Los consumidores alertan de una contracción de la demanda si los precios siguen subiendo

La OCU cuestiona la eficacia de las medidas del Gobierno ante el repunte del IPC del 8,7%. CEOE y Cepyme piden una bajada generalizada de impuestos para atajar esta espiral inflacionista. 

Cada vez más consumidores atienden a datos como las listas de ingredientes de los artículos.
El IPC ha subido cuatro décimas respecto a abril, alcanzando el 8,7%.
Freepik.

El escenario de precios elevados se mantendrá los próximos meses en España y como no se logre frenar la espiral inflacionista acabará produciéndose una contracción de la demanda. Esa es la advertencia que lanzaron este lunes las organizaciones de consumidores al conocer el dato adelantado del IPC (índice de precios de consumo), que ha subido cuatro décimas respecto a abril, alcanzando el 8,7%. Ha sido el alto coste de los carburantes -pese al descuento de 20 céntimos que aplican las gasolineras desde el 1 de abril- y de los alimentos y bebidas no alcohólicas los que han tirado hacia arriba del resto de los precios, aunque la electricidad esté ahora algo menos cara que en mayo de 2021. Tener la inflación subyacente (la que resulta de descontar la energía y los alimentos frescos) al 4,9%, un índice que no se veía en España desde hace 27 años, tampoco ayuda a pensar en un cambio de tendencia.

"Aunque por el momento haya ahorro retenido y capacidad de gasto en la familias, terminará habiendo una contracción de la demanda", anticipó José Ángel Oliván, secretario general de la Unión de Consumidores de Aragón. "Es muy posible que el consumidor ajuste o limite sus compras futuras por este incremento de los precios", añadió Alejandro Marín, delegado en Aragón de la OCU (Organización de Consumidores y Usuarios), al margen de que "puedan producirse episodios de acaparamiento sin sentido, como sucedió con el aceite de girasol para evitar subidas aún mayores". Asimismo, constató que "las medidas implantadas por el Gobierno en materia energética y de combustibles han quedado neutralizadas o superadas y no han servido para frenar la subida descontrolada de precios".

Mientras desde la UCA defendieron un incremento salarial para evitar la pérdida de poder adquisitivo y acompasar los sueldos a la subida de la inflación, desde la OCU abogaron por otras medidas como "la supresión temporal de todos los impuestos ligados a la energía y carburantes, que actúan de correa de transmisión sobre el precio de la mayoría de bienes y servicios". E instaron a actuar pronto ante una "situación extraordinaria y de emergencia para los consumidores", al considerar desde la OCU que el consumidor poco puede hacer salvo consultar comparadores de precios para no gastar tanto y revisar bien las facturas de la luz.

"Si los consumidores tienen menos dinero para gastar, las empresas venderán mucho menos". Esa es la lectura de Manuel Moreno, economista colaborador de UCA Aragón, sobre una inflación del 8,7% que "está muy por encima de la subida media del 2,5% de los salarios por convenio (los más protegidos)". Es, explicó "como si los precios nos hubieran quitado la extra de verano a los ciudadanos".

Empobrecimiento

"Esta subida de los precios en mayo es una pésima noticia", señaló Jesús Arnau, director general de CEOE Aragón, que calificó la inflación como "un impuesto a la pobreza porque nos resta competitividad a las empresas y capacidad de compra a los ciudadanos. Nos empobrece a todos y denota que ha habido un efecto contagio, y lo que empezó siendo una subida de los precios de la energía se ha trasladado a todos los productos", incluida la cesta de la compra. La OCU ya detectó en abril subidas de precios por encima del 10% y en comparativa anual hasta ese mes -los datos de mayo no estarán hasta el 10 de junio en que se publique el IPC definitivo- los productos que mas subieron en Aragón fueron la vivienda (un 22,1%), el transporte (un 12,7%) y los alimentos (11,6%).

Jesús Arnau advirtió que de prolongarse esta tendencia alcista de la inflación y si el crecimiento se estanca como ha ocurrido en el primer trimestre -con solo un 0,3% del crecimiento del PIB- "la economía puede verse en una situación muy complicada, máxime cuando van a subir las hipotecas y los tipos de interés". Por tanto, reclamó al Gobierno "no mantener esta presión fiscal a las empresas" sino acometer una bajada generalizada de impuestos. Asimismo, habló de la dificultad de acordar en este momento cualquier subida salarial hasta ver la evolución a más largo plazo de la inflación, ya que las empresas no pueden soportar mayor incremento de costes del que ya están teniendo con la crisis de suministros y el alto coste en materias primas y energía.

Desde Cepyme Aragón, su presidenta, María Jesús Lorente, coincidió en que con este "jarro de agua fría" que ha supuesto el incremento de inflación en mayo "subir ahora los salarios de acuerdo al IPC sin que vayan ligados a una mejora de la productividad es abocar a las pequeñas y medianas empresas al cierre". Hay "muchas", dijo, "trabajando ya a pérdidas porque no están pudiendo repercutir la subida de precios de las materias primas, de la electricidad y del combustible". Lo que necesitan autónomos y micropymes es, añadió, más apoyo para salir adelante ya que "la inflación no hace sino empobrecernos a todos".

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