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BSH: sostenibilidad en un entorno volátil


El grupo de electrodomésticos que incluye a la marca aragonesa Balay, recoge en su última memoria anual su creciente apuesta por medidas más amigables con el medio ambiente.

Planta de BSH en La Cartuja.
Planta de BSH en La Cartuja.
Guillermo Mestre

Sufre los problemas de suministro de materiales causado en su origen por el desajuste en el tráfico de mercancías causado por la pandemia como todas las empresas industriales. El inicio de la expansión de la covid-19, que obligó a confinarnos, dio lugar a un fenómeno de ‘vuelta a la cueva’ que nos hizo estar más en casa y considerar que valía la pena cambiar los aparatos de nuestras cocinas, lo que les reportó un crecimiento en ventas. Con la recuperación de la economía las cosas también le han ido bien, pero ahora los nubarrones actuales (incremento de los precios de las materias primas, encarecimiento de la energía, la inflación...) amenazan su positiva evolución.

BSH Electrodomésticos España, el grupo que incluye a la marca aragonesa Balay –que este año celebra su 75 aniversario– trabaja en un sector «muy dependiente de la marca de la economía y del ánimo del consumidor», según reseña el director general de la compañía, Fernando Gil Bayona, en la última memoria anual de la empresa, publicada esta semana. En este Informe de Sostenibilidad 2021, como se denomina, destacan especialmente las apuestas de la firma por una estrategia que se centra «en el planeta, las personas y la prosperidad», según recalca.

«El sector del electrodoméstico ha crecido en 2021 de forma muy importante en España y nuestra empresa lo ha acompañado con un aumento de ventas», indica Fernando Gil, que llama la atención del prestigio que la filial española tiene en el seno de la multinacional alemana BSH, propiedad del grupo Robert Bosch. BSH fabricó el año pasado un total de 4.169.000 aparatos en sus plantas españolas, entre ellas las zaragozanas de Montañana y La Cartuja, un número que supone un incremento del 6% respecto a las 3.916.000 unidades ensambladas el ejercicio anterior.

Para este año, sin embargo, el panorama se plantea más complicado. «El entorno es muy volátil y la predicción para 2022 no es fácil», indica el director general de BSH España, que lamenta la invasión rusa de Ucrania y sus efectos. «En BSH estamos muy preocupados, en primer lugar por la seguridad de las personas en esos países, en especial nuestros compañeros y sus familias, y en segundo lugar por los efectos que este conflicto está teniendo en el resto del mundo, incrementando todavía más si cabe la incertidumbre», señala. «En lo que se refiere a inversiones, con la capacidad instalada y la escasez de componentes básicos prevista para este año, básicamente microchips, tenemos suficiente para cubrir la demanda de los mercados», añade.

El informe de 2021 de BSH España, en cualquier caso, deja claro el enfoque hacia las sostenibilidad de una compañía que cerró el ejercicio con 4.108 trabajadores –la plantilla media fue de 4.255 personas–, que tiene cinco fábricas (las dos de Zaragoza, dos en la navarra de Esquíroz y una en Santander) y que mantuvo el liderazgo en el mercado de línea blanca con un 29% de cuota.

El documento está articulado en línea con los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS)de la Agenda 2030 de Naciones Unidos. De hecho, es muy activo en 10 de los 17, con diferentes grados de implicación y acciones puestas en marcha. Destaca el número 9, el de industria, innovación e infraestructura, no en vano se trata de una compañía eminentemente fabril, como bien sabemos en Zaragoza, sede de dos de sus factorías (la de Montañana y La Cartuja).

Uno de los aspectos en los que más ha destacado BSH a lo largo de los años tiene que ver con su capacidad de innovación, por algo es una de las empresas que más patentes presenta en España cada año. A ello contribuye la existencia de sus nueve centros de I+D+i. Uno de electrónica, creado en 2019 que abarca tanto el desarrollo de software y hardware de interfaz de usuario como la conectividad de los aparatos. Otro de bomba de calor, ubicado en Esquíroz y que desarrolla y da soporte a la producción de bombas de calor para secadoras. En ese centro está otro, el de producto de frío, que ejerce como nexo de unión entre esa sede navarra y fábricas de Alemania, Turquía, China y EE. UU. En abril de 2009, asimismo, se puso en marcha el de lavavajillas, para lanzar nuevos aparatos compactos. En la planta de Montañana están un centro de competencia de hornos y otro de materiales, superficies y sensores, mientras que en la de La Cartuja está el de lavado. Finalmente, hay uno de placas eléctricas y otro de encimeras de gas.

La actividad de BSHElectrodomésticos España recorre asimismo varios ODS más. Uno es producción y consumo responsables (el número 12), en el que trabaja de modo permanente en fomentar el uso eficiente de los recursos. Otro, el de acción por el clima (el 13) ha ganado relevancia al plantear la compañía el objetivo de que sus productos se fabriquen, de media, con un 50% de materias de origen reciclado.

BSH incluye en su memoria anual de 2021 sus actuaciones en estos otros ODS en los que defiende la transparencia y el buen gobierno (el 16), el crecimiento económico y empleo sostenido, inclusivo y sostenible (8), la salud y el bienestar en la cultura (3), la educación de calidad para el talento (4), la diversidad para el desarrollo (5), el fin de la pobreza (1) y las alianzas que suman (17).

En este informe de 2021 Fernando Gil Bayona hace una referencia a la celebración, en 2022, de los 75 años de Balay, empresa fundada por su abuelo. «Desde sus humildes orígenes hasta su importante papel local en una empresa puntera en el mundo, Balay es un activo en permanente construcción que nos llena de satisfacción», proclama.

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