agricultura

Asaja estima que el excesivo calor podría reducir un 30% la cosecha de cereal en Aragón

La organización agraria teme que las extremas temperaturas impidan que se produzca el llenado óptimo del grano.

Campo de cereal.
Campo de cereal.
DGA

Cuando falta menos de un mes para que comience la cosecha, los casi 40 grados que marcan los termómetros en Aragón están cambiando el paisaje de los campos aragoneses, que están dejando de ser verdes para tornar a un tono blanquecino que ya ha puesto en alerta a un sector que tuvo que afrontar unos costosa siembra debido a los altos precios de los fertilizantes, gasóleo y fitosanitarios.

Por eso, las organizaciones agrarias ya han empezado a hacer cálculos del impacto que las elevadas e inusuales temperaturas que está soportando en estos días de mayor la Comunidad aragonesa en general y los cultivos de cereal de invierno en particular.

Desde Asaja se prevé que la producción aragonesa ronde los 2.090.000 toneladas, muy lejos de aquellas 2.826.105 tonelada cosechadas el pasado año –una cifra que se situó entre las mejores de los últimos años–, pero también sensiblemente inferior a una cosecha media que se sitúa en los 2,5 millones, como se esperaba este año. Las estimaciones de Asaja para la provincia de Huesca hablan de una producción de 930.000 toneladas.

Y es que, si bien el invierno fue benévolo y dejó los sembrados bien preparados, señaló ayer el presidente de Asaja-Huesca, Fernando Luna, la primavera "ha mostrado su peor cara". Aunque las lluvias primaverales dieron un respiro a los herbáceos, especialmente a aquellos que se sitúan en las zonas más tardías, fueron "escasas" en la provincia de Huesca. A principios de abril una profunda borrasca que barrió todo el territorio aragonés desplomó las temperaturas nocturnas durante varios días helando los cultivos, principalmente frutales y leñosos, pero también herbáceos, "cuyos efectos se comienzan a ver en estos momentos", detalla Luna. Y ahora, en el momento en el que el cereal de invierno se encontraba en su decisivo momento de maduración, las extremas temperaturas que están disparando el mercurio por encima de los 35 grados y que se prevé que así se mantenga durante los próximos días vuelve a poner en riesgo la cosecha. "Son unas temperaturas anormalmente elevadas para mitad del mes de mayo cuyos efectos negativos están por valorar", destacó el máximo responsable de Asaja Huesca, que insistió en que con excesivo calor el cereal acelera su maduración, se asura y el grano no alcanza el grosor adecuado provocando así una pérdida de producción.

"En el caso de no darse un llenado óptimo del grano, lo más probable dado las altas temperaturas que estamos soportando esta semana, la reducción de cosecha respecto la campaña anterior será de entre un 25% y un 30%", alertó Luna. Cebadas tardías y trigos serán los cultivos más afectados, asegura, pero también se verán afectadas las producciones de guisantes, colzas o habas "que se encuentran en este momento en la fase crítica del ciclo productivo", añadió.

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