La alta velocidad Madrid-Lisboa se queda en el aire hasta 2030

Expertos de Portugal y España coinciden en que antes de avanzar en las conexiones de alta velocidad, es necesario adaptarse al ancho estándar europeo.

Viajeros en un andén de alta velocidad de la estación de Atocha, en Madrid.
Viajeros en un andén de alta velocidad de la estación de Atocha, en Madrid.
E. P.

Tardar menos de cinco horas en recorrer los 625 kilómetros que separan Madrid y Lisboa en tren no será posible al menos hasta 2030, coincidieron este viernes expertos de Portugal y España que insistieron en que, antes de avanzar en las conexiones de alta velocidad, es necesario adaptarse al ancho estándar europeo.

Para la conexión ferroviaria entre Lisboa y Madrid "esperamos llegar para 2030 y pasar de cerca de 9 horas a cuatro horas y media", apuntó este viernes el vicepresidente de Infraestructuras de Portugal (IP), Carlos Fernandes, durante el seminario online "Promover la movilidad de bajo carbono entre España y Portugal".

El único tren que conectaba directamente Lisboa y Madrid era el Lusitania, un nocturno que tardaba más de 10 horas y que fue suspendido en marzo de 2020 por las restricciones de la pandemia y no se ha recuperado por las dudas sobre su rentabilidad.

Ahora, el viaje en ferrocarril entre ambas capitales toma más de 11 horas y son necesarios tres cambios y tomar cuatro trenes, aunque con nuevos horarios y mejoras en las vías el trayecto podría "reducirse" a unas nueve horas en breve.

Para Valentín Alegría, director de Innovación y Estrategia de la española Renfe, la línea rápida entre Madrid y Lisboa tendrá que esperar a "que la conexión ferroviaria mejore" en temas como la electrificación, la señalización y las comunicaciones.

Conexión en Badajoz

Mientras tanto, adelantó Alegría, Renfe trabaja con Portugal "para tener algún tipo de conexión vía Badajoz aprovechando los trenes que ya hay en España, una vez que se ha abierto la nueva infraestructura entre Plasencia y Badajoz y aprovechando que en Portugal se están haciendo trabajos importantes".

Para lograr el objetivo, el vicepresidente de Infraestructuras de Portugal (IP), Carlos Fernandes, defendió también que aplicar el patrón europeo en los principales ejes ferroviarios lusos depende también de España, o se crearía "una isla dentro de una isla".

"Es necesario que esta línea se extienda por la vía ferroviaria nacional, es necesario que se integre con las conexiones con España y, por lo tanto, es necesario cambiar esta infraestructura cuando España también cambie la suya" a los criterios europeos.

El tren, la gran apuesta para 2030

Fernandes destacó además la importancia de la apuesta por el mercado interno y la creación de un eje de alta velocidad que una Lisboa y Oporto, así como mejorar las conexiones de la capital lusa a través del Tajo.

Según las previsiones de IP, para 2030 la conexión de Madrid con Lisboa durará cuatro horas y media, mientras que la conexión entre la capital de España y Oporto -que actualmente toma 10 horas- se reducirá a 6 horas y media.

La unión ferroviaria entre Oporto y Vigo, que demora 2 horas y 25 minutos, se quedará en una hora, un periodo similar al que tomará el trayecto entre Faro y Sevilla en tren.

Los expertos coincidieron en el papel de las conexiones ferroviarias para reducir las emisiones de carbono por delante de otros transportes como los coches particulares o los aviones: "Más tráfico, menos emisiones", resumió Alegría.

Según cifras de la organización ambientalista Zero, el principal medio de transporte entre Portugal y España es la carretera. En 2018, abarcó el 91,5% de las comunicaciones entre fronteras, mientras que el transporte aéreo supuso el 7,8% y el ferroviario el 0,4%.

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