Sigit resiste a la crisis y mira al futuro

La auxiliar de la automoción con base en Calatayud tiene a 152 empleados en plantilla, con visos de contratar 10 más en abril

Luis Sanfiz, gerente de Sigit, con un operario.
Luis Sanfiz, gerente de Sigit, con un operario.
Macipe

El sector de la automoción ha cambiado radicalmente a raíz de la crisis sanitaria del coronavirus. Ese es el diagnóstico que realiza el director de la planta de Sigit en Calatayud, Luis Sanfiz, con cerca de 40 años de experiencia en este campo: "Antes era un mercado muy previsible, ahora es inestable y existe mucha incertidumbre". En el caso de la factoría que dirige en tierras bilbilitanas, cumple su cuarto año en su nueva ubicación en el área de Cuadras de Esteras, donde invirtió 12 millones de euros, con una plantilla de 152 empleados y reconociéndose como una excepción que confirma la regla.

"Dentro de los problemas globales que hay, por falta de suministros y semiconductores, las modelos de SEAT para los que trabajamos están siendo muy constantes, en comparación con otras", analiza el responsable del centro. En este sentido, reconoce que se encuentran a "un 80% de capacidad a tres turnos, que según como está el mercado está muy bien, y en abril estaremos al 90 o 95%, que es prácticamente plena producción, contratando a 10 personas más". "Al menos es la previsión a día de hoy, con la incertidumbre de por cuánto tiempo será", asume.

En su caso, cuentan con un ERTE abierto hasta septiembre, pero puntualiza que "hemos utilizado escasamente dos semanas en el último trimestre y ahora no hay ninguna persona afectada". Sanfiz reconoce que es esa inestabilidad la que invita a pensar en que "deben replantearse el concepto de fabricación en general, por que el mercado necesita mayor flexibilidad". Así, puntualiza que ese mayor margen de maniobra tendría que afectar tanto "a proveedores como fabricantes, en lo que se refiere a adaptación a la demanda, en gestión de personal y recursos".

Planes de futuro

En la actualidad, de la fábrica de Sigit en Calatayud salen al mes un millón y medio de piezas de inyección de plástico, todas ellas para colocarse en el interior de modelos del grupo Volkswagen como algunos de Skoda, Seat León, Cupra Formentor, T-Roc, T-Cross, Polo, Tiguan, Touareg y Taigo. Del total, el 85% del volumen va a las líneas de Martorell, pero también llega una parte al resto de la península, como en Pamplona, y una parte mínima sale fuera de las fronteras españolas: a Sudáfrica, Alemania, y República Checa.

Con perspectiva de futuro, Sanfiz valora, y ya lo anticipó hace un tiempo, que buscan diversificar la cartera de clientes y están en pleno proceso de ofertar para algunos modelos del grupo Stellantis y de Renault. "Vamos a trabajar en los planteamientos y en desarrollo, porque queremos ampliar nuestra base para la que trabajamos, con toda la experiencia que ya tenemos", indica. En este sentido, valora que lo hacen "no solo pensando en Zaragoza" sino también mirando hacia el resto de plantas del conglomerado en el que se incluye la antigua Opel, como Vigo, Madrid, Rabat…

"El eléctrico no nos afecta, porque la motorización del coche no influye directamente. Aunque sabemos que el concepto de fabricación tiene que cambiar", insiste Sanfiz. Otro de los aspectos sobre los que centra su análisis es el de la escasez de trabajadores en ciertos puestos técnicos, que hacen que algunos perfiles estén muy cotizados: "No es un problema exclusivo de esta zona, sino que es algo común a todo el sector", reconoce.

La FP y ser 'Embajadores'

Así, Sanfiz explica que "las escuelas de FP no tienen tantos alumnos de mecatrónica, mecánica, mecanizado y electricidad como demanda la industria". Ante esta situación, subraya el trabajo que se realiza desde el Clúster de la Automoción de Aragón (CAAR) a través del programa 'Embajadores'. "Trabajamos estrechamente con él, porque personas que han llegado desde la FP van a los centros educativos para difundir las posibilidades de desarrollo profesional que hay en la industria", indica.

Operario de Sigit trabajando.
Operario de Sigit trabajando.
Macipe

"Gente de varias empresas, especialmente jóvenes, hablan con chicos de su misma edad en su mismo lenguaje sobre su experiencia", valora. En su caso, explica que la formación más cercana la tienen con centros como el IES Emilio Jimeno de Calatayud. Asimismo, indica que apuestan por "una formación en tiempo y externa para que se unan a la empresa".

Los orígenes

Echando la vista atrás, Sanfiz valora positivamente el proceso de crecimiento del grupo en la ciudad bilbilitana, a donde llegó como Indeplas Sistemas. "En 2014, cuando estábamos en Alcalá de Henarés, surgió la oportunidad de asumir un pedido de una planta que cerraba. Como había estado de responsable de Dana en Calatayud sabía que la planta estaba disponible", recuerda.

Eso aceleraba los plazos, pero la puesta en marcha llevó cerca de un año y en marzo de 2016 el grupo Sigit, que quería abrir su campo de operaciones en España, compró la compañía. "Se buscaba una expansión comercial en un país que es el segundo fabricante europeo de vehículos", valora. En 2017 asumieron los encargos para suministrar componentes para los nuevos modelos de Seat y en marzo de 2019 estrenaron su nueva planta.

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