Los altos costes, el calor y la sequía hacen prever una caída del 25% en la cosecha de alfalfa

La asociación de productores estima una producción de 1.150.000 toneladas, una cifra que podría ser menor si no llueve. 

Los altos costes, el calor y la sequía hacen prever una caída del 25% en la cosecha de alfalfa
Los altos costes, el calor y la sequía hacen prever una caída del 25% en la cosecha de alfalfa
H. A.

Como está sucediendo con la totalidad de los cultivos, las primeras estimaciones de producción de forrajes deshidratados hablan de descensos. Con la campaña ya en el cuarto, e incluso en algunas zonas, en el quinto corte, la Asociación Española de Fabricantes de Alfalfa Deshidratada (AEFA), con sede en Zaragoza, prevé una cosecha que rondará los 1.150.000 toneladas, unas 300.000 toneladas menos que la campaña anterior, lo que supone un descenso del 25%. La caída será ligeramente menor en Aragón, el principal productor de todo el país, donde se espera una producción de 660.000 toneladas, es decir, un 20% menos.

"Es una primera estimación", señala el director de AEFA, Luis Machín, que reconoce que las previsiones "podrían ir a peor" si las lluvias no llegan en los próximos días. Y es que la escasez de agua para riegos y las restricciones que ya están aplicando en algunas zonas productoras podrían poner en riesgo el último corte, "que no es precisamente de los más productivos pero todo suma", matiza.

De hecho aunque es habitual que la campaña pueda alargarse hasta el mes de noviembre, con toda probabilidad no se llegará a estas fechas por la falta de disponibilidad de agua para riego.

Varios son los motivos que explican esta disminución. "Todo lo que podía ponerse en contra se ha puesto", afirma el director de esta organización. De hecho, al principio de la campaña los productores ya contaban con que habría menor producción porque este año la superficie dedicada al cultivo se ha extendido por unas 100.000 hectáreas y esa cifra es un 17% inferior a la del ejercicio anterior. Aragón, ha sido, junto con Navarra, la comunidad en la menor descenso se ha producido, con un 10% menos de superficie ocupada por este forraje.

Si hay que señalar una causa principal que explique este retroceso, Machín apunta a los disparados costes de producción que exige este cultivo debido a imparable encarecimiento de precios de las materias primas (semillas, fertilizantes y fitosanitarios) y de la energía, que ha hecho que algunos productores prefieran optar por otros cultivos que exigen un menor desembolso.

Al descenso previsto por la menor superficie se ha sumado un verano abrasador, en las que las producciones han tenido que soportar continuas olas de calor que han sido más insoportables si cabe por la ausencia total de precipitaciones.

"Los secanos de Castilla y León han rendido muy poco por la falta de agua y la altas temperaturas y en los últimos cortes la cosecha ha sido menor por las restricciones de riego", detalla el director de AEFA. Machín añade que por si todo ello fuera poco el calor también ha propiciado la aparición de la plaga de gusano.

Con la producción ahora estimada es ya una realidad que los productores de alfalfa deshidratada tendrán dificultades para atender a toda su demanda. Lo explican bien las cifras. El pasado año se comercializaron 1,4 millones de toneladas de alfalfa deshidratada, de los que el 80% (unas 1,2 millones de toneladas) tuvieron como destino la exportación. En esta campaña la producción estimada ya es sensiblemente inferior, por lo que el objetivo es cumplir con los clientes ya consolidados tanto en el exterior como en España. "Van a ser muy complicadas las ventas en nuevos mercados, pero la asociación va a continuar trabajando para promocionar el producto español y su calidad allá donde haya posibilidades de comercialización", insiste Machín.

Eso sí la producción será más cara porque como explica el director de AEFA, se está intentando repercutir a los clientes finales la subida de los costes de producción "que son muy altos porque las deshidratadoras son empresas que tienen un consumo elevadísimo de electricidad e incluso de gas". De hecho, matiza, los gastos en las empresas se han multiplicado por tres.

Primer contacto con Vietnam

A pesar de la ajustada producción con la que se contará en esta campaña, el sector de forrajes deshidratados no quiere perder presencia en los mercados internacionales ni dejar de apostar por llegar cada vez más lejos y a más clientes. Por eso, AEFA ya ha preparado un completo programa de acciones que les llevará entre el 5 y el 7 de septiembre a China, "un gran mercado y con mucho potencial para la producción española", explica Machín, donde se celebra la 13ª edición de la feria China Dairy Exhibition, feria de referencia para el sector forrajero de aptitud láctea. "Es muy importante la presencia en este evento porque para que este importante mercado para la alfalfa deshidratada sepa que, aunque este año tenemos menos producción, el sector está fuerte", afirma Machín.

En octubre viajarán a Arabia Saudí y en noviembre AEFA participara en el Congeso Mundial de la Alfalfa que se celebra en San Diego (Estados Unidos). Para terminar el año, en el mes de diciembre, AEFA ha programado una visita promocional a Vietnam, con la que las empresas podrán tener una primera toma de contacto con un mercado nuevo para el forraje deshidratado español. "Es bueno que los productores lo conozcan porque ser una interesante tener diferentes alternativas de ventas", concluye.

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