Mantenimiento, el gran aliado de las renovables en Aragón: "Firmar un contrato a 25 años es fabuloso para la economía local"
Expofimer, impulsada por la Feria de Zaragoza y Aemer (Asociación de empresas de mantenimiento de estas energías), se consolida como cita de referencia de un sector que demanda tecnología y profesionales cualificados.
Con 185 parques eólicos y 1.860 instalaciones fotovoltaicas, Aragón tenía todas las papeletas para unir a su liderazgo en producción de renovables una feria que la convirtiese en escaparate de la innovación en operación y mantenimiento de estas energías. Las empresas imprescindibles para mantener la salud de estas instalaciones, alargarles la vida y procurarles un nuevo uso en su etapa final se dieron cita esta pasada semana en Expofimer.
"Una feria que ha venido a dar la visibilidad que necesitaba esta industria. Solo se piensa en instalar y construir grandes parques eólicos y fotovoltaicos, pero nadie se para a pensar que somos los mantenedores quienes nos vamos a quedar 30 años asegurando su buen funcionamiento y creando empleo de calidad y duradero", subraya Íñigo Vázquez, presidente de la Asociación Aemer, que aglutina 40 empresas del sector, y organizadora junto a la Feria de Zaragoza de la segunda edición de este certamen, que busca consolidarse como referente europeo.
Son las empresas de mantenimiento de renovables, un millar en España, recuerda, las que aseguran ese ciclo de vida de los parques eólicos y, sin embargo, dice Vázquez, "somos los olvidados". "Uno de los grandes errores en este sector es no parar de instalar parques sin ser conscientes en muchos casos de que hay que mantenerlos 30 años y que para que estas instalaciones sean realmente productivas, necesitan a las empresas que se ocupen de su mantenimiento", dice. En un sector que emplea en España a más de 80.000 personas (directa o indirectamente), "a este ritmo de construcción, en dos o tres años podemos duplicar esa cifra", advierte, "y el problema para poder atender tantas instalaciones nuevas es que no hay gente. Por eso hemos de potenciar la tecnología y la formación de profesionales".
El desarrollo de vértigo que están teniendo las renovables, apunta el presidente de Aemer, hace necesario "más tejido industrial" en lo que son empresas de mantenimiento. "Históricamente España ha sido una de las grandes líderes en ISP (‘Independent Service Providers’), junto a Alemania y EE. UU. Tuvimos empresas más grandes, pero ahora conviven las independientes con las del tecnólogo que no solo se ocupa del mantenimiento de sus instalaciones sino que ofrece su servicio a terceros, y necesitamos más", avisa. "Las empresas españolas procedentes del sector eólico hemos dedicado muchos esfuerzos a los proyectos internacionales los últimos años, y gracias a eso nos hemos mantenido, pero ahora hay que atender el ‘boom’ en España y compaginarlo con dar soporte a todo lo internacional", afirma.
"Hay mucha demanda. El mantenimiento está recién llegado como quien dice", comenta Javier Fernández-Font, director general de Alusín Solar, una empresa asturiana que ha expuesto en Expofimer sus robots y máquinas desbrozadoras. "El problema es que no hay gente ni en la parte de servicios ni en montaje de estructura. Nos vamos nutriendo del personal que contratamos y formamos, pero es muy lento", asegura.
Con fábrica en Asturias y oficina comercial en Madrid, acaban de crear una empresa de servicios para la limpieza de instalaciones fotovoltaicas con robots y desbrozadoras. A partir de la primavera, explica, "crece la hierba y al no poder usar herbicidas, lo mejor si no hay ovejas, es el desbroce", ironiza. Tras su desembarco en Expofimer, la califica de "feria muy de nicho con gran proyección".
"Hay una necesidad global de profesionales que lleven el mantenimiento de parques eólicos y fotovoltaicos", asegura Raúl Jiménez, CEO de Altertec, empresa aragonesa fundada en 2005 por este zaragozano y dos socios más, que ha tenido que crear su propia escuela de formación en Figueruelas. "Donde te llama el cliente tienes que estar. Procuramos estar a 2,5 horas de cualquier parque eólico", señala, al frente de un equipo de 370 trabajadores incluyendo las filiales en Egipto, Yibuti, Jordania, Chile, México, Perú y España. "Hacemos mantenimiento preventivo y correctivo de aerogeneradores en muchos parques eólicos, alguno de ellos antiguos ya con máquinas viejas que se están llevando al límite", dice.
