitores españoles reconoce haber pedido dinero prestado o haber superado el límite de su tarjeta para comprar artículos para sus hijos en la vuelta al cole, mientras que en Europa la media ronda el 77%.

Comentarios
Debes estar registrado para poder visualizar los comentarios Regístrate gratis Iniciar sesión