Economía

Estebro, sesenta años abriendo puertas en la industria

Fabricante de herrajes y bisagras, Estebro celebra su aniversario con un crecimiento en ventas y exportación.

Vicente Malo Lozano con sus hijas Paula y Laura, al frente de Estebro, en Malpica-Alfindén.
Vicente Malo Lozano con sus hijas Paula y Laura, al frente de Estebro, en Malpica-Alfindén.
Francisco Jiménez

Calidad y seguridad son los pilares sobre los que ha cimentado su crecimiento la empresa familiar Estebro, ya en tercera generación, y dedicada a la fabricación de herrajes y accesorios para puertas. Al cumplir este año su 60 aniversario, su propietario, Vicente Malo Lozano, defiende haber apostado hace años por crear su propia marca que ha llevado el nombre de Aragón a más de 47 países.

Fundada por su padre, Estampaciones Ebro nació en un pequeño local en Zaragoza, en la calle Rafael Samper, donde producía varillas roscadas y tubos de escape para distintos modelos de coches. Fabricar bisagras no llegaría hasta unos años después y, mientras tanto, Estebro iría ampliando sus instalaciones. Primero en la avenida Puente del Pilar, donde se produjo la adquisición de Estampaciones Delicias; después, en el polígono Cogullada, y ya en 1988, hace 34 años, en su emplazamiento definitivo en el polígono Malpica-Alfindén, donde ocupa varias naves.

Dirigida ahora la compañía por Vicente y sus dos hijas, Laura y Paula, esta empresa familiar da trabajo en la actualidad a 42 personas apoyadas por una red de 33 comerciales. Con mucho esfuerzo por resistir el envite de la competencia asiática -en una guerra constante de precios- ha sido su inversión en desarrollos propios, personalización del producto e innovación lo que les ha permitido generar más valor.

"En 2006 comenzamos a colaborar con el Centro Politécnico Superior de la Universidad de Zaragoza principalmente en el ensayo y estudio de roturas, durabilidad y posibles deformaciones de la bisagra, desarrollando con todo eso un software propio para garantizar así la seguridad de nuestros productos", explica Laura, adjunta a gerencia. "Somos el único fabricante nacional que ofrece esta garantía", recuerda. Tras 16 años, mantienen dicha colaboración y están a punto de finalizar un ’estudio de resistencias de herrajes para puertas de cancela de grandes pesos", indica, que les aportará una mayor eficiencia en los procesos.

Especialistas en la producción de bisagras para todo tipo de puertas autoportantes, correderas, etc. consideran que la trayectoria de crecimiento de Estebro no habría sido posible sin ir de la mano de la Universidad. "Fue un paso decisivo", asegura Laura Malo, ya que les dio la oportunidad de ofrecer lo que nadie estaba ofertando al mercado frente a una competencia nacional, importadora sobre todo de productos asiáticos. También ayudó, recuerda, a crecer la compra en 1994 de la empresa Suppybolt.

Centrados en el mercado nacional, sería en 1998 cuando Estebro tuvo la fuerza suficiente para proyectarse en mercados internacionales. En la actualidad la exportación representa el 20% y cuentan con clientes y distribuidores en 47 países: "Comenzamos a apostar por los mercados de fuera, principalmente Francia, Portugal, Inglaterra, República Dominicana, Hungría, Bélgica hace ya más de tres décadas". Después, han ido ganando nuevos destinos por todo el mundo, desde Finlandia a Costa de Marfil o Nueva Zelanda ayudados por el programa Pipe. Aunque llevaban un tiempo en conversaciones con distribuidores rusos para la venta de sus herrajes en aquel país, "se han visto paralizadas ahora por la guerra", asegura Laura.

Junto con la exportación y diversificación, otro paso decisivo que supone el colofón de estos 60 años de Estebro ha sido contar desde el año pasado con su propio laboratorio interno de ensayos. Actualmente tienen tres bancos de ensayos operativos y la preinstalación para añadir uno más el próximo año. En España, destaca la directiva, son el único fabricante de herrajes que dispone de laboratorio para validar sus productos y certificar así años de estudios, diseño y controles.

Esta empresa familiar, con 2.000 referencias de productos, ha sabido ganarse la confianza de más de 200 clientes fieles desde hace 25 años como son ferreterías de toda España, almacenes de hierro y compañías de suministros industriales. "Siempre hemos muy competitivos en fabricaciones especiales en serie largas y en los últimos años nos hemos especializado en series cortas", destaca la adjunta a gerencia de Estebro, que ha puesto en marcha una sección independiente de fabricación para dichas series. Pese al impacto de la reciente crisis sanitaria, este negocio familiar ha ido creciendo en personal y volumen de trabajo: "En los años de pandemia nos hemos estabilizado, pero se ha seguido incorporando a personal en ciertos departamentos como producción donde tienen a cinco ingenieros y el de exportación".

Los problemas de la cadena de suministro les han supuesto también alguna ventaja ya que al ser fabricantes tienen menos dependencia del exterior: "Nuestra competencia ha tenido retraso de importaciones, desabastecimiento y esto nos ha llevado a conseguir nuevos clientes que necesitaban una estabilidad y una garantía en el suministro de producto ya que estaban sufriendo roturas de stock". Escuchar al cliente y ofrecerle soluciones personalizadas les ha llevado a obtener una facturación superior a los 6 millones, por encima de los niveles prepandemia.

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