Junto con la falta de profesionales, reducir la elevada siniestralidad es otra de las prioridades, indica Carmen Rodríguez, de Anetva (Asociación nacional de empresas de trabajos verticales), presente en Expofimer donde la Feria de Zaragoza le hizo entrega de una placa al cumplir su 30 aniversario. "La gente formada tiene menos accidentes. Los riesgos los corren más los temporales sin especialización en renovables", afirma. En la escasez de perfiles y en el esfuerzo de encontrar personas que se quieran formar abunda Henar Ramos, de Altiur Formación, también con ‘stand’ en Expofimer. Un certamen que contó con 58 expositores de 5 países. Stefano Nardin, de la empresa Washpanel Service, de Treviso (Italia), reconoce que son fabricantes que han tenido que crear una empresa de servicios. "Nos lo pedían nuestros clientes. No podían cubrir el coste de tener robots propios, así que les damos este servicio en cubierta y suelo", señala. Estuvo de visitante en la primera edición de Expofimer y en esta ya con ‘stand’.
"Ha venido mucha gente de Málaga, Sevilla y Valencia y de otros países. Hay gran interés", apunta Javier Santos, de Dji Drones de Madrid, cuyos aparatos realizan inspecciones de las turbinas de los aerogeneradores y vigilan que no haya roturas en las palas sin necesidad de que se suba una persona y evitando así riesgos. "En mantenimiento, hay que reducirlos al máximo posible. En Aemer, estamos muy preocupados con las pequeñas instalaciones de autoconsumo, que sí son renovables, pero no están dentro de nuestro ámbito de actuación, y estamos viendo muchos accidentes", concluye Íñigo Vázquez.
El director de Estrategia y Desarrollo de Negocio para el sur de Europa y África de Siemens Gamesa, el zaragozano Fernando Ibáñez, reconoce que una feria como Expofimer hacía falta. "Hicimos uno de los primeros parques eólicos en Aragón en 1996 y el último ha sido hace dos meses. El primero tenía 25 máquinas y producía 15 megavatios y ahora son 70 megavatios con apenas 15 máquinas. El sector ha evolucionado mucho. Se necesitan menos unidades para producir más, pero el mantenimiento es necesario", indica. Con tecnología Siemens Gamesa "se han instalado más de 2.000 megavatios y son 670 turbinas las que mantenemos en Aragón", señala. Tienen 80 personas en parques y 50 en oficinas. "Los aerogeneradores se monitorizan desde el centro de control en Pamplona, que da instrucciones a la gente cerca de los parques", explica Ibáñez. En economía circular, trabajan con plantas desarrolladas por terceros para ver qué hacer con las palas una vez acaba su vida útil.
El gran reto, asegura, es encontrar profesionales. Por último, confía en que Expofimer se consolide: "El mantenimiento es básico y firmar un contrato a 25 años para la economía local es fabuloso".
Junto con el relevo tecnológico, porque antes un aerogenerador proporcionaba unos 700 kilovatios y ahora eso se multiplica por 5 o por 6 con uno nuevo, el desafío es "coger a gente joven, formarla y que se quede manteniendo los parques eólicos". Es fundamental, dice, contar con personal local: "Vamos contactando con los institutos para que aquellos que han hecho FP en mecatrónica o renovables cuando terminen el grado sigan formándose. Un aerogenerador es como una pequeña central eléctrica y lleva más preparación en lo que a seguridad y prevención se refiere". Con proyectos en Loscos (Teruel), Altertec, dice Jarabo, que empezó siendo una empresa de trabajos verticales, ha tenido un gran desarrollo nacional e internacional. "El sector está creciendo de forma vertiginosa y junto a la evolución tecnológica demanda personal cualificado", añade . Y de si este sector apuesta por la economía circular, reconoce que los grandes componentes metálicos no son problema ya que la industria está preparada para su achatarramiento sino la fibra de vidrio de las palas, pero que ya se está investigando para utilizarla en carreteras y que sea verde durante toda su vida.
Fabricante aragonés de equipos de engrase y lubricación industrial para aerogeneradores, máquinas de papel, refinerías, petroquímicas y sector ferroviario, el director general de Rivi, Eduardo Vicente, asegura estar "muy preocupados por la competencia china y los costes, pero satisfecho por los desarrollos realizados por el equipo de 62 personas que trabajan en la fábrica de María de Huerva. El martes la empresa, ya en segunda generación, cumplió 32 años". Con una facturación por encima de 10 millones y creciendo, Vicente advierte del peligro de que la fabricación de componentes para renovables se aleje de Europa. "Lo tenemos complicado para vender fuera y dentro por lo fácil que lo tienen los de fuera", declara, pidiendo se defienda más la industria en Europa. "Durante la pandemia fuimos de los primeros a los que dijeron ¡no paréis! porque las fábricas no pueden seguir trabajando sin lubricación", recuerda, a la vez que pone en valor un sistema inteligente, desarrollado en Rivi, para mitigar la contaminación acústica (los chirridos) en trenes y tranvías, ya instalado en las principales ciudades españolas.
