Heraldo del Campo

vitivinicultura

‘Grillados’ por la eficiencia, la sostenibilidad y la biodiversidad

Un proyecto europeo en el que participa la bodega El Grillo y la Luna, de la DOP Somontano, busca mejorar la eficiencia en el uso de agua y fitosanitarios.

Un proyecto europeo en el que participa la bodega El Grillo y la Luna, de la DOP Somontano, busca mejorar la eficiencia en el uso de agua y fitosanitarios.
Un proyecto europeo en el que participa la bodega El Grillo y la Luna, de la DOP Somontano, busca mejorar la eficiencia en el uso de agua y fitosanitarios.
Gabi Orte

Mejorar la competitividad y la viabilidad de las explotaciones agrícolas es el objetivo del proyecto europeo Somid, en el que participa la bodega El Grillo y la Luna, perteneciente a la Denominación de Origen del Somontano, cuyo Consejo Regulador también forma parte de esta iniciativa, así como la Cooperativa Comarcal del Somontano del Sobrarbe.

"Estamos muy orgullosos de poder participar en este proyecto. Para nosotros es muy importante, ya que nos da mucha información para poder trabajar mejor en la viña de una forma más sostenible, porque nos permite usar los fitosanitarios de manera más precisa, así como reducir el consumo de agua, un factor muy importante y que consideramos primordial. Todo esto se refleja también en la calidad, naturalidad y pureza de los vinos", revela el director técnico de Bodegas El Grillo y la Luna, Alberto Santiago.

El proyecto Somid se orienta hacia la consecución de una agricultura más sostenible gracias a la reducción de la cantidad de fitosanitarios utilizada para el cultivo de la vid, minimizando así la contaminación del suelo, agua y aire, así como la pérdida de biodiversidad y la alteración de los ecosistemas. Al disminuir la cantidad de fitosanitarios, se promueve una producción vitivinícola más sostenible y respetuosa con el medioambiente y se fomenta la obtención de vinos más naturales y puros.

"La bodega se incorporó al proyecto gracias a la oferta del Consejo Regulador", recuerda Alberto Santiago, que recalca la importancia de "perfeccionar el uso del agua, que es un recurso escaso, así como el de los fitosanitarios". "Además –añade– nos permite tener monitorizada la explotación y poder calcular los riesgos de plagas, principalmente de hongos como el mildiu y el oídio".

Actuaciones como la propuesta por Somid resultan fundamentales para crear conciencia entre los viticultores sobre los beneficios de la transformación digital y la importancia de la sostenibilidad ambiental. Todo ello, gracias a las oportunidades de formación y capacitación en tecnologías digitales que se plantean para que puedan adquirir las habilidades necesarias, en este caso, mediante el uso de una red de nodos de control con sensores agroclimáticos y de suelo para la recopilación de datos relevantes y de una aplicación ‘software’ que integrará la información y facilitará la toma de decisiones para luchar contra el oídio y el mildiu en viñedo. "Podremos saber cómo, cuándo y qué cantidad de agua y fitosanitarios hay que aplicar", apunta Santiago.

Además del consiguiente ahorro económico que conlleva un uso más racional de los insumos, este cambio de hábitos tiene consecuencias en las propias plantas. "Al recibir la cantidad de agua adecuada en el momento oportuno, las plantas producirán frutos de más calidad", indica Alberto Santiago.

Este proyecto está cofinanciado por el Fondo Europeo Agrario de Desarrollo Rural (Feader), el Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación (MAPA) y el Gobierno de Aragón. El montante económico asciende a 118.827,99 euros.

Buenas expectativas

En cuanto a la campaña de vendimia de 2023, "ha arrancado más rápido de lo que esperábamos debido a la ola de calor de los últimos días" señala el director técnico y enólogo de El Grillo y la Luna, que estima que "las expectativas son muy buenas".

Bodegas El Grillo y la Luna exporta el 55 % de su producción y los principales países son México, Suiza, Taiwán, Canadá, Alemania, Reino Unido, China, Corea del Sur, Dinamarca y Luxemburgo.

La bodega aragonesa cuenta con 48 hectáreas repartidas para dos grandes gamas: El Grillo (14 hectáreas) y 12 Lunas (34 hectáreas). La primera está compuesta por cuatro referencias –Canto del Grillo, Hop Hop, Grillo y Grillo SP– y la segunda por cuatro –12 Lunas blanco, 12 Lunas tinto, 12 Lunas rosado y 12 Lunas garnacha–. La producción media es de 236.000 botellas. De este total, 40.000 corresponden a la gama Grillo.

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