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Cómo se solicita una pensión por incapacidad permanente por depresión

La Seguridad Social distingue hasta tres grados diferentes de incapacidad permanente por depresión.

Cómo se solicita una pensión por incapacidad permanente por depresión
Cómo se solicita una pensión por incapacidad permanente por depresión
Freepik

De acuerdo con la Organización Mundial de la Salud (OMS), la depresión es la principal causa de discapacidad en el planeta. Ya conocida como la enfermedad del siglo XXI, se estima que cerca del 4% de la población mundial la sufre. Además, cada año se suicidan más de 700 000 personas, y es que más del 75% de las personas afectadas en los países menos desarrollados no recibe tratamiento. 

En España se contempla está afección como un motivo por el que un trabajador puede acceder a las pensiones de incapacidad permanente, concretamente, por un trastorno depresivo mayor crónico y recurrente. Según recoge el despacho Campany Abogados, para que el caso en cuestión sea reconocido, el Instituto Nacional de la Seguridad Social (INSS) debe convenir que las posibilidades terapéuticas han sido agotadas. Asimismo, el diagnóstico del síndrome ansioso depresivo también posibilita la solicitud de incapacidad permanente. 

La Seguridad Social, en primer lugar, puede conceder 365 días, más otros 180 de prórroga, como incapacidad temporal, mientras la depresión está siendo tratada. Una forma de cubrir económicamente la ausencia del trabajador en el momento que está tratando la enfermedad. Por otro lado, en caso de persistencia del problema, para que la Seguridad Social reconozca la incapacidad permanente, el Equipo de Valoración de Incapacidades (EVI) diferencia hasta tres grados de incapacidad permanente:

  • Incapacidad Permanente Total: se concede cuando la depresión que afecta al trabajador asume un riesgo para terceros en la profesión. Los oficios donde es común este tipo de grado tienen que ver con actividades de alta exigencia mental o estrés, cuando el trabajador va armado (policías) o conduce vehículos con transporte de personas (autobús). 
  • Incapacidad Permanente Absoluta: cuando la enfermedad es crónica y recurrente y no existen opciones de cura. En este caso, se entiende que los trabajadores no son aptos para el desarrollo de la actividad laboral.
  • Gran Invalidez: es el menos común. Se concede en los casos que los síntomas de carácter psicótico asociados son muy graves, mientras la persona requiere la supervisión por parte de un tercero debido al riesgo de autolesión y el control de la medicación.
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