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El BCE no sube los tipos de interés, pero anuncia el final de las compras de deuda por la elevada inflación

La presidenta, Christine Lagarde, reconoce que la guerra en Ucrania dañará las previsiones económicas en la UE. El organismo explica que el aumento del precio del dinero será "gradual".

Christine Lagarde, presidenta del BCE.
Christine Lagarde, presidenta del BCE.
AFP

El Banco Central Europeo (BCE) ha confirmado este jueves que concluirá las compras de deuda en el tercer trimestre porque "la inflación ha aumentado significativamente y continuará siendo elevada durante los próximos meses" por la energía. En España, el incremento de los precios se sitúa en torno al 10%, según los datos de marzo confirmados esta semana.

Tras la reunión del Consejo de Gobierno, el BCE informó en un comunicado de que mantuvo el tipo de interés de las subastas semanales en el 0%, el de la facilidad marginal de crédito en el 0,25 % y el de la facilidad de depósito en el -0,25 %. De cara al futuro, añade la entidad, "la política monetaria del BCE dependerá de los nuevos datos y de la evolución de la evaluación de las perspectivas por el Consejo de Gobierno". Asimismo, reiteró que subirá los tipos de interés transcurrido algún tiempo desde el final de las compras de deuda y de forma gradual.

"Cualquier ajuste de los tipos de interés oficiales del BCE tendrá lugar transcurrido algún tiempo desde el final de las compras de deuda" y será gradual, ha dicho el BCE. La calibración de las compras de deuda para el tercer trimestre dependerá de los datos.

"El conflicto, y la incertidumbre asociada, están deteriorando gravemente la confianza de las empresas y de los consumidores"

El impacto de la invasión rusa de Ucrania

"La agresión rusa a Ucrania está causando un enorme sufrimiento. También está afectando a la economía en Europa y en otros lugares. El conflicto, y la incertidumbre asociada, están deteriorando gravemente la confianza de las empresas y de los consumidores", dijo el BCE. Además, las disrupciones en el comercio ocasionan nuevas escaseces de materiales y de insumos. La acusada subida de los precios de la energía y de las materias primas reduce la demanda y frena la producción, según la entidad monetaria.

La evolución de la economía dependerá fundamentalmente de cómo se desarrolle el conflicto, del impacto de las sanciones actuales y de otras posibles medidas futuras.

Debido al notable encarecimiento de los costes de la energía, las presiones inflacionistas se han intensificado en muchos sectores.

No obstante el BCE se quiere dejar opciones abiertas para poder reaccionar en caso de que la situación cambie. "En las actuales condiciones de elevada incertidumbre, el Consejo de Gobierno mantendrá las opciones abiertas, la gradualidad y la flexibilidad en la ejecución de la política monetaria", apostilló el BCE. El Consejo de Gobierno está preparado para ajustar todos sus instrumentos dentro de su mandato, y actuar con flexibilidad si fuera necesario.

Cautela ante una subida de tipos 

En la rueda de prensa posterior a la reunión de política monetaria, la presidenta del BCE, Christine Lagarde, ha asegurado que los riesgos a la baja para la eurozona se han "incrementado significativamente" como resultado del conflicto en Ucrania. Además, aunque los riesgos relacionados con la pandemia hayan descendido, los procedentes de la guerra probablemente tengan un mayor efecto sobre las expectativas económicas.

"La guerra en Ucrania está afectando severamente a la economía de la zona euro y ha incrementado de forma significativa la incertidumbre", ha alertado Lagarde, al tiempo que ha reconocido que el riesgo para la inflación se ha intensificado, especialmente a corto plazo.

En este contexto, el BCE no ha adoptado ninguna nueva medida este jueves. En su lugar, se ha adherido a la hoja de ruta modificada tras la reunión de marzo. La entidad monetaria realizará compras netas en abril por valor de 40.000 millones, que bajarán a 30.000 millones en mayo y 20.000 millones en junio. Tras esa fecha, el BCE considerará finalizar las compras netas de activos al amparo del programa de compra de activos públicos (APP, por sus siglas en inglés) en el tercer trimestre, siempre que los datos apoyen las previsiones a medio plazo de inflación.

Durante la rueda de prensa, Lagarde ha reconocido que el comunicado emitido este jueves por el Consejo de Gobierno sugiere de forma mucho más segura que las compras netas vayan a finalizar en el tercer trimestre en comparación con lo dicho en marzo. No obstante, ha reconocido que el BCE no ha ofrecido una fecha definitiva todavía de forma intencional.

La próxima reunión de la entidad con sede en Fráncfort es el 9 de junio y, previsiblemente, se adoptarán nuevas decisiones monetarias. No solo es una reunión en la que se publicarán las nuevas proyecciones macroeconómicas de la zona euro, también es la última reunión que tiene lugar en el segundo trimestre del año, por lo que cualquier decisión sobre el fin de las compras netas deberá adoptarse en ella.

En este sentido, la presidenta del BCE ha reconocido que el cónclave de dentro de dos meses contendrá un "elemento de juicio" con respecto a la política monetaria.

Lagarde también ha abierto discretamente la puerta a una subida de tipos a corto plazo. La actual orientación a futuro del BCE indica que los tipos comenzará a subir "en algún momento después" del fin de las compras netas. Preguntada por los periodistas, la francesa ha subrayado que "en algún momento después" puede significar una semana o varios meses. 

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