Agroseguro estima que las heladas habrán dejado daños en Aragón en más de 15.000 hectáreas
Calcula que las indemnizaciones superarán "ampliamente" los 30 millones que se abonaron en 2021.
Tras las agotadoras y desoladoras madrugadas que han tenido que soportar los agricultores aragoneses en estos primeros días de abril para intentar minimizar los efectos de las gélidas temperaturas en los cultivos llega el momento de hacer recuento de daños. Y aunque es pronto para concretar la magnitud del "desastre total" -como lo califican los productores- las primeras reclamaciones de daños ya están comenzando a llegar a la sede de Agroseguro en Aragón.
Hasta el martes, detalló este miércoles su director territorial, Juan Cruzán, la entidad había recibido en la Comunidad partes de siniestros correspondientes a 4.300 hectáreas, de las que 3.200 están ocupadas por frutales (albaricoque, melocotón, ciruela, nectarina o paraguayo), pero entre las que figura también superficie dedicada a los frutos secos (almendro), cereza (es un línea individual del seguro), hortaliza, guisante verde, haba verde e incluso colza.
Es solo el comienzo, porque Agroseguro augura que la cifra será con toda seguridad notablemente más elevada. De hecho sus previsiones iniciales apuntan a que la reclamación de daños provocados por el paso de la borrasca Ciril en los cultivos sumarán unas 15.000 hectáreas en toda Aragón. Eso supondrá unas elevadas indemnizaciones.
Primero por la extensión de las afecciones. Segundo porque el valor de producción de los frutales, cerezos y almendros contratado con riesgo de helada en las comarcas en las que se ha producido el siniestro alcanza los 217 millones de euros, explica Cruzán. Y tercero, porque solo hay que recordar lo sucedido el pasado año, cuando el desplome del termómetro sobre las producciones de las comarcas oscenses de Bajo Cinca y Cinca Medio supuso el abono de cerca de 30 millones de euros en indemnizaciones, 29 de ellos solo para los productores de fruta. "Puesto que este año la afección está tan generalizada, esa cifra se superará "ampliamente", matizó el director territorial de Agroseguro.
Cruzán señaló que aunque hay afecciones por todo Aragón, algunas zonas presentan menos daños como Bajo Aragón y Caspe y en otras las pérdidas son muy elevadas, como ha ocurrido en La Litera y Calatayud. En todas ellas los cultivos más perjudicados han sido los que se encontraban en los momentos más sensibles del ciclo productivo, como la floración e incluso la brotación. "Es el siniestro puntual posiblemente más grave, o uno de los más grave, que hemos tenido en Aragón desde el punto de vista del seguro agrario", añadió.
Peritación rápida
Dado que la entidad es consciente de la importancia que estas coberturas tienen no solo para la viabilidad de las explotaciones sino también para las economías de las comarcas en las que están situadas, el director territorial garantizó que Agroseguro "va a realizar un esfuerzo de servicio y peritación rápida", aunque reconoció que, según los técnicos, tras las heladas hay que dejar transcurrir unos días para ver sus efectos. "Los agricultores pueden estar tranquilos porque vamos a tener técnicos suficientes para realizar esta labor e incluso ya hay preparados profesionales de otras comunidades para desplazarse aquí si fuera necesario para atender con rapidez las peritaciones", insistió antes de reafirmó "por supuesto" su compromiso de pronto pago.
Alto nivel de aseguramiento
Por el alto valor de sus producciones, el sector de fruta dulce cuenta con una alto nivel de aseguramiento que roza el 90%, de los que el 85% aseguran contra helada. Incluso este año, señaló Cruzán, el capital asegurado se ha incrementado un 3,3%. Por eso, ante las críticas vertidas por representantes de las organizaciones agrarias que exigen una adaptación del seguro agrario, el director territorial de Agroseguro insistió en que esta cobertura es la mejor herramienta para garantizar la viabilidad de las explotaciones ante una climatología adversa como la que está padeciendo Aragón, que cada vez es más atemporal (no se sabe cuándo se va a producir), más reiterativa (sucede más a menudo), ocupa más superficie (antes el siniestro se localizaba en un lugar concreto y ahora afecta a toda la Comunidad) y además es más virulenta.
Reconoció que el ‘pool’ asegurador no está cerrado a estudiar cualquier tipo de modificación que sirvan para adaptarse a la situación actual. E incluso que habrá que buscar fórmulas para adecuarse a nuevos escenarios, como sucede por ejemplo en aquellos lugares de alto riesgo en el que los siniestros se repiten sucesivamente año tras año.
Cruzán, que explicó que los seguros cubren producciones calculadas con expectativas reales, "por lo que lo que lo importantes son las medias, señaló que Agroseguro ya ha ido dando pasos para reconocer la complicada situación que provoca la "convulsa" climatología y, como ejemplo, recordó que tras las heladas de 2021, se decidió no subir las tasas de las pólizas en Aragón.
