El Ingreso Mínimo Vital beneficia a 36.758 personas en Aragón
Desde su puesta en marcha en junio de 2020 ha llegado, con datos acumulados a cierre de la nómina de septiembre, a un total de 1.406.850 personas.
El Ingreso Mínimo Vital (IMV) ha llegado, con datos acumulados a cierre de la nómina de septiembre, a 509.574 hogares y a un total de 1.406.850 personas desde su puesta en marcha en junio de 2020, en el conjunto del país. En Aragón, lo han recibido 12.930 hogares y beneficia a 36.758 personas.
Son datos del Instituto Nacional de la Seguridad Social, que el Ministerio de Inclusión, Seguridad Social y Migraciones publicará con regularidad a partir de este mes de octubre y que desglosan el conjunto de hogares, por tipo, número de titulares y beneficiarios de la prestación por sexo, comunidad autónoma y provincia.
En el caso de las aragonesas, ha llegado a 9.971 hogares de Zaragoza, 1.536 de Huesca y 1.423 de Teruel, con 27.237 beneficiarios en la zaragozana, 4.799 en la oscense y 4.722 en la turolense.
En el conjunto del país, dos de cada tres titulares de la prestación son mujeres (338.982, frente a 170.592 hombres), y en total la prestación ha llegado a más mujeres (767.709) que a hombres (638.881). Un 42,4% de los beneficiarios son menores (597.179).
En Aragón, 7.735 titulares son mujeres y 5.195 hombres y la prestación beneficia a 19.763 féminas y 16.987 varones. Los adultos suman, en total, 20.398 y los menores, 16.360.
Por tipo de hogar, son mayoría aquellos en los que al menos un menor figura entre los beneficiarios (el 64,2% del total, 327.398 hogares) y son ya 272.913 prestaciones las que reciben el Complemento de Ayuda a la Infancia, una ayuda de 100 euros por hogar al mes en el caso de niños de 0 a 3 años; de 70 euros al mes por cada niño entre 3 y 6 años y de 50 euros al mes por cada menor de entre 6 y 18 años que entró en vigor el pasado 1 de enero.
El pasado 27 de septiembre, el Consejo de Ministros aprobó el ‘Real Decreto por el que se regula la compatibilidad del Ingreso Mínimo Vital con los ingresos procedentes de rentas del trabajo o de la actividad económica por cuenta propia con el fin de mejorar las oportunidades reales de inclusión social y laboral de las personas beneficiarias de la prestación’, que incentivará a los perceptores a conseguir empleo o -en el caso de ya tenerlo- a aumentar el número de horas trabajadas garantizando que su renta disponible será siempre superior a la que tendrían si no hubiesen dado ese paso.